27 feb 2021

Sesión 120 del 2.0 NG

La sesión comienza justo tras la llegada al poblado norte del territorio de los Patrasche, tras descubrir justamente que la aldea había sido infestada por los zánganos impostores y ya no había salvación alguna para su población, iniciando una batalla cruenta con una desventaja numérica para David, Ellie y compañía. El sonido del disparó fue lo que alertó a los zánganos impostores, del cual descubrieron posteriormente que provenía de Viggo Axelsanne y un pequeño escuadrón. 


En el bando norte, David y Ellie luchaban contra decenas de aldeanos que disparaban flemas de ácido y de fuego, cuyo daño colateral fue que empezasen a arder las viviendas cercanas. Posteriormente, los enemigos se acercaban para atacar con sus garras. Al principio no hubo mucho problema, pero en cuanto empezaron a ser rodeados fueron completamente abrumados. Necesitaron del apoyo de los conjuros de Yvette para sobrevivir, que junto con los explosivos de David y la forma troll de Ellie pudieron aguantar, aunque al final a duras penas. Además, el escuadrón de los soldados también tenían sus propios problemas protegiendo a los caballos, siendo sobrepasados y falleciendo varios de ellos. Kyra se encontraba completamente aterrada por ser su primera experiencia en un combate de ese estilo, con el peligro de la muerte acechando cada segundo. Al final, sin poder aguantar más, huyó bajo la recomendación de David. 

Por el lado sur, Viggo perdió a dos de sus tres hombres, pero pudo salvar al que quedaba. El secretario de la familia Patrasche demostraba poseer una agilidad y habilidad marcial superior, pero incluso así fue sepultado entre decenas de enemigos que lo mantuvieron apresado durante unos segundos cruciales. Para colmo, cuando parecía que la situación estaba controlada, apareció una reina impostora, como la que enfrentaron David y Ellie en el bosque norte de Delpierre el día anterior y que tanto esfuerzo les llevó para derrotarla; esta engulló por completo a Viggo y se acercaba peligrosamente al grupo norte, que ya estaba mellado por la batalla y a punto de desfallecer en cualquier momento. Ellie fue agarrada para ser devorada y ante su intento fallido de ser liberada, parecía ser el fin para ella. Pero de pronto, la reina estalló ante el poder de Viggo, que había usado desde el estómago de esta, haciendo que sus restos volasen por los alrededores. Había llegado el fin del combate y habían vencido, limpiando por completo la aldea de los infestados.

Después de recuperar el aliento un poco y apagar el fuego que se había esparcido por la aldea, se dedicaron a asegurar el perímetro e investigar los alrededores. Descubrieron unas cuantas cosas: que habían dos contenedores en las afueras de la aldea con crías de zánganos impostores, siendo el indicativo de que la plaga surgió de allí, ya que la llevaron con esa intención; y además, un documento donde un hombre cuyo nombre empezaba por 'Han' llegó para preguntar por el rebaño de ovejas. Lamentablamente, el papel tenía restos de chamusquina y no podía leerlo por completo. Agotados y sin nada más que hacer allí, Viggo regresaría a Serencia y el grupo volvería a Delpierre para descansar durante la noche.

A la mañana siguiente, Kyra, que llegó alterada por la noche para avisar a todo el mundo, fue calmada y concienciada de lo que habían pasado, aunque ella hizo lo que pudo y lo hizo bastante bien dentro de sus limitaciones, según le dijeron. Lo que quedaba a continuación, aparte de recoger el pastel de carne de la señora McFadden, era intentar seguir el rastro del rebaño de ovejas, pero sin poder recordar la apariencia del hombre que vieron en el camino unos días atrás, solo quedaba investigar las posibles rutas a las que podrían haber ido. Esta vez viajarian David, Ellie e Yvette solos, en dos caballos. 

En primer lugar fueron a Frutasa, al oeste de Delpierre. A pesar de la desconfianza que parecía transmitir el dueño, este les dejó pasar y que echasen un vistazo por los alrededores, donde no encontraron nada sospechoso. Igualmente, antes de viajar a Asrafe, dejaron a Yvette encargada de vigilar el recinto por si veía algo sospechoso en las horas posteriores. David y Ellie fueron a Asrafe y tras preguntar a un comerciante que iba en carro y a una señora mayor en una granja, no sacaron nada en claro sobre la pista del rebaño de ovejas. Finalmente, visitaron la residencia de uno de los propietarios del conglomerado, el señor Lennert. Este no pudo ayudarles tampoco ante las preguntas sobre el rebaño de las ovejas y si habían visto algo raro, así que volvió al interior de su hogar con un portazo que se le fue de las manos. Ellie escuchó posteriormente a hurtadillas una llamada que llevó a cabo Lennert con su pareja, en la que le decía que no podía gastarse tanto dinero en el sastre. 

Con la parada para comer a mediodía, David y Ellie esperan encontrar el rastro de los ladrones antes de que sea demasiado tarde...

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