10 ene 2021

Primera retransmisión

Durante minutos, en la pantalla aparecía una imagen estática con una muestra de colores para la calibración de imagen del televisor, junto con el mensaje en Suriv 'Please, stand by'. Muchísimas personas desde sus casas o congregadas en locales como tabernas y posadas estaban expectantes por lo que estaban a punto de presenciar. No solamente en Aldmet, sino en casi todo el mundo, estaba a punto de ocurrir un hecho histórico para el avance tecnológico de la civilización.

De pronto, la imagen desapareció. Para los televisores de Taneir y Aldmet, esta dio paso a un plató en el que había un fondo decorado con una mesa ovalada de color azul nacarado. Frente a ella habían sentadas dos personas: un hombre trajeado de pelo negro corto y rizado, con gafas y una nariz prominente; y el otro que llevaba una camisa de cuadros, de piel pálida y cabello castaño muy corto y repeinado.

- Buenas noches, televidentes de Taneir y Aldmet -. Comenzó hablando el de las gafas -. Estamos en la primera retransmisión en directo no deportiva de la historia. Soy Phineas Greysun y me acompaña Kaeryan Magnus. Bienvenido, Kaeryan.

- Muchas gracias, Phineas. Estaremos muy pendientes de lo que vamos a presenciar. Nada más y nada menos que la señal enviada desde Dwänholf, al otro lado del planeta. Allí ahora mismo son cerca de las seis de la tarde y ya hay miles de personas congregadas en la Plaza de la Ascensión, en la capital, Ryakov, muy pendientes de la declaración que la reina Pristinne está a punto de llevar a cabo.

- Así es, declaración que va a poder verse y oírse desde la gran mayoría de reinos del mundo, Kaeryan. ¿Y en qué consiste dicha declaración? Vamos a repasar levemente la historia de Dwänholf, un reino muy muy reciente.

- Efectivamente, Phineas. La declaración es un mensaje conmemorativo de la formación del reino de Dwänholf. Recordemos que hoy se cumplen veinticinco años de su fundación y el por qué se formó. En la década de los 80, los Protectores del Ojo decidieron llevar a cabo una política más estricta de control sobre los reinos. Tanto es así, que su por entonces líder, Trenler, declaró la guerra a aquellos que no querían ceder por completo el mando, como Taneir, Gran Hiulall y, en este tema que estamos tratando, más de una decena de reinos que acabaron formando una alianza contra los Protectores del Ojo. Dicha alianza estaba dirigida por Iskandar, conocido como el 'Rey de Occidente'. No obstante, los Protectores vencieron a Iskandar y sus reinos se quedaron desprovistos de un futuro brillante. Pero estos reinos, lejos de romper la unión que tenían, la mantuvieron ante la llegada de Pristinne, quien se comprometió a coger las riendas de la decadencia que había dejado Iskandar tras su caída y sacar al territorio de occidente de tan aciago destino. Todos se unieron bajo la misma bandera, Dwänholf, con la aprobación de la nueva directiva de los Protectores. A partir de entonces, Pristinne trajo consigo...

- Perdona que te interrumpa, Kaeryan, pero me dicen que ya está saliendo al escenario de la Plaza de la Ascensión la reina Pristinne. 


La imagen cambió, del plató con los presentadores a la escena de una gigantesca plaza rodeada de bloques de pisos no muy altos, con una entrada en forma de un gran marco de piedra en forma rectangular. Al otro lado, un largo edificio de arquitectura barroca cubría por completo uno de los lados de la plaza y junto a él se había montado una gran plataforma. Habían miles y miles de personas en un atardecer frío y nublado, en el que el inminente atardecer dejaba paso a las primeras luces de las farolas eléctricas encendiéndose y, especialmente, los destellos de las cámaras de fotos ante la llegada de los tres individuos que estaban ya presentes en la plataforma, caminando hacia el centro para que una de ellas se dirigiese hacia el estrado. La reina Pristinne vestía un atuendo negro y verde esmeralda, que centelleaba ante todas las luces que habían. A su derecha, una chica de cabello largo y rubio se quedaba mirando con autosuficiencia a todos en la plaza con sus ojos azules brillantes; a su izquierda, un hombre alto con orejas puntiagudas, cabello blanco largo y una perilla del mismo color. Sus ojos amarillos estaban salpicados con una cicatriz vertical en el izquierdo de ellos.

El publico aplaudió y vitoreó con su llegada, justo antes de mantenerse en silencio con educación para escuchar lo que su reina tenía que decir.

- Buenas tardes, ciudadanos de Dwänholf -. Empezó Pristinne sin tocar el estrado ni el micrófono, con ambas manos cruzadas a la altura de la cintura -. Hoy, nos congregamos para celebrar el veinticinco aniversario de la fundación de nuestro reino. Afortunadamente, podemos decir que lo hacemos desde la prosperidad, y aún con los tiempos difíciles que nos ha tocado vivir, miramos con perspectiva el duro pasado que nos ha tocado vivir y hoy damos las gracias. 

Una salva de aplausos invadió la plaza, tan solo opacado por los comentarios de Phineas y Kaeryan. Tras ello, la reina Pristinne continuó.

- Damos las gracias por el esfuerzo que hemos sabido mantener en unión; damos las gracias por el trabajo que hemos emprendido para salir de un lugar del que nadie quería estar y muchos se rehusaron a administrar; damos las gracias a aquellos que lamentablemente no lograron salir adelante y con su sacrificio, ayudaron a sus familiares y amigos a que tuviesen una vida mejor. Hoy damos las gracias por ser dwänholfianos, pero también honramos a los que tiñeron con su sangre los cimientos de lo que hoy hemos construido. Por ello, insto a guardar un minuto de silencio en su memoria.

La gente de la plaza respondió con total respeto, así como hicieron los presentadores del programa. La cámara cambió varias veces para mostrar distintos ángulos de la plaza, enfocando en la gente que tenían la mirada baja para recordar el dolor de su pasado, o mirando al cielo como si estuviesen viendo a sus seres queridos allá donde estuviesen. También se pudo ver una gran presencia de guardias para asegurar el bienestar de la ceremonia. Estos portaban armaduras negras con algunos de ellos sosteniendo estandartes o banderas en sus lanzas, con el símbolo del reino, formado por dos alas verdes en torno a una figura central abstracta.

- Y por último, me gustaría resaltar una situación que no podemos ignorar. Durante los últimos años hemos sido víctima de continuos ataques de un minúsculo sector de la población que se ha radicalizado desde mi ascensión. Habréis escuchado todo tipo de rumores, pero os puedo garantizar una absoluta verdad: mientras que ellos vienen a destruir y a derramar sangre, yo vengo a protegeros y a garantizar vuestra seguridad, como bien habéis...

Pristinne se vio obligada a interrumpir su discurso. De repente, un temblor que se hizo palpable en el ángulo de la cámara se adueñó del ambiente, junto a los gritos de la gente de la plaza. Una potente voz amplificada resaltó por encima, de alguien que se encontraba en el aire.

- ¡VUESTRA REINA ES UNA FARSANTE, UN MONSTRUO!

Acto seguido, se desencadenó una gran explosión en la plataforma donde se encontraba Pristinne. Quien había gritado era un hombre ataviado con armadura militar y que sostenía un megáfono a través del cual había hablado desde la proa de un aerodeslizador en forma de barco. No era el único vehículo aéreo que había, sino casi una decena de ellos. Con unos cañones que llevaban en los laterales acababan de disparar a la reina con toda la potencia armamentística que pudieron. La gente no pudo escapar corriendo, ya que la guardia actuó rápidamente desencadenando sortilegios protectores para mantenerlos a salvo, pero reteniéndolos en el interior de ellos sin poder alejarse del lugar. No obstante, había un vacío en la protección de la zona, que era la más cercana a la plataforma donde se encontraba Pristinne. Quienes sostenían las cámaras se desestabilizaron por todo el caos, pero la señal se mantuvo. Phineas y Kaeryan comentaban acerca del atentado que estaba aconteciendo en estos instantes en la Plaza de la Ascensión.

- Atención, señores televidentes, porque está ocurriendo un intento de atentado en contra de la reina Pristinne de Dwänholf. 

- Parece que un grupo de radicales provistos de un gran arsenal acaban de disparar sus cañones hacia la plataforma donde se encontraba ella junto con sus ayudantes. Es posible que el radio de la explosión haya provocado también cientos de muertos o heridos civiles.

El humo empezó a despejarse y entonces todos en todo el mundo vieron la verdad. Una gigantesca ala verde y reluciente se encontraba rodeando y salvaguardando todo el lugar. Gracias a su presencia, la gente cercana a la plataforma se encontraban bien y no habían sufrido daño alguno. Igualmente, todos se quedaron en shock, dicha ala surgía de la espalda de su reina, de Pristinne. 

- ¡LOS DRAGONES SE HAN HECHO CON EL CONTROL! -. Gritó de nuevo el del megáfono -. ¡OS HAN ENGAÑADO  DURANTE TODO ESTE TIEMPO! ¡AHÍ LO PODÉIS VER!

La gente se encontraba confusa, aún aterrada por el ataque que estaban sufriendo. Pero los que estaban bajo el ala de Pristinne aclamaban en mensajes de gratitud, entre lágrimas. 

- Es cierto -. Confesó Pristinne, con una voz potenciada mediante magia -. Estaba a punto de desvelarlo, pero ya habéis visto que ellos prefieren cualquier precio para conseguir su objetivo. Hastro... -. Comentó, desviando la mirada a su izquierda, donde se encontraba el hombre alto de cabello largo y blanco. 

Este asintió y de un salto ascendió decenas de metros. Su forma empezó a cambiar y se convirtió en un gigantesco dragón que cubrió toda la plaza, eclipsando la poca luz que había ya del atardecer. Hastro empezó a luchar contra los aerodeslizadores, que tuvieron que replegarse para no ser devorados por las enormes fauces de la criatura.

- ¡Es cierto! -. Repitió Pristinne -. ¡Somos dragones! ¡Pero también es cierto que nos hemos comprometido a vuestro bienestar! 

El gigantesco dragón abrió la boca y desprendió un aliento ígneo casi blanquecino, que derribó dos de los vehículos.

- ¡Durante siglos hemos sido objeto de discriminación! ¡Antaño, dragones y humanos se entendían y prosperaban juntos! ¡Ahora, hay una conspiración en mi contra únicamente por mi naturaleza, a pesar de que ahí están los hechos que avalan mi puesto!

Los restos de chatarra de esos aerodeslizadores se precipitaban hasta los edificios, pero las garras de Hastro amortiguaron su caída, evitando que estos se estrellasen contra los edificios circundantes.

- ¡Estos radicales han campado a sus anchas durante todos estos años! ¡Nos han atacado en multitud de atentados! ¡Han intentado seguirme incluso hasta Aldmet, durante la Convención Real de hace dos años! ¡Han intentado asesinarme, únicamente porque no soy humana! 

El poder implacable de Hastro dejaba en nulo las tímidas respuestas de la ofensiva de los que iban en los aerodeslizadores. A pesar de que estos intentaron numerosos sortilegios y usar utensilios especializados en la captura de dragones, la criatura a la que se enfrentaban era de un poder abrumador. Los supervivientes no tuvieron más remedio que huir.

- ¡Así pues hoy también hago una declaración, ciudadanos de Dwänholf! ¡Por la seguridad de la población, que bien sabe lo que ha costado construir todo esto, no voy a permitir que nadie destruya nuestra estabilidad! ¡Ante la mirada de los Protectores, quienes acallaron el conflicto entre Bargskan y Vorstiana, pero no acudieron a mi llamado a pesar de mis continuas suplicas de ayuda, declaro la guerra a la alianza que estos radicales ha llevado a cabo con los reinos de Esladia, Eclium y Oclana!

Para sorpresa de todos, incluida la propia Pristinne, hubo parte de la plaza que alzaron los puños, aún dentro de los sortilegios protectores que había desplegado la guardia y empezaron a vociferar en señas de apoyo. Otros tantos aún seguían asustados, tanto por el intento de ataque como por descubrir que la alta cúpula de Dwänholf estaba conformada por dragones. Y en todo el mundo, esta primera retransmisión histórica hizo retumbar los débiles cimientos de la paz y de la concepción de los dragones en la actualidad.

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