Sesión 158 del 2.0 NG

 La sesión comienza con el grupo frente al cuerpo inerte de Arvin, tras descubrir el sacrificio del profesor para que llevasen a cabo un entrenamiento lo más largo posible y así progresar al máximo para poder confrontar la amenaza de la banda de Adam Cole. Tras leer la carta, decidieron qué harían con el pergamino de reencarnar que tenían, ya que podrían traerlo de vuelta de esa forma. Pero la incertidumbre radicaba en si Aston había muerto durante los altercados de Serencia la noche anterior; en ese caso, lo usarían en el chico.

El presente se había reanudado para el grupo, con diez días por delante para poder curar a Jesamine de su enfermedad mental, tiempo que calculaban que sería más que suficiente para poder ir a Goria y negociar con Minerella la obtención del método para desintegrar el metal extraterrestre que invadió Ozphrunova y selló la cámara donde se encuentra el remedio para la criminal. Repasaron los grupos una vez más y, tras adquirir nuevas apariencias mediante la capacidad para disfraz de Kara, junto con nuevos nombres. Entonces, el grupo partió tras recoger equipamiento y despedirse de los que se quedaban, camino a Serencia para ver la actualidad de la ciudad. En dicho grupo iban Hina, que originalmente no estaba planeada para acompañarlos, pero tras repasar por segunda vez los miembros que debían ir fue añadida en el último minuto; Y Gabriella, quien iba solo para que pudiesen entrar en Serencia sin problemas, ya que la ciudad se había convertido en un bastión tras la llegada por madrugada del quinto escuadrón militar.

En Serencia descubrieron que Aston seguía vivo, aunque en coma. Así que con eso, se decidiría usar el pergamino de reencarnar en Arvin, aunque ellos ya no estaría en la casa de Lennert para verlo. También contactaron con el héroe profesional Delligan de Myr para que pudiese ir a rescatar a Summer con las pistas que disponían; y por último, descubrieron mediante Nicolai que Jasmine había partido hacia Briatel después de que descubriese que el Seix Stars había ardido (aunque de entre todos los altercados que hubieron en la ciudad, este pareció ser de los primeros, algo totalmente premeditado) y que las trabajadoras habían muerto durante la catastrofe. El teléfono de Jasmine no respondía así que pasaron a hablar de asuntos de Ozphrunova; Nicolai seguía en proceso de frenar el intento de compra de Benasque, contactando con la oficial Bentley tras enviar el cuervo con el informe de investigación. Además, descubrió que dentro de la cámara sellada, los elfos dejaron un 'reto' que desconoce para los que no tuvieran un permiso específico. Para conseguir ese permiso debían ir a uno de los templos de los Utgarde, antigua civilización humana que fueron aliados de los elfos en los orígenes del bosque de los inquietos. Esto era un cambio de paradigma para lo que tenía planeado el grupo para los días que les había dado Jesamine, pero Nicolai contaba con algunos recursos para poder acortar tan largo viaje. En Briatel tiene un amigo que dispone de un método de teletransporte para dejarlos cerca de su destino. Asímismo, podrían regresar con una palabra de regreso. 

Con toda esa información, el grupo salió de Serencia para viajar hacia Goria. Debido a todo lo que habían hecho con la captura de Jesamine sin dar parte a ninguna autoridad, evitarían los caminos principales y a todo soldado que se encontrasen, como también hicieron con la llamada al oficial Harmon, al que le siguieron sin explicar la verdad, a pesar de que había cierta confianza de este hacia el grupo. 

El camino fue ardúo, ya que al evitar el camino principal y cualquier puesto de vigilancia de la guardia, Ellie tuvo que conjurar varios globos de invisibilidad, lo que la dejó agotada. El viaje fue lento y tedioso, a lo que se sumó el inicio de un chaparrón helado. Se detuvieron en un refugio de Kara, donde pasarían la noche y al siguiente día reanudarían la marcha con un nuevo método de transporte; unos caballitos de madera que aumentaban de tamaño para ser unas monturas eficientes durante unas horas. En el sótano de la casa destrozada se encontraba el verdadero refugio de Kara, un sótano preparado para largas temporadas con comida, agua, armas y equipamiento variado. Ellie y David se fijaron en una de las katanas que habían, en la que tuvieron una conversación sobre el estilo de combate y el uso de armas elegantes. A cotninuación, Kara les hizo una exhibición de uso de la katana y tras eso, les obsequió con dos balizas GPS rastreadoras como la que tenía ella en su puñal la última vez que emboscó al grupo.

A la mañana siguiente partieron raudos y veloces con las monturas, hasta que escucharon una explosión cerca de ellos. Se acercaron sigilosamente para ver qué ocurría y Ellie reconoció a Demetrius, sacerdote de Terranova que estaba destinado desde Marie Geoise en Puesto de Lothien. Este se encontraba asustado pero siendo defendido por un ser que llevaba una mezcla entre túnica ceremonial y armadura completa, con una capucha picuda. Ese ser, que era alto e imponente, sostenía una espada larga y acababa de destruir a un Bayán de tantos que les habían emboscado. Ante tal muestra de poder, el resto de Bayanes huyeron. Pero aquel ser detectó la presencia del grupo y mediante telequinesis atrayó a David hacia él. Entonces, Demetrius le explicó que era alumno de la Academia. Inmediatamente, el ser se disculpó y soltó a David. Se presentó como Vordalus, miembro de la guardia de élite de Parangón, y que tenía la misión de llevar a Demetrius de vuelta a su tierra natal debido al peligro e inestabilidad que había surgido en el Bosque de los Inquietos. Presentó un documento de permiso de posesión de armas y la posibilidad de usar su poder para la defensa de Demetrius firmado por Jeffred Brell y Lars Markussen; Y, por último, como muestra de disculpa por lo que había hecho a David, le entregó un Elixir del Sol inacabado, al que le faltaba un ingrediente, raiz de Iridio, una planta verdosa que crecía en las profunidades de las cuevas.