29 jun 2019

Sesión 57 del 2.0 NG

La sesión comienza con la reanudación del trayecto por la mina tras descubrir que Liv estuvo allí horas atrás. Continuaron caminando durante varias horas hasta que Lilith escuchó ruidos procedentes desde atrás. A pesar de que actuaron con la mayor cautela posible, se dieron cuenta de que no había peligro alguno, pues se trataba de Hum-hum, la mascota de Summer. Este había salido desde Maret y había acudido hasta su dueña, siguiéndola sin cesar; además, su pelaje se estaba tornando blanco por la parte superior del animal. Después de examinar el animal y asegurarse de que nada raro ocurría en él, reanudaron la marcha. Pero tuvieron que frenar cuando se toparon con el trayecto de la mina que había colapsado y era completamente imposible avanzar por allí.


No tuvieron más remedio que desviarse y tomar caminos alternativos. Con el leve conocimiento de enano del grupo, pudieron guiarse por las minas y cuevas hasta un punto en común, el Claro Central. Les llevó más de un día llegar hasta aquel punto, pero durante el viaje ocurrieron dos cosas: la primera fue que hallaron un talismán mágico que mejoraba los poderes curativos de Summer; lo segundo se trató de que encontraron una especie de mamífero subterráneo llamado Ekyrrel. Precisamente, aquella criatura en concreto se encontraba bastante triste pues mientras que el grupo descansaba, un grupo de Ettin asaltó su madriguera y se llevó a toda la manada capturada.

El grupo salió al exterior, un claro que resultaba ser un punto central montañoso, pues estaban completamente rodeados de ellas. En esa zona externa conectaban todos los túneles de la mina enana, con un pequeño fuerte en ruinas en la parte central. Allí descubrieron que habían múltiples salidas alternativas al lado de la cordillera por el que querían salir, siendo el más corto aquel por el que pasarían por plena ciudadela enana. Así pues, se pusieron a ello, pero no sin antes pasarse por la guarida de los Ettines para ayudar al pequeño Ekyrrel, el cual se había fijado en Lilith, pues su especie se sentía atraídos por los objetos brillantes, piedras preciosas, etc, especialmente los rubíes, rojos como el mismo color que sus ojos.

Sin demasiados problemas, aplacaron contra los fieros Ettines y sus adiestradas mascotas, denominadas dragones emboscadores. Tras hacerlo y liberar a toda la manada de Ettines, se reaprovisionaron con la comida que habían reunido los Ettines, además de que Summer liberó a las crías de los dragonidos que habían en un corral. El primer Ekyrrel, a pesar de que su manada ya se encontraba a salvo, quizás por gratitud o quizás porque se había fijado demasiado en los ojos de Lilith, decidió quedarse junto a ella. Continuaron avanzando, hasta que vieron un par de dragones emboscadores que fueron asaltados por los enanos de la zona. Pensaron que ya se encontraban a salvo y podrían atravesar el resto de la zona sin problemas, pero inesperadamente los enanos mutaron en cuestión de segundos para mostrar su verdadero aspecto, lanzándose como criaturas infernales contra los dragones emboscadores, los cuales murieron a base de los mordiscos y las garras desenfrenadas de los crueles enanos. El grupo prefirió evadirlos y seguir con la esperanza de que pudiesen atravesar la ciudadela con la mayor presteza posible, pero no fue así.

La ciudadela, a pesar de encontrarse en estado ruinoso, estaba altamente vigilada por hordas de dichos enanos. El problema era que dicha ciudadela se encontraba en mitad de una enorme grieta que se perdía en la oscuridad, así que la única oportunidad para llegar hasta la salida que ellos mismos veían desde el otro lado era la de atravesar los puentes de piedra. Si no, no les quedaría más remedio que tomar un desvío que les llevaría unas seis horas antes de poder salir, lo que sería perder el terreno que le estaban cogiendo a Liv, algo que podría ser crucial. Tras evaluar todas las opciones, decidieron no poner en riesgo la integridad de los miembros del grupo, tomando el desvío. Unas horas después, salieron al exterior y contemplaron el paisaje que tenían ante ellos. Acto seguido, recibieron el mensaje de Giovanni a través del walkie-talkie que habían obtenido de la riñonera que se le cayó a Phantom. Este había estado infiltrado entre los Evo Raiders, aprovechándose de su pequeño tamaño para recabar información y ponerse en contacto con otros escuadrones de alumnos y guardias. Entre los que respondieron, desde alguna parte, se encontraba Luna, Zeryen o Valruk.

Comenzaba el contraataque, pero varias horas más tarde...

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