22 nov 2015

La jugada arriesgada

- ¿No le has contado sobre el embarazo? -. Preguntó Fred justo después de que se cortara la transmisión con Akshael, Raenia y Raeric.

- No, mejor no preocuparle... -. Respondió Alanne -. Quiero que se centre en la misión por completo para que vuelva cuanto antes.


Muchas horas más tarde, ambos se encontraban sentados en los bancos del templo de Thor de Akshael. El sol golpeaba las ventanas con intensidad y llenaba la sala principal con un vivo tono anaranjado que transmitía calma y nostalgia por partes iguales. Alanne recordaba como semanas antes esa iglesia estaba llena con las risas, habladurías y tonterías de las personas que más quería. Ahora en cambio estaba allí con Fred Marc y algunos de sus hombres, cansada de esperar durante horas a algo que realmente era necesario. Fred había ordenado la incursión a cuentagotas de parte de sus hombres por la ciudad (The Miz ese había ofrecido voluntario para ello también) e investigar cualquier indicio sospechoso sobre la presencia de Capuchas Negras, espías e incluso a los propios consejeros y miembros de la guardia real. En general, todo lo relacionado con el traidor y cualquier cosa que pudiese provocar que él sepa la verdad sobre Fred antes que el propio rey. Él insistía en que su plan era tan delicado que había que asegurarse antes de dar cualquier paso, pero Alanne no tenía tanta paciencia. Encima ni siquiera podía salir de allí para ver el sol y la ciudad en general, obviamente era demasiado arriesgado.

5 nov 2015

Lo oculto bajo Der'go (Epílogo)

Caminaba pero no escuchaba sus pasos. Respiraba con irregularidad a causa de los nervios y eso provocaba que retumbasen los latidos de su corazón en su cabeza, que era lo único que escuchaba. También sentía una punzada de ira que la llevaba a actuar así pero no dejó de moverse. Siguió caminando hasta llegar a otra de las entradas de El Núcleo, en concreto la más grande de todos los accesos del Santuario. Sin embargo, las únicas cosas que cambiaban con respecto a la entrada donde se encontró con Wyrth era el número de accesos que daban a esa entrada, que eran media docena; Y el tamaño, que era tres veces más grande. El resto era idéntico, incluidas las estatuas y los grabados en ellas.

1 nov 2015

La visión en la tormenta


Mierda, he debido dejar atrás a los demás, estoy solo pero da igual, seguiré estas cuevas hasta llegar a El Núcleo, estoy convencido de que, sea lo que sea, me servirá para enfrentarme a todos los imbéciles que se atreven a dudar de mí...

La verdad que estoy empezando a estar demasiado cansado y a tener demasiado frío. Está cerca y cada vez lo noto más, el poder de ese núcleo será para mí. Empiezo a notar a alguien detrás mía por lo que corro dejando atrás todo lo que me pesa: las provisiones, algunas piezas de la armadura, la mochila entera. Me da igual, sacrificar todo eso será suficiente para llegar a mi objetivo y además aquí lo tengo conmigo, el martillo que el mismísimo Thor me regaló. Justo empieza a brillar, eso es una señal de que he llegado y así es: unas puertas gigantes están ante mí. Son pesadas, pero puedo abrirlas poco a poco, hasta que quepo y entro.