22 abr 2017

Parche 5.1: The R-Evolution of Evolution




De vuelta al mundo:

Evolution ha regresado.

Su regreso literal fue hace unos meses, en la costa de la jungla que separa los condados de Serendis y Cuervo tras seis años de desaparición donde se les dio por muertos por el proyecto Prondeus. Sin embargo, su regreso moral se está efectuando ahora mismo, con la gran victoria contra Rezjorvaiyan y Alexia Bertrucci, y después de liberar a la zona de la Maldición y salir al exterior de esta. Ahora se encuentran de vuelta al mismo mundo por el que lucharon hace seis años, con todas las cosas en común que aún posee pero también con todo lo que ha cambiado.

8 abr 2017

Lazos

El gigante por fin llegó a la costa y por tanto, a las afueras de la ciudad. Sin el gólem para enfrentarle ya podía arrasar con todo a su paso. La mandíbula inferior se deslizó hacía abajo para exhalar una densa bruma oscura, la misma que albergaba en su interior, entre los huesos de su caja torácica y cráneo. La bruma se dispersó en el aire y mostró lo que estaba cubriendo: una horda inmensa de distintos tipos de muertos vivientes que se unió a la plaga voladora que ya escoltaban al esqueleto gigante en su llegada a la capital. En concreto, las criaturas óseas voladoras recogían a los muertos vivientes terrestres con sus garras o almacenándolos en sus cavidades torácicas y fueron de inmediato a las inmediaciones de la ciudad para comenzar su carnicería.

4 abr 2017

Luz apagada, determinación destrozada


El cuervo estiró sus alas y graznó con energía a pesar de que eran altas horas de la noche y que cuando Alleria llegó a la torre del maestre para mandar la carta, el ave descansaba plácidamente. Tras asegurarse de que el pergamino estaba firmemente atada a la pata, abrió la ventana de rejas cruzadas y dejó que el animal echase a volar por su propia cuenta. Trató de seguirle con la mirada con la luz de la luna llena que brillaba aquella noche pero le fue imposible; El animal voló con presteza, perdiendose rápidamente entre la espesura de la oscuridad; Y Alleria tenía cansada la vista, no solo por el cansancio del viaje sino también por haber escrito las últimas palabras en la mesa de aquella habitación, pobremente iluminada por una pequeña vela. Aún así, ella llevó sus manos a su pecho, cruzándolas en signo de plegaría, rezando a la Luz para que el mensaje llegara a sus compañeros y que esta vez hubiese respuesta por su parte. La brisa gélida, casi invernal, se filtró por la ventana durante los instantes que Alleria permanecía inmóvil centrada en sus plegarias. En cuanto sintió el frío decidió que ya era hora de volver, al fin y al cabo no era recomendable que tanto Raeric como ella estuviesen tanto tiempo alejados el uno del otro después lo sucedido en las dos últimas semanas.