La sesión comienza justo cuando el grupo se iba a separar en dos para investigar los alrededores de la cripta que había visto en la distancia, el posible lugar al que necesitaban llegar para completar su objetivo: encontrar la "llave" para ser bien recibidos por las defensas de Ozphrunova.
Lo más destacable que lograron encontrar, antes de subir unas escaleras hacia el edificio principal que no se encontraba exactamente donde estaban, fue una especie de medalla que se otorgaba después de "acariciar" el cuello de un águila que adornaba lo que parecía una fuente.
Cuando subieron las escaleras encontraron el edificio principal, otros dos edificios que estaban cerrados tras unas puertas que estaban adornadas una por la figura de un caballero de Utgarde y otra por una corona y por último, en una parte central, estaba el círculo de runas que creaba la cúpula que hacía de este lugar invulnerable a los efectos negativos de la maldición. Cúpula que al cruzar el grupo sintió como un sentimiento, como de mal humor o pesadez, desaparecía al cruzarla.
Una vez dentro del edificio principal, el único al que podían acceder, se encontraron con la presencia de un antiguo teniente humano, Philbert, que les explicaría el camino que deberían seguir y los desafíos que superar para llegar hasta Marphius como recompensa final.
Para la primera prueba debían elegir como máximo a dos miembros por lo que Ellie y David se encargaron de superar una compleja prueba de espejos que podían ser atravesado como portales y hacer que unas limitadas llaves activasen o desactivasen las puertes que le permitirían avanzar. Habiendo dos posibles caminos, primero consiguieron el que resultaba más accesible pero inquietos por la posibilidad que el otro ocultase algo que mereciese la pena, lucharon por conseguirlo y así lo hicieron, siendo recompensados con una mejora en sus capacidades como aventureros y algún objeto mágico.
La segunda prueba consistía en un enfrentamiento a dos bandas: se deberían enfrentar al propio Philbert y a un teniente elfo conocido como Durothil. Gracias a una eficaz estrategia que trazaron entre todos, comenzaron asentándose en el enfrentamiento con mucha soltura por lo que obligaron a los tenientes a empleartse al máximo y utilizar con prisa sus principales recursos. Pese a todo, el grupo de futuros héroes se salió con la suya sufriendo únicamente la baja temporalmente de Hina, que se mantendría paralizada un tiempo considerable, cosa que no le permitiría utilizar la palabra de regreso si conseguían su objetivo a corto plazo.
Una vez superado el combate contra los tenientes tan solo les quedó la conversación con Marphius, quien después de resolver alguna de sus dudas, como que la moneda que habían conseguido anteriormente era una especie de protección contra la maldición, les dijo que lo que estaban buscando para entrar en Ozphrunova no estaba ahí, si no en su antigua fortaleza personal. Les dio las herramientase e indicaciones para llegar hasta eso que buscaban e inmediatamente se marcharon con la promesa de que si existía la posibilidad, intentarían encargarse de liberar a esta tierra y a todas las almas atrapadas por la maldición de ella.
Decidieron avanzar siendo ya de noche y justo en ese momento terminó la sesión.
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