11 mar 2019

Sesión 48 del 2.0 NG -- Sesión de Ike

*Sesión dirigida y resumen escrito por Ike (Summer)*


Lilith y Evangeline marcharon de Reposo de Taliyah para aventurarse en su primera misión oficial como heroinas provisionales. Su misión les esperaba en Yonderbell, una aldea situada a dos dias a pie.

Durante su camino, encontraron muchos carros de transporte y viajeros. Pasaron la primera noche en la posada "El descansito" donde vieron a mucha gente peculiar. Tras marchar casi durante otro día entero, decidieron acampar hasta que una voz de un niño las alertó y resultó ser un aldeano de Yonderbell, Arióm Nanet. El chico estaba a las afueras de la aldea pues estaba buscando a una amiga suya que parecia haber desaparecido, Brianne Valir. Tras intercambiar palabras con el chico, este se ofreció como guia para llevarlas a la posada de su madre y pasar ahí la noche.

Al llegar a la posada, una mujer grande le dio una colleja a en la nuca de Arióm, era su madre preocupada, Maodan. Esta, extrañada de ver a unas niñas como heroinas, les ofrecio una habitacion a las chicas para que pudieran pasar la noche.

En la habitacion, mientras Evangeline se cambiaba, Lilith pudo ver en la espalda de la chica una enorme cicatriz, del que surgían unas erupciones subcutaneas alargadas y finas. Lilith preguntó con curiosidad, pero Evangeline solo le dijo que los tenía desde pequeña de algo que le ocurrió, pero su padre le pudo ayudar.

A la mañana siguiente, Arióm llamaba con energia a la habitacion de las chicas. Tenía la misión de guiarlas por el pueblo aunque las chicas lo echaron una vez hablaron con el "Sheriff" del cuartel, Nau Coz. El motivo de que no quisieran al chico con ellas era porque no querían implicar a un civil en su labor.

El guarda parecía muy despreocupado y poco profesional en su trabajo, aún así entregó el informe de su misión junto unas pociones y grilletes por si la necesitaban. Creían que su misión era el del rescate de una chica, pero al final parecer ser que se trataba de investigar un robo.

Visitaron la mansión del señor Armin Manrique, un hombre rico y viudo. Su familia fue parte de los Protectores del Ojo, pero ahora solo quedaba su hija Joya como legado de este, aunque tambien desapareció junto a Brianne Valir.

Al pasar al interior de la mansión, vieron una exposicion de armas y armaduras de gran variedad, aunque faltaba una, tras preguntar por ella, resulta que Joya la usó para marchar tras la busqueda de Brianne.

El hombre las llevó al comedor y ahí finalmente vieron la escena del crimen. No encontraron muchas pistas más allá de que alguien tuvo que abrir la ventana desde dentro para poder entrar en el domicilio. Tras ello, fueron a la habitacion de Joya para ponerlas patas arriba. No encontraron mucho hasta que al final Eva decidió mirar tras el espejo y ahí encontró una carta pegada con celo. Era una carta de su supuesto amante, Rober. Esto les dio indicios de que ella pudo haber robado el cuadro y haberse marchado con él, ya que su padre no toleraba de que un chulito estuviese con su hija.

Sin más pistas que hallar, marcharon al ayuntamiento de los Valir acompañadas de Manrique.

Una vez allí, fueron recibidas por una mujer bastante alterada. Era la madre de Brianne, Agrafina. Las invitó a pasar y ahí vieron a un hombre apagado y destrozado, Boris, el padre de Brianne. De nuevo, intercambiaron informacion y recibieron una nota de los secuestradores con una caligrafia horrible en la que pedían que no llamaran a la guardia o ejecutarían a su hija, por ese motivo fueron llamadas Lilith y Evangeline.

Una vez más, decidieron ir a la habitacion de la hija, en este caso la de Brianne. No tardaron mucho en encontrar una nota en la mesita de noche de esta en la que una tal "T" invitaba a la chica a jugar cerca de la chatarrería. Cuando se dispusieron a salir de la habitación, Lilith, se percato de que Arióm estaba cotilleando desde la ventana y ahi aprovecho para ver si el podia haber sido uno de los responsables de la desaparición de Brianne, pero no fue así.

Armin y Boris hablaron de que la posible culpable podría haber sido una Tifflin que vivia en la aldea hasta que su madre falleció y fue expulsada tras ello. La llamaban tal cual, "Tifflin", pues no querían decirle su verdadero nombre, ya que no la consideraban un ser lo suficientemente digno como para poseer uno. Las chicas insistieron en saber el nombre y al final accedieron de mala gana y les dieron el nombre: Eslatra.

Tras salir del hogar de los Valir. Arióm guio a las chicas hacia la antigua chatarrería de la aldea a las afueras de esta, lugar donde residía Eslatra cuando fue exiliada del pueblo.

Cuando llegaron, no respondió nadie, por lo que se marcharon de nuevo hacia la aldea, entonces fue cuando encontraron a la chica semi-demonio. Esta se mostraba muy asustada y reacia a hablar con las chicas, aunque estas se mostraban totalmente de su lado, la chica parecía haber sufrido lo suficiente como para sentir miedo por cualquier persona que se acerque a ella.

Las chicas les dijeron su nombre para mostrar que estaban de su parte, pero aunque Eslatra mostró un pequeño brillo en sus ojos al saber su verdadero nombre, se alejó rápidamente de las chicas para marcharse, pero diciéndole antes la ubicación de los bandidos del aire.

Arióm les mostró el camino hacia "La cueva del amor". Estaba al norte de Yonderbell y tenía ese nombre pues los enamorados iban allí para tener intimidad. Tras una larga caminata, se metieron de lleno entre un bosque y una pequeña montaña y encontraron la cueva custodiada por muchos bandidos ebrios.

Lilith y Evangeline se encargaron con una gran profesionalidad de los bandidos y tras ellos, su líder, Wick, les dijo que todo fue el plan de una chica con diadema, aunque uno de ellos dijo que no era una diadema, por lo que pronto figuraron quien podría haber sido... Eslatra.

Volvieron a la chatarrería tras entregar a los bandidos, allí, Lilith tiro la puerta abajo tras no recibir respuesta de su inquilina en el interior, tras investigar un poco, encontraron una trampilla con un candado con combinación. Tras descubrir un libro que les dieron la pistas que necesitaban, pudieron abrir la trampilla y bajar bajo tierra hasta que llegaron a un edificio abandonado y con signos de ser muy antiguo.

Todo indicaba que Eslatra encontró aquel lugar y excavó un agujero para acceder rápidamente a él. Se apresuraron para encontrar a la chica, y así lo hicieron, pero se llevaron una desagradable sorpresa. Efectivamente fue ella quien secuestro a Brianne y a Joya. Estaban en una gran sala en la que había una gran fuente con agua en el centro junto a una capsula de cristal en la que se encontraba Brianne atada y amordaza. Eslatra estaba sentada en el agua y en el suelo había unas runas que rodeaban a Joya, junto a otras que estaban separadas de estas.

La chica, asustada, no quería escuchar a las heroínas, por lo que activó las runas y así comenzó el combate contra Joya, pues parecía que estaba siendo controlada mentalmente por las runas, a la vez que las otras runas lanzaban unas terribles descargas eléctricas a Eslatra y Brianne.

Fue una batalla dura, pues Eva se sumía en su característico pánico que le llevaba a no rendir con tanta eficiencia como contra los bandidos; además, Joya mostraba una gran maestría en combate que superaba a Lilith, aunque esta se dio cuenta de que borrando las runas podrían parar esta locura. Gracias a los lobos que pudo invocar finalmente Eva, pudieron inclinar el combate a su favor, ya que todos ellos se dedicaron a borrar las marcas del suelo. La chica seguía asustada pero no perdió el control del todo, signo inequívoco de que quería rescatar a Eslatra de la presa de su propio odio.

Tras un largo combate, Joya cayó derrotada tras eliminar la última runa, pero Eslatra se convirtió en una humana casi adulta. Estaba realmente agotada y desesperada e intento escapar. Lilith se apresuró en perseguirla esquivando todas las trampas colocadas por Eslatra como medida de seguridad, hasta que finalmente la atrapó y fue ahí cuando los ojos de la chica se apagaron, perdiendo toda esperanza en su vida, pues ahora seria arrestada después de cometer algo que nunca podría perdonarse: traicionar a las únicas amigas que tuvo en la aldea.

Tras encontrar una trampilla oculta, pudieron salir a la superficie y llamar a la guardia usando la pistola de bengalas que Nau les dio. Volvieron al pueblo y fue una sensación agridulce para las chicas.

Por una parte habían solucionado los problemas por la aldea, pero por otro, vieron un odio irracional hacia Eslatra, aunque esta ya no era una demonio. Evangeline les contó una verdad a medias, pues se inventó que alguien había manipulado a la chica aprovechándose del resentimiento que tenía esta por la aldea. Igualmente les gritó enfurecida su actitud hacia esta, por lo que decidió llevársela de vuelta a Reposo de Taliyah para mostrarle a la chica que aún había esperanza y que puede ser querida aunque sea de una raza diferente.

Lilith la encadenó igualmente para asegurarse de que no escapase, pero pudo ver en los ojos de Eslatra un vacío enorme. Ya no le importaba nada, había sucumbido a la oscuridad. Joya les dio las gracias y les siguió el juego con la excusa de que Eslatra fue controlada por un mal superior. Gracias a la ayuda de una elfa que residía en la aldea, pudieron ayudar a Brianne y tras ellos, las chicas marcharon junto a Eslatra a Reposo de Taliyah, con esperanza de tener a una compañera nueva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario