Sesión 140 del 2.0 NG

La sesión comienza en el castillo en ruinas donde se encontraba Semestra, después de que el grupo regresase con la llave de Botani. La chica se alivió mucho al descubrir que habían logrado salvar el alma del guardián, cuando el grupo les contó que este había sido controlado y tuvieron que luchar contra él. Con su alma intacta, este regresaría a Rethernia para volver a renacer. Además, ahora que disponían de la llave, la chica les contó la ubicación de una de las torres de entrada a la ciudad extra-planaria.

Resultaba que Rethernia era una ciudad que conectaba todo el Bosque de los Inquietos mediante una conexión planaria paralela, a través de cinco puertas. Con esta nueva ruta, más cercana que las que habían barajado previamente, se presentaba la posibilidad de poder entregar a Kunzita con bastante garantías, ya que una de las puertas conectaba con una ubicación cercana a Reposo de Taliyah. 

El grupo se encontraba agotadísimo y con hambre, así que se alimentaron rápidamente y se dispusieron a descansar de inmediato. No obstante, el descanso duró un par de horas apróximadamente porque llegaron dracotauros al lugar, teniendo que abandonarlo. Ambos monstruos advirtieron la presencia de olor en la zona y usaron el cuerno para, en cuestión de una hora, tener patrullas por todos lados al grupo.

En condiciones óptimas, podrían haber luchado contra dichas criaturas, pero se encontraban muy mermados por las heridas de los combates que llevaban arrastrando encima, sumado al cansancio por no conseguir descansar bien, así que eligieron evadirlos a todos. Pasaron por un cruce para dirigirse al suroeste y darles esquinazo, pero olvidaron que no tenían los poderes de Dafne activos, ya que la chica seguía inconsciente por el daño sufrido contra Botani. Eso afectó en que dejasen huellas que los dracotauros advirtieron y, de nuevo, tuvieron patrullas encima. Tuvieron que esconderse en las copas de árboles para que pasasen de largo, algo que casi les sale mal porque David se quedó a nada de delatar su posición, pero al final pudieron avanzar. Descubrieron que los enemigos no eran tan solo dracotauros, porque también mencionaban sierpes, además de que posteriormente vieron una criatura voladora de la que se tuvieron que esconder.

Ya casi sin fuerzas, optaron por descansar un par de horas más en lo alto de uno de los montes cercanos a la antena de comunicaciones. Echarse les vino bien, aunque fuese otro rato nada más y encima sobre el barro, ya que no todos disponían de sacos de dormir, pero el esperar provocó que de nuevo se le echasen casi encima y tuviesen que reanudar la marcha con presteza. Al sur, vieron unos cuantos sujetos que resultaron ser un nuevo tipo de criatura, que si bien tenían rasgos dracónicos, parecían enormes orcos en cuanto a su complexión física. Estos estaban charlando con los dracotauros en la base de las ruinas de la torre de vigía, así que pasaron de largo y siguieron hacia el sur. Decidieron que descansar del todo en las casas sería algo viable, ya que se habían desviado lo suficiente al sur y quizás allí ya no les estarían buscando. 

Aunque llegaron a la casa, algo les llamó la atención. Aún en aquella noche, las casas seguían iluminadas, aunque ya tenuemente. Pero de repente, una de las casas del oeste se volvió a iluminar con intensidad. Al usar los prismáticos, el grupo vio numerosos individuos ataviados con capas negras, capuchas y armas ligeras. Se encontraban vigilando con prismáticos la zona este de la casa y, aunque el grupo construyeron sus hipótesis sobre quiénes serían, decidieron ocultarse y poder dormir. 

En el interior de la casa donde durmieron la última vez, cuando se encontraron con el grupo de Arrow, volvieron a dormir. Esta vez fueron unas cuatro horas, que en total sumarían casi ocho para la mayoría del grupo, aunque al ser de manera fraccionada y en las condiciones en las que fueron, no parecía aún suficiente, pero al menos ya podrían seguir moviéndose hacia el siguiente objetivo. Despertaron, no porque quisiesen, sino porque de nuevo tenían enemigos cerca; esos seres dracónicos ocres se acercaban a la casa. Salieron por la parte frontal y se ocultaron entre la maleza para poder observar la casa y, con suerte, poder esperar a que los enemigos pasasen de largo y pudiesen volver a descansar, algo que no sucedió.

Aquellos seres avisaron a los demás a su alrededor, porque descubrieron que las camas estaban aún calientes. Esta vez, apareció el jefe, que decidió usar todo lo que estuviese en sus manos para encontrar a las presas que estaban siguiendo. Pero entonces, apareció otro ser dracónico más, que informó que habían encontrado a una persona al este, que estaban acorralando porque estaba herida, aunque usaba unos poderes telequinéticos de sangre bastante molestos. El grupo asumió rápidamente que se trataba de Barayev y decidieron que tenían que ayudarle.

Entonces, optaron por dividirse en dos grupos. El primero, formado por Nayru, Semestra y Samuel, se llevarían a Michelle y Kunzita, para ser los primeros en entrar en el templo. La guardiana le hablaría al constructo guardián del resto del grupo, para que les dejase pasar. También escondería la llave cerca para que la usasen. El otro grupo, formado por Dafne, que ya había despertado, David, Ellie, Luthor y Summer, se dirigirían al este para salvar a Barayev. No dejarían atrás al grupo de Gabriel, aunque asumieron finalmente que con lo 'infestada' que estaba la zona de enemigos, el grupo no se habría acercado al territorio de la casa. Igualmente, Nayru se encargaría de encontrarlos cuando ya llegasen al templo y pusiesen a la inconsciente Michelle y al prisionero Kunzita a salvo en Rethernia.

El grupo de rescate de Barayev se dirigió al este de inmediato. Sin darse cuenta, pasaron por la misma zona en la que el coche de Gabriel salió volando cuando fue golpeado por Sergeyevich, con la suerte de que se acabaron encontrando con el escudo de Summer de vuelta, a lo que la chica recibió como un bonito regalo. Posteriormente, escucharon a los jefes de las tribus de los monstruos de las patrullas discutir, pero decidieron dejarlo de lado para ir lo más rápidamente posible. 

Pero entonces, se encontraron de repente con nada más y nada menos que Tousen, al cual Ellie y Summer no veían desde el 28M. El miembro de Requiem, al que se le notaba que le faltaba el brazo derecho, empuñaba su katana sobre una chica herida que posteriormente descubrirían que se trataba de un miembro de la banda de Adam Cole, la Espina, cuando apareció de repente Joy para rescatarla, ya que ahí fue cuando mencionó su nombre. Con uno de los peces gordos de la banda luchando contra Tousen, el cual había delegado la tarea de atrapar a Barayev a los monstruos, descubriéndose que era él quien estaba detrás de dichas patrullas, el grupo optó por no ver el enfrentamiento y sacar aún más ventaja del terreno para llegar cuanto antes a por Barayev.

La sesión termina cuando llegaron a la zona donde este se encontraba luchando, a punto de ayudarle para poder salvarle de la amenaza de los dracotauros y los seres "draco-marrones".