Los miembros Bale, desde entonces hasta la actualidad, siempre han destacado por tener una gran habilidad en el manejo de la moneda, que junto a la ventaja geográfica de la que disponen para el comercio, provocó que sus ciudades contaran con mas adelantos que muchas otras del reino: Desde edificios hechos de un mejor material de construcción, como el ladrillo trabajado, calles cubiertas enteramente de adoquines, escuelas en cada ciudad y pueblo, lugares de atención sanitaria e incluso, avances tecnológicos como la de algunas armas de fuego.
Sin embargo no todo era oro en la historia de los Bale. Al estar más aventajados económicamente, sus gremios de mercaderes subían el precio de sus productos (más aún los de importación) por la oferta-demanda, provocando que productos básicos como el pan tuvieran un precio mucho más elevado de lo normal. Cada vez se notaba más la diferencia entre ricos y pobres, y la hermosas vistas homogéneas de las ciudades de los Bale, se iban convirtiendo en dos mitades: La parte rica y los barrios bajos de los pobres.
En las épocas de guerras, esta situación se acentuaba más, y en El Tridente del Diablo, llegó a su punto máximo. La franja que separaban a pobres de ricos era muy amplía y los adinerados acaparaban un porcentaje casi mínimo de la población de la comarca. Azdran Bale, el alto señor por entonces, pidió ayuda al Rey Mandel, pero este estaba demasiado ocupado participando en la guerra, por lo que ignoró la petición. Incapaz de mantener la situación de manera estable, Azdram vio como ante si sucedía lo peor imaginable, una guerra civil.
Milicianos sindicalistas atacaban los ayuntamientos de los poblados mientras se unían cada vez más a su causa, y los soldados no eran suficientes para frenar sus oleadas. Azdran intentó gobernar sobre una tormenta de caos pero sus esfuerzos eran en vano, tenía a casi todos en su contra, incluso su familia, así que optó por el suicidio.
Pero en lugar de mejorar la situación, la empeoró, conscientes de que alguien tenía que asumir el cargo y la responsabilidad de ser el alto señor que se ocupara de regresar todo a la normalidad y prosperidad. Tanto sus tres hijos adultos: Tom, Gadrare y Nalia; Como el hermano de Azdran, Creist, creyeron se capaces de solventar la situación por ellos mismos. Aunque por legitimidad, la herencia le pertenecía al hijo mayor, Tom, la comarca estaba sumida en el caos y no había nadie (ni siquiera Mendel estaba) que pudiera nombrarlo alto señor de los Bale.
Cada hijo se adueñó de parte de la guardia mediante sobornos y engaños, al mismo tiempo que encargaban mercenarios para que lucharan por su nombre a cambio de unas miseras monedas. La matanza entonces fue resaltable: Mientras los milicianos se acercaban cada vez más a Gran Bale, capital de la comarca; En ella se disputaban batallas para decidir cual de los tres hermanos debía de alzarse como señor. Pero en la sombra de todo esto, usando toda su labia y aprovechándose de la situación presente, Creist Bale se unió a los milicianos como líder de la rebelión, y este les prometió la estabilidad por la que el pueblo se había alzado en armas. Creist no solamente consiguió incentivar más el motivo de la revuelta, sino que consiguió que más hombres se unieran a su causa. Cuando llegaron a Gran Bale, la matanza se terminó de consumar; los soldados que luchaban entre sí, recibieron encima una oleada incesante de miles de personas furiosas que mataban todo lo que se les osara resistirse sin parar hasta el castillo de los Bale. La victoria fue aplastante para Creist.
Cuando la batalla cesó, Creist entró en la sala principal del castillo, donde estaban los tres hermanos apresados. Estos miraron la cara de su tío, y le llamaron mentiroso, traidor y cobarde. Creist impasible, ordenó que los mataran y se repartiera la fortuna personal de cada uno entre los presentes, lo que provocó el júbilo en la sala y los milicianos aclamaban al alto señor Creist Bale mientras el charco de sangre de los tres hijos se hacia más y más grande...
El nuevo alto y señor mandó inmediatamente en los días siguientes a eliminar los Gremios de Mercaderes y a establecer sistemas independientes de comercios individuales, sin la opción de pactar nada entre ellos sin el previo consentimiento de Creist, así se evitaba posibles alianzas mercantiles con el objetivo de beneficiarse mutuamente a costa del bolsillo de la población. También obligó a bajar el precio de manera radical de los productos más básicos, y para paliar dicha bajada, mandó a que los comercios cobraran un impuesto extra en los productos que exportaban. Esto no sentó muy bien en las demás casas internas de Taneir, ya que la comarca Bale era la que introducía productos extranjeros en el mercado interno del reino, y se aprovechaban de la situación subiendo los precios de dichos productos para las demás comarcas, que no tenían más remedio que comprarlas ya que no disponían de otra forma de conseguirlo.
En pocos años Creist consiguió que los Bale volvieran a brillar como antaño, la población no podía estar más agradecida con él, incluso los ricos estaban conformes. Poco después del fin de El Tridente, Creist creó una potencia militar que usaba armas de fuego, conocida como La Guardia de Shan, como señal para todo aquel que osara a llamarle traidor, tanto dentro como fuera de la propia comarca.
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