2 dic 2016

El peso del deber



- Está allí, yendo al castillo -. Indicó Akshael señalando hacia el este. Entre tanta nube de humo negro se discernía el castillo de Tydoras con la mayoría de sus torreones en ruinas pero aún con su impactante fortaleza intacta e iluminada por el amanecer.

- Dejádmela a mi -. La mirada cambió en Maief, quien pasó de estar con la cabeza perdida por la masacre que estaba ocasionando al frente de los Protectores en la parte central de la ciudad a enfocarse por completo en lo que debía hacer. Se lo debía a Evolution... Bueno, al fin y al cabo les debía todo a ellos.

- No te excedas -. Le aconsejó Akshael a pesar de que él quería participar también para traer de vuelta a Miracle, debía enfrentarse a otros problemas en ese momento, como la llegada de Jellial.

- La traeré de vuelta -. Dijo con suma decisión y sin mirar a Akshael. El paladín entendió que ya estaba concentrándose más en el combate que en lo que le decía él así que prefirió no añadir nada más.

Flexionó las piernas y apoyó sus manos en el suelo para dar un salto que la llevó disparada hasta la muralla del castillo. Aterrizó en la parte exterior de esta, clavando las garras de su mano derecha en la almena mientras se apoyaba en la pared vertical con sus piernas y empezó a recorrer con su mirada todo lo que tenía a su alrededor. Allí podía ver con más claridad, sin tanto humo del bombardeo provocado por los buques de los Protectores: Vio a Thaine no muy lejos de donde estaba, luchando contra un tipo con el pelo blanco que conjuraba unas cadenas de energía; Más allá estaban Raenia y Raeric que se acercaban al puente sur del castillo. Siguiendo con la vista su recorrido, la encontró. Miracle estaba allí para cortarles el paso y luchar contra ellos. Pero nunca llegarían a ser sus rivales. De nuevo repitió el movimiento para salir impulsada, esta vez concentrando el Vitalis en sus piernas para tener mayor propulsión. Como un torpedo, Maief la embistió y llevó con ella más allá del puente, hacia la costa sur de la ciudad.

Ambas acabaron en la playa natural, Maief cayó de pie deslizándose por la arena y levantando una capa de polvo de esta; Miracle se estampó de lleno con el muro que dividía el principio de la ciudad con la playa, el estallido y la fuerza de este se llevó por delante a varios Protectores que habían por allí, que salieron volando por los aires.

- ¡Eh, un enemigo! -. Gritó uno de los Protectores señalando a Maief.

- ¡Eh, ha aparecido de la nada! -. Exclamó su compañero.

- ¡Eh, vamos a por ella! -. Sugirió otro más.

- ¡Dejad de decir "Eh" u os reviento la cabeza! -. Dijo un hombre de voz más grave detrás de los demás. Este vestía con más galones que el resto, era algo viejo y llevaba un nunchaku como arma del Protector, con las gemas incrustadas en cada uno de los palos.

- ¡Sí, Elentir Huskerio!

- ¡Capturadla! -. Ordenó el Elentir y todos sus hombres saltaron al mismo tiempo que él para atacar a la vez.

Maief no se movió del sitio o mejor dicho, pareció que no se movió. Su velocidad fue tan alta que por un instante habían varias Maief que se movían de un lado a otro entre los Protectores, todo al mismo tiempo que la imagen más clara de ella seguía de pie sin moverse. En cuanto acabó, apenas dos segundos más tarde, los Protectores cayeron al suelo totalmente descuartizados, empapando de sangre la arena de la playa. Los que no habían saltado a por ella porque estaban conjurando detuvieron sus sortilegios sumidos en el pánico y murmurando a duras penas el nombre de su superior también fulminado, tras lo cual salieron huyendo de allí. Maief no tenía tiempo para tonterías, el polvo del impacto de Miracle ya se estaba disipando y esta caminaba sin ninguna herida, acercándose a ella.

- Por fin te tengo delante de mi -. Comentó Maief, cerrando los ojos y respirando hondamente para intentar mantener la concentración. pero el peso del deber se lo impedía. Después alzó su garra izquierda frente a ella, como ya era costumbre en la pose de pelea que adoptaba -. Que vayamos a tener nuestro segundo combate es totalmente culpa mía y por eso... Voy a traerte de vuelta.

Miracle no dijo nada, sus ojos enteramente blancos estaban completamente clavados en ella. Alzó sus puños apretados y separó levemente sus piernas.

La pose de las dos eran idénticas a como lo fue entonces, lo que llevó a Maief a no escuchar nada a su alrededor; Ni los bombardeos, ni el sonido de espadas o conjuros, ni los gritos de dolor o muerte. Estaban una frente a la otra de la misma forma que estuvieron en las Artes de Sangre antes de su combate y eso envolvió lo que había alrededor con los recuerdos de Maief. Los gritos del público que aclamaban por Super Mazapán y esta portaba la indumentaria de entonces en vez de la de los Protectores, con su pelo y ojos de color negro, y ella con la ropa que ocultaba su apariencia. En aquella ocasión, el motivo para pelear de cada una eran completamente opuestos. Super Mazapán quería por entonces alejar a Enigma del tormento que sufría para que pudiesen ser amigas tras acabar el combate; Ahora, Maief quiere resarcirse de lo que ocurrió y luchar contra Miracle para traerla de vuelta a Evolution.

Sus recuerdos se disiparon, volvían a estar en la playa y ambas cargaron contra la otra.


Antes de que fueran a chocar entre sí, Maief usó su cola como resorte para saltar por encima y con su mano derecha agarrar la cabeza de Miracle para lanzarla con todas sus fuerzas. Esto pilló desprevenida a la elfa y no pudo evitar salir volando hacia la ciudad, atravesando uno a uno varios edificios que habían cerca de la costa. Intentando recuperar el campo de visión debido a la capa de polvo que tenía a su alrededor, Miracle se estabilizó pero tampoco pudo bloquear el siguiente ataque de Maief, pues esta había seguido el recorrido de destrucción que había ocasionado con su lanzamiento. Ambas garras se clavaron en el abdomen de Miracle y a continuación la desgarró haciendo un movimiento horizontal con cada una hacia el exterior del cuerpo. La elfa se inclinó hacia delante y escupió sangre pero eso dejó el angulo perfecto para que recibiese un rodillazo que la mandó a volar nuevamente, esta vez hacia arriba, terminando de arrasar lo que quedaba del edificio donde se había estrellado anteriormente. Nuevamente, Maief la siguió para no darle margen de respuesta, quería derrotarla tan rápido como pudiera y para ello tenía que luchar como si quisiese matar a su rival, sin miramientos. Pero esta vez Miracle pudo reaccionar y esquivó la acometida de Maief para a continuación agarrarle de la cola y lanzarla hacia otra parte de la ciudad, hacia una plaza que enseguida fue totalmente destruida.

El impacto que recibió Maief provocó que tuviese que concentrar el Vitalis para regenerar las contusiones que había recibido pero esta vez fue Miracle quien no le dio tregua; La elfa arremetió entre la nube de polvo y peñascos que aún estaban cayendo del impacto en la plaza mientras que sus heridas sanaban sin necesidad de concentración. Agarró a Maief de la cabeza y esta vez fue ella la que experimentó en su cuerpo el dolor de atravesar decenas de edificios con suma fuerza, pero Miracle iba también con ella y seguía agarrando su cabeza para estrellar una y otra vez con todos los obstáculos que les salía adelante, sin soltarla. Al final clavó la cabeza de Maief en el suelo con tanta fuerza que de nuevo se generó un nuevo cráter en la ciudad. Con ella aturdida y Miracle de pie a su lado, concentró el Vitalis blanco en su puño derecho para propinar un golpe letal. Maief conocía muy bien ese ataque, ya lo había recibido en las Artes de Sangre con el nombre de "Super Mazapán Punch" y ahora debía de ser aún más poderoso con ese Vitalis avanzado. No tenía mucho tiempo para reaccionar ni esquivarlo así que usó nuevamente su cola en la pierna derecha de la elfa para desequilibrarla y que el puñetazo impactase en la roca del cráter donde se encontraban. Maief aprovechó para incorporarse y contraatacar con su garra, que arrasó con el brazo derecho de Miracle pero esta también había impactado al mismo tiempo su puño en la cara de su rival, con un estruendo tan fuerte que creó una onda de choque que impactó en las paredes del cráter. El brazo derecho de Miracle se regeneraba casi al instante pero en el pequeño lapso que pasó sin que pudiese usarlo, Maief usó esa ventaja para seguir arremetiendo contra ella, a pesar de las inmensas oleadas de dolor que sentía.

Un puñetazo más de Miracle, esta vez en el abdomen.

Las garras de Maief atravesaban el cuerpo de la elfa.

Ambas salieron del cráter, moviéndose a gran velocidad por las calles de la ciudad.

Miracle se lanzó a por Maief, su puñetazo falló e impactó en una de las casas de Tydoras, cuya onda de Vitalis se propagó y destruyó varias decenas más en línea recta.

Maief aprovechó el puñetazo fallido, enrolló su cola en torno al brazo para apresarla y con su garra atravesó por completo su torso, saliendo la garra ensangrentada por la espalda de la elfa.

A Miracle no pareció dolerle en absoluto, aprovechando la cercanía de su rival le dio un cabezazo que de nuevo la dejó grogui. Se la quitó de encima con una patada que rompió el brazo derecho de Maief y varias de sus costillas.

Ambas cogieron distancia, Maief no tenía tiempo para regenerar sus heridas pues Miracle preparaba su siguiente ataque.

No quedaba más remedio.

Alzó la garra del brazo izquierdo y empezó a liberar Vitalis para a continuación concentrarlo y derrotar con eso a Miracle.

No tenía mucho tiempo más, la elfa se lanzaba a por ella.

Y tampoco pudo concentrarlo al máximo debido al dolor y las múltiples hemorragias internas.

Se tuvo que lanzar también.

Todo se volvió negro.

Y Maief se despertó de un sobresalto, con el corazón acelerado y sudando. El fuego de la hoguera brillaba desde su derecha, cerca de donde descansaban el resto de sus compañeros.

- Todo ha sido un sueño... -. Murmuró ella llevándose la mano a la frente para quitarse el pelo y secarse el sudor.


Todo había sido un sueño, sí, pero también había sido real. Maief falló en el intento de traer de vuelta a Miracle y eso le carcomía por las noches, impidiendo que descansase satisfactoriamente. En cuanto su mente se despejó se acordó de lo que había ocurrido momentos antes, cuando se encontraban en la guarida de los Devva. Después de que sellase por completo el conducto que llevaba hasta el final, al volver con el resto del grupo se percató de que Akshael había desparecido y Thaine de Gwynt había muerto. Alanne lloraba desconsoladamente mientras que Raeric intentaba calmarla, en vano; Alleria recogía el cuerpo inerte de Thaine y con sus dedos, cerró sus ojos vacíos.

De nuevo, Maief sentía que les había fallado. No estuvo allí para ellos, para apoyarles y procurar que nadie saliese lastimado o se separase del grupo. Sumida en la desesperación, mientras los demás debatían qué hacer, Maief salió por la única salida de la madriguera de los Devva. Estaba tan furiosa por la perdida y por la impotencia que iba a pagarlo con el resto de criaturas que se concentraban para socorrer el portal que ya había desaparecido. Liberando toda la energía que podía y uno a uno, fue acabando con todos y cada uno de ellos, cazando incluso a las crías que huían con rugidos agudos de desesperación. Al final, Evolution encontró a Maief en la superficie, salpicada en abundancia con la sangre de los Devva, estaba mirando el atardecer mientras respiraba con irregularidad.

Había escapado de un infierno y tras vagar por lo que creyó que era un mundo que no era para ella, fue salvada por personas que la entendían, las mismas a las que trató de matar cuando vivía inmersa en un engaño en aquellas cuevas. Después de todo lo que habían hecho, Maief solo les había traído disgustos. Por su culpa se llevaron a Miracle y por su culpa no la pudo traer de vuelta... No se merecía estar rodeado de aquellas buenas personas después de todo.

El peso que sentía en su interior aumentaba cada día que pasaba. Debía de saldar su deuda y no se sentiría en paz consigo misma hasta ver de nuevo a aquella niña elfa sonreír junto a sus compañeros. Y para ello debía volverse más fuerte, su Vitalis no era suficiente para hacerle frente en combate directo. Debía encontrar la forma...

- ¿Estás bien? -. Escuchó preguntar a Candy mientras Maief estaba sumergida en sus pensamientos. Era su turno de guardia y se había percatado de que ella estaba incorporada en lugar de durmiendo.

- Sí... -. Dijo ella al principio -. Bueno, no... No deja de atormentarme lo que pasó en Tydoras...

Maief se desahogó contando lo sucedido a Candy, el combate con detalle y todos los sentimientos implicados con Miracle y Evolution.

- Bueno, no soy muy buena para consolar en estas situaciones -. Comentó Candy con algo de remordimiento al acordarse del pesimismo que la inundó durante la tregua en Tydoras -. Pero sí que soy buena para decir las cosas directamente así que... -. Candy exhaló y tomó aire -. Tu Vitalis, el 3.0, es muy bueno para luchar, mezclado con tu fisionomía te vuelve una luchadora perfecta, pero... La forma en la que lo usas en ciertas ocasiones no es la correcta...

- ¿La forma.. En la que lo uso? -. Preguntó Maief.

- Como lo que me contaron de que lo usaste para traer a la vida a Miracle, o lo que ibas a hacer con Thaine, o incluso todo el poder que liberaste para acabar con el resto de Devvas... En tu caso, tu Vitalis no es solo tu alma como pasa con ellos, es también tu condición física, todo tu cuerpo está creado por él... Si sigues desparramándolo de esa forma acabarás consumiéndote a ti misma.

- ¿Quieres decir que...

- Sí, acabarías muriendo tarde o temprano -. Cortó Candy con contundencia.

Aquellas palabras no le afectaron tanto como pensaría, pues la atadura que tenía con su deber hacía Evolution era más fuerte que el aprecio que sentía por ella misma. Si tenía que sacar poder de esa forma para arreglarlo todo, lo haría, a cualquier precio.

- Bueno, no quiero ser siempre tan pesimista -. Candy adoptó una mirada algo más alegre para tratar de animar el ambiente -. Así que diré también que puede que tenga solución...

- ¿Solución? -. De repente, un brote de esperanza surgió en el interior de Maief. Por un momento se dejó llevar por él y se imaginó un futuro lleno de paz donde Miracle y ella combatían como amigas en las Artes de Sangre.

- No he entrenado nunca a nadie con el Vitalis 3.0 pero si las bases son las mismas que para ellos, podrías generar Esencia y así evitar dañarte a ti misma. Habrá que descubrir cómo pero juntas lo podríamos averiguar ¿No crees? -. De nuevo, Candy sonreía a Maief -. ¿Acaso no es lo que hace Evolution, ayudarse entre sí?

Una vez más, Maief no tuvo palabras para describir lo que sentía al estar allí.

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