3 mar 2021

Sesión 121 del 2.0 NG

 La sesión comienza tras la pausa para comer que tomaron durante el mediodía en Asrafe antes de continuar la investigación sobre el rebaño robado. De pronto, empezó a llover y el agua empezó a calar en ambos mientras viajaban a caballo a casa de Janassa. Aunque no obtuvieron respuesta por parte de la anciana porque esta acababa de comer y quería echarse una siesta, su nieto respondió y les dejó toallas y un paraguas para que se protegiesen del agua.



Volvieron a la casa de Lennert a buscar algo más de información. Allí descubrieron varias discrepancias con respecto a lo que decía el co-propietario de Asrafe mientras ponía a cargar los teléfonos de ambos, ya que fueron con aquella excusa. Resultaba que la casa no estaba desordenada como él ponía como excusa para evitar que entrasen, además de que no tenía ni novia ni mujer, cuando ellos escucharon horas antes que hablaba por teléfono con alguien que debía ser su pareja. Pero sin una orden judicial poca cosa podían hacer que no fuese legal. Resignados porque le habían llamado Yvonne para que volviesen en breve para Serencia, con el resquemor de no poder resolver la incertidumbre que tenían ante ellos, además de que Yvette volvió sin descubrir nada tampoco de la zona de las industrias y mataderos de Asrafe, intentaron preguntar a Janassa por última vez.

Gracias a hablar con ella una última vez, además de también acercarse a la casa del vecino, Lopecci, pudieron corroborar que si el rebaño robado pasó por allí, sin duda era para refugiarse en la granja de Quinten, el otro de los co-propietarios. Con la excusa de que los soldados que saldrían de villa Delpierre tardarían dos horas en acercarse adonde están ellos, prorrogaron la vuelta a Serencia consultándolo una vez más con Yvonne. No fue en vano, ya que descubrieron personal armado tras las cercas de su territorio, al que rápidamente fotografiaron para guardarlos como pruebas.

Debido al alto número de personal armado y que había rastro que conducía los vehículos a las Granjas Susurrantes, lugar que previamente escucharon, decidieron no arriesgarse en un entorno peligroso y seguir el rastro hasta las ruinas donde parecían que se reunían para llevar a cabo tales actos ilegales. Llamaron a Yvonne para que enviase refuerzos y detuvieron a los implicados en la granja de Quinten mientras ellos viajaban a las ruinas del oeste. Una vez allí, por fin vieron al hombre cuyos rasgos no recordaban, aquel que manejaba el rebaño junto con otras dos personas, Hanke. También se encontraba su hermano Jorys y unos cuantos miembros armados que por su aspecto, debían ser granjeros que habían adquirido armamento. 

La detención se llevó a cabo, aunque con algún problema que otro. Ya era la tercera vez que Ellie no lograba desencadenar la técnica que había estado entrenando estos meses en combate real, algo que sin duda hubiese supuesto un elemento de sorpresa muy significativo. Justo después, David recibió heridas severas en las piernas causadas por los disparos de los revolveres de Jorys. Aún con estos impedimentos, más una explosión de un bazooka que también dejó tocada a Ellie, los héroes pudieron reponerse y lograr detenerlos a todos. 

Interrogando a esos granjeros, descubrieron algo de información como que ellos llevaban a cabo estos actos mediante una alianza con Heisenberg, con el que ellos le dieron recursos para facilitarles el trabajo, a cambio de hacerles un favor, aunque no tenían más detalles sobre ello. También mencionaron a un tal "V", que parece el que ha organizado todo el movimiento anti-Patrasche, y que no es ni Lennert ni Quinten. Ellie intentó sacar más información de Hanke y su hermano, pero este no soltó nada más que una frase que decía "994, incidente de Anslach", antes de escupirle a las botas. David buscó por los alrededores porque aún había algo que no le cuadraba del lugar, aunque lamentablemente no pudo encontrar nada extraño. Encima, Yvonne llamó diciendo que cuando llegaron no encontraron ni rastro del personal armado en la granja de Quinten, solo se encontraba él, al cual se llevaban detenido. Tampoco lograron hallar a Lennert en su domicilio, que había desaparecido 'limpiando' el lugar de todo posible archivo incriminatorio.

De vuelta a Serencia, se encontraron con un pasaje desolador. La población se encontraba furiosa por las recientes noticias que implicaba la futura falta de alimentos, achacándole la culpa a los Patrasche por el monopolio que está creando. Entre los altercados se incluían contenedores ardiendo, asalto a la guardia y a comercios. Un antes y un después para Serencia y toda la región sureste de Reposo de Taliyah.

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