La tenue luz en el cielo frente a ellas no era suficiente para disipar la oscuridad que permanecía aún en el ambiente; era prácticamente de noche. La estación en la que estaban, la hora que era y el tiempo nublado no ayudaba a que pudiesen tener una mejor visibilidad del camino, aunque no era del todo problema gracias al sortilegio de visión en la oscuridad que Ellie realizó sobre Flor e Hina, junto con la excelente capacidad de Lucía para un entorno así, gracias además a su permanente estado híbrido. Aunque parecía una misión sencilla, las tres eran conscientes de que el peligro podría acechar en cualquier parte y más con los acontecimientos de las últimas semanas, así que desde que partieron de Goria acordaron entre las tres el permanecer alerta y con unas pautas para proceder en caso de tener que luchar. Igualmente, había una diferencia palpable entre cada una: Mientras que Flor iba completamente despierta, dando instrucciones y consejos sobre el terreno y cómo evitar ciertas localizaciones, Lucía se encontraba en el lado opuesto, teniendo que interrumpir sus miradas afiladas hacia cada árbol, arbusto o rocas, con severos bostezos que hacían incluso que lagrimasen sus ojos. En un punto intermedio se encontraba Hina, quien también le costaba sofocar los bostezos, aunque al menos los intentaba disimular lo máximo posible.