11 oct 2017

El fin de todas la cosas, parte 2

Algunos Protectores habían sobrepasado la defensa de Evolution impuesta en la entrada de la sede científica, siguiendo los rastros de destrucción en uno de los elevadores descendieron hasta el gran almacén de reposición, una enorme estancia donde se reponía todo material necesario para los científicos en las columnas, que actuaban como depósitos y mediante cintas transportadoras llevaban la materia prima hasta cada sector de las siguientes plantas subterráneas.

- ¿Pero... qué cojones?

- ¿Qué es es todo esto?

Preguntaron varios Protectores en cuanto vieron el estado del almacén. Muchos de los depósitos estaban totalmente derruidos, con decenas y cientos de cajones metálicos y otras pertenencias básicas tales como cristalería de laboratorio, indumentaria y capsulas de contención. Muchas zonas del techo presentaban enormes huecos que conectaban con la superficie, de los que se desprendían muchos bloques sueltos de hormigón, llenando la zona de obstáculos, ruidos ensordecedores y nubes de polvo.

De repente, una figura pasó a tanta velocidad entre el grupo de Protectores que muchos de ellos cayeron derribados por la presión del aire. Una décima de segundo más tarde, esa figura se estrelló con la pared del elevador por el cual habían bajado y destrozó toda la zona con un gran estallido. Los Protectores se levantaron tosiendo por el polvo y el golpe que se habían llevado.

- ¿Qué... Quién? -. Decían algunos.

- ¡Es... la niña elfa...!

Miracle surgía del gran socavón en la pared, entre toda la nube de polvo. Frente a ella, unos metros más allá, aparecía Maief. Esta se quedó mirando a la elfa fijamente, como si los Protectores no existiesen, y estos palidecieron al verla.

- No podemos... contra esa...

- Vayámonos ¡YA!



El grupo de Protectores se separaron en dos, cada uno corrió en una dirección sumidos en el pánico de haberse encontrado a la híbrida Lycarus, quien era capaz de asesinarles sin que estos pudiesen siquiera defenderse. A Maief no pareció importarle, estaba completamente concentrada en quien tenía delante.

Había una diferencia palpable en el estado de ambas. Miracle presentaba varias heridas en su rostro y cuerpo que estaban constantemente sangrando, pero no presentaba síntoma alguno de cansancio, al contrario que Maief.

- Es una obviedad, pero... En un combate entre iguales, generalmente se alargará debido al choque igualado de fuerzas. Entonces, desde el principio, debes conservar las fuerzas -. Recordó Maief decir a Gael, cuando este la instruía para que pudiese plantear una estrategia en combate.

- Qué consejo tan básico... -. Dijo en ese momento Rezjorvaiyan, Gael se giró con fuego en los ojos.

- ¿¡Y qué le dirías tú!? A ver, a veeeer.

Maief jadeaba en gran medida, su respiración agitada se sumaba al sudor y al calor corporal por el cual sentía los latidos del corazón en su mente. También había manchas de sangre en su cuerpo e indumentaria, pero a diferencia de Miracle...

- No lanzarme ciegamente, reservar mis fuerzas hasta tener una abertura -. Susurraba ella repasando todo el aprendizaje que había llevado a cabo -. Y entonces...

- ¿Cómo es posible que siendo un usuario del Vitalis 3.0 sólo uses tu increíble fuente de energía para potenciar tu velocidad o fuerza? -. Le preguntó Rezjorvaiyan con cierta elocuencia -. Con la gran cantidad de recursos disponibles que podrías llegar a tener, tu única baza son los ataques directos. Contra alguien que te intente luchar físicamente eres superior, pero por ejemplo contra mis sellos no tendrías una oportunidad... por mucho que alargues el encuentro -. Comentó en última estancia dirigiéndole una sonrisa a Gael -. Necesitas algo más, necesitas un poder con el que puedas responder a una aptitud sobrenatural que no puedas frenar con tus acometidas sónicas... Necesitas... 

- Tus heridas, Maief... -. Comentó Janna desde su interior sorprendida.

En el combate de Tydoras, Maief no pudo vencer a Miracle por varios motivos, pero uno de ellos consistía en que la elfa podía regenerar sus heridas sin requisar de la concentración que necesitaba Maief para cerrar las suyas. Pero ahora, en este momento, sus heridas estaban siendo regeneradas sin necesidad de concentrarse, totalmente al contrario que Miracle que seguía sangrando y tuvo que detenerse para aplicar el Vitalis necesario para detener la hemorragia de los distintos cortes.

Absorción retroactiva... Un poder del Vitalis que desarrollé gracias a la ayuda de Gael y Rezjorvaiyan. Con este poder, puedo crear un vínculo mágico continuo y beneficiarme de las aptitudes mágicas de mis oponentes, en un intercambio donde yo elijo qué me quedo de él y qué le doy a cambio de los perjuicios que tenga en mi interior. 

- Lo de aquella vez... -. Murmuró y en un instante desapareció para situarse enfrente de Miracle -. ¡No se volverá a repetir!

Sin darle la opción a curar sus heridas, Miracle tuvo que dejar de concentrar su Vitalis y hacerlo para defenderse del nuevo ataque de Maief. La elfa esquivó los dos primeros con bastante soltura, a continuación saltó para que la cabeza de Maief quedase en la posición perfecta para patearla con gran fuerza, pero una de sus piernas fue apresada por la cola de la miembro de Evolution, atrayendo a la elfa hacía ella y acertando de lleno un ataque doble con ambas garras. El ataque podría haber sido fatal, pero Miracle contestó con un puñetazo que mandó a Maief a volar, atravesando un par de columnas como si fuesen de papel. Logró recomponerse justo a tiempo de poder esquivar el siguiente ataque, pues Miracle había hecho uso de su gran velocidad para intentar sorprenderla con la espalda. Detuvo el siguiente puñetazo con su rodilla y antebrazos y cayeron ambas al suelo, una enfrente de otra.

Donde se supone que deberían de haber dos grandes heridas profundas, producto del ataque doble acertado de Maief, había en su lugar dos pequeñas pequeñas heridas que se habían abierto en su piel y que se sumaban a las decenas de cortes iguales que tenía por su cuerpo.

- Tiene un aura de protección increíble... -. Observó Janna.

- Tcht... -. Se quejó Maief -. Y como no conozco para nada ese nuevo poder que han implantado en ella, no puedo hacer uso del vínculo de la Absorción para arrebatárselo...

- Maief, tus garras -. Se preocupó Janna.

Maief miró sus garras, siempre imbuidas por el poder de su Vitalis morado y como, poco a poco, con un leve tintineo, el aura parpadeaba intermitentemente. Puede que presentase mejor estado que el de Miracle, pero Maief empezaba a notar los síntomas del cansancio después de más de quince minutos de enfrentamiento.

- Por mucho que me sane, no llegaré a nada si me agoto antes de dejarla inconsciente... -. Meditó Maief considerando sus opciones -. No me queda más remedio, tendré que usar mi aura de Vitalis completa.

- ¿Pero eso no hará que te canses antes?

- Sí... Pero incluso así no la lograría vencer. Akshael tenía razón, han hecho algo con ella después de que viesen que fui muy superior en nuestro ultimo encuentro.

- ¿En... entonces?

- Vas a tener que ayudarme, Janna. Tendrás que usar tu poder para analizar el punto débil de su aura, así me la podré quedar.

- Pero ya viste que no puedo hacerlo, en esos dieciocho segundos le da tiempo a venir a por mi.

- Por eso usaré ese estado, te daré el tiempo que necesitas. También haré que no la pierdas de vista... Sufriré alguna que otra fatal herida para ello, pero hay que arriesgarse si quiero ganar ¿Estás lista?

- S... sí -. Comentó nerviosa el hada, dispuesta a salir del cuerpo de Maief para ayudarla.

- Allá voy -. Maief usó su velocidad para alejarse de Miracle, la elfa lo agradeció para así poder regenerar sus heridas. Tras estar a una distancia prudencial, cerró los ojos, calmó su respiración y trató de reducir su ritmo cardíaco. Tenía que concentrarse al máximo.

El aura del Vitalis morada empezó a surgir a su alrededor, como una capa fina por encima de su piel. Pero, en cuanto abrió los ojos, algo que no esperaba sucedió. Miracle estaba entre las columnas, a lo lejos, haciendo exactamente el mismo proceso y siendo recubierta de un Vitalis blanco.

Maief tragó saliva, pero con la mayor determinación de su vida, caminó hacia el frente, Miracle hizo lo mismo.

- Todo depende de ti, Janna.

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- ¿Estás torpe o qué? 

Jhin mantenía las distancias contra Reika mientras se concentraba en su poder del Vitalis más reciente, creaba copias de distintos miembros de Evolution con un mínimo de sus aptitudes para detener los movimientos de Reika y así acosarla a ataques desde un sitio seguro. En un par de ocasiones, acompañó su poder creando el martillo de Akshael y la lanza de Gael, que arrojó en línea recta; Reika intentó responder al ataque llevando a cabo una maniobra que Jhin había visto en Thaine muchas veces, pero por alguna razón no llegaba a salir bien del todo y recibía de lleno los ataques de dichas armas, mandando a Reika a volar.

- Ahora es mi oportunidad -. Jhin se concentró una vez más, no le quedaba demasiado poder después de lo que había tenido que sufrir para estar a la altura de Miracle o con el Protector que le persiguió por el laboratorio con ese aspecto tan monstruoso, pero hizo una promesa y un caballero siempre cumple su palabra.

Avanzó hacía el frente creando varias armas más que le acompañaban, al mismo tiempo que sostenía su alabarda con su mano derecha, con la izquierda se concentraba para dirigirlas y cubrir todos sus puntos ciegos, sobre todo el lado derecho que era el lugar donde estaba herido. 

- Recuerda, Jhin... -. Se decía a si mismo cuando ya Reika se terminaba de levantar -. Recuerda como atacaba... ¡El Trenler-pollas! 

Tras decir eso, varias armas surgieron enfrente suya, de la misma forma que hacía Trenler con la que invocaba de sus portales, pero en esta ocasión tan solo se materializaban con el poder del vitalis y la voluntad de Jhin. Todas fueron disparadas hacía el punto donde estaba Reika, la cual, con mucha agilidad y soltura, saltó.

- ¡Perfecto, en el aire no puedes maniobrar! -. Más de la mitad de las armas que tenía junto a él, apuntaron al punto del que surgía Reika y fueron disparadas enseguida. 

Pero Reika creó de sus pies un cúmulo de agua, que cristalizó de alguna forma para que le sirviese de plataforma y pudiese... 

- ¿¡Un shunpo desde ahí!? -. Gritó a él, intentando adaptarse a su velocidad para contrarrestar su acometida.

El ataque en picado pasó entre todas las armas que Jhin conservaba aún junto a él, pues el chaval esperaba un ataque vertical descendiente de Reika, pero esta había usado el shunpo para colocarse enfrente de él y atacar desde abajo, con un corte ascendente. Totalmente descolocado en defensa, Jhin miró impotente la grácil agilidad de Reika.

- Mierd... -.El corte fue fatal, desde la pierna derecha, pasando por la herida de su abdomen, hasta el hombro opuesto. Reika no perdió la concentración, del pasado sabía que Jhin podía usar sus clones para engañar al enemigo, pero confirmó el golpe cuando salpicó la sangre del chaval en su propia cara.

Sin embargó...

- ¡Punto ciego! -. Gritó con motivación. Otro Jhin, o quizás el verdadero, aparecía desde la espalda del que acababa de ser cortado, justo en el punto en el que no tenía visión Reika. Esta se preparó para defenderse pero no pudo mover su katana con soltura, el Jhin herido agarró la hoja, que seguía hundida en su cuerpo, para así obstaculizar el movimiento de Reika.

Sin otra opción para evitar el golpe, Reika no tuvo más remedio que soltar su katana y dar una voltereta hacía atrás desde el punto del suelo donde unas décimas de segundo después se clavaría la alabarda de Jhin. Tras eso, el Jhin herido desapareció como si fuese una ilusión pero la katana no cayó al suelo, sino a la mano del verdadero.

- ¿No te acuerdas de mis primeros poderes? No eran más que poderes para engañar a mis enemigos... Tú viste como los desarrollaba, tú viste como los usaba contra ti en el coliseo de las Artes de Sangre. Por eso sabía que en cuanto sintieses mi sangre creerías que era el verdadero y bajarías la guardia, ¡por eso mismo idee la sangre con mi poder "Textura engañosa"!. Por eso mismo lo hice, Reika, porque se de sobra que sabes cuáles son mis poderes, porque se que el fondo estás ahí, esperando a ser rescatada, esperando a volver con tu familia, con Thaine, con Alleria, con Evolution... ¡SE QUE DENTRO DE ESE CASCARÓN QUE LOS PROTECTORES DE MIERDA HICIERON EN TI ESTÁ LA VERDADERA REIKA GRITANDO "SOCORRO"!

Durante un instante, los ojos de Reika parpadearon y el blanco del control de los Protectores se volvieron al azul natural de sus ojos. Pero al final, tras unos segundos de indecisión, volvió de nuevo a ese blanco junto con la mirada vacía.

- Maldita sea, sabía que no sería tan fácil... Pero bueno, como diría el Trenler-pollas -. Jhin trató de imitar el acento y tono de Trenler como si estuviese ultra orgulloso y contento -. "Otra arma para mi colección, juasjuas" -. Comentó al sostener la katana de Reika, quien ahora se encontraba desarmada -. ¡Sigamos pues, Reika, te salvaré, de una forma u otra!

Un temblor siguió la frase de Jhin, del que se desprendieron varias rocas del acceso natural en el que estaban luchando. Detrás de Reika, a lo lejos, Jhin podía ver como las luces se iban a apagando, y de la propia oscuridad surgían unas sombras en forma de tentáculos que poco a poco avanzaban hacía ellos.

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- ¡Son demasiados, nos están sobrepasando! 

- ¡Los refuerzos no son suficientes, necesitamos más!

- ¡Se están adentrando al subterraneo, Ryan, sígueles!

- ¡VOY BWAJAJAJA!

Los Protectores que habían logrado evitar la defensa del ejército de Evolution se adentraban hacía el interior en busca de detener a la principal fuerza invasora. Un par de ellos se encontraban yendo a los pasillos de los elevadores hasta que notaron una sombra detrás suya, se giraron, y gritaron aterrados al mismo tiempo que intentaban huir, pero no fueron lo suficientemente rápido. Un demonio de gran tamaño cogió a cada uno por los torsos con cada mano y los chocó para que se quedasen incapacitados.

- Tontos... -. Mencionó Ryan con una voz ronca.

- ¡Varios más se han adentrado, búscales, no dejes que intercepten el grupo principal! -. Se escuchó decir a lo lejos a Iris Lien. Ryan aceptó con sumo gustó, pero como el hueco del ascensor no era lo suficientemente grande no tuvo más remedio que crear él su propio acceso tirándose de cabeza al suelo con gran fuerza para abrir un boquete. 

La defensa del ejército de Evolution estaba teniendo complicaciones, no solamente tenían que defender la entrada al edificio principal de la sede científica sino que después de lo que hizo Trenler con el patio, creando un gran agujero hasta las plantas del sótano, los ejércitos también tenían que defender aquel acceso para que no entrasen Protector o Destructor alguno, lo cual complicaba la batalla ya que tenían que luchar de espaldas a un enorme socavón que les tiraría al vacío. Iris y Luriel eran las que estaban liderando a los ejércitos en ese momento, pero estaban siendo sobrepasados poco a poco.

- ¿Qué coño les queda para que encuentren alguna conversación o algo sobre lo de Trenler con los reyes? -. Se lamentó Iris Lien al ver las bajas que se contaban por cientos cada minuto que transcurría.

- Estoy segura de que están en ello, tan solo podemos resistir -. Le contestó Luriel.

A toda la armada de Protectores se le sumó el batido de alas de un dragón negro que sobrevoló la zona y empujó toda una línea de soldados de Evolution hacía el vacío del enorme agujero en el patio.

- Ese es... -. Iris tenía muy presente lo que le había pasado a Taliyah y Sarayu por culpa del poder de su enemigo. Aunque estuviese controlado, no se lo perdonaría jamás... Con un brote de rabia en su interior usó un sortilegio para volar e ir a la zona por la que estaba apareciendo el Almirante Wyrth Lionheart.

- ¡Iris, espera! -. Le rogó Luriel, pero encima suya se abalanzaba un Protector, al que tuvo que bloquear y enfrentar.

Iris cayó frente a él cuando el Almirante estaba cerca de tirarse por el agujero.

- No te dejaré que hagas más daños a mi familia, cabrón -. Dijo ella con la voz tomada.

Wyrth ladeó levemente la cabeza, mirando hacía la semielfa. Entonces mandó a que su dragón se posase detrás suya, al mismo tiempo que surgía de su cuerpo la celestial con su armadura reluciente. Pero esta vez no eran esos dos tan solo, también lo hacían criaturas amorfas que se sumaban a su pequeño séquito personal, dejando a Iris en completa desventaja numérica.

- ¿¡Crees que me intimidas!? Soy parte de R-Evolution, soy parte de Evolution, soy parte de aquello que liberará el mundo!

- Bueno pero tienes por qué hacerlo sola crack jajajaja -. Escuchó decir a una voz.

Al lado de Iris Lien surgían aliados por doquier. Quien había mencionado aquella frase era el rubio de los hermanos Tackle, que aparecía junto con Valerian.

- ¡Somos el escudo de nuestros compañeros, no pasarás! -. Una voz ronca anunció la llegada de Zerok.

- Mi hermano está ahí dentro, jugándose la vida. A mi también me gustaría dar la talla -. Se escuchó decir a Gregor Oinotna.

- NUESTRO hermano -. Corrigó Anabelle Oinotna, que aparecía mediante un sortilegio de teletransportación.

- Espero que esta vez tus rituales sirvan para algo -. Se burló Gregor de su hermana pequeña.

- Hijo puta... Te vas a enterar.

- ¿¡Adónde crees que vas así como así!? -. De la espalda de Iris aparecía Luriel -. No vayas más sola, por favor -. Mencionó con temor, por lo que le importaba la semielfa.

- Lo siento... Eeeeh, es que sabía que aparecían -. Dijo Iris Lien para despreocupar a su pareja.

- Sí, claro -. Respondió Luriel con desdén.

- ¡En fin, espero que seas el Almirante más fuerte porque si no, esto va a ser un juego de niños! -. Exclamó Valerían apretandose los puños, mientras que Iris Lien, Luriel Kengrey, Zerok Der'go y Anabelle y Gregor Oinotna se preparaban para el combate.

Junto con todas sus criaturas invocadas, Wyrth dio un par de pasos hacía delante y alzó la mirada para observar bien a cada uno de sus rivales. Tras eso, llevó su mano a su arma del Protector, una cimitarra tosca y algo desgastada, y la desenvainó.

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Mientras tanto, en algún otro lugar, un par de personas se comunicaban entre sí telepáticamente.

- ¿Estás segura de que esto es lo que quieres?

- Estoy completamente segura.

- Has estado acumulando esa mínima energía para sobrevivir todo este tiempo, si la utilizas para algo tan nimio como hablar, morirás.

- Merecerá la pena.

- Te perderás lo que sucederá después, me dijiste que querías verlo.

- Lo se, pero a veces hay cosas más valiosas por las que merece la pena dar la vida.

- Es tu decisión, no te lo impediré. Si es eso lo que quieres hacer, ha sido un placer haberte conocido y haber compartido tanto juntos.

- Igualmente, espero que tu sueño se llegue a cumplir.

- Ahora mismo no depende de mi, una catástrofe está sucediendo y solo ellos pueden detenerlo, solo ellos pueden romper el ciclo. Solo ellos pueden asegurar el futuro.

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