Sesión 132 del 2.0 NG

 La sesión comienza en el almacén donde se encuentran los veinte y un rehenes, con el grupo elaborando un plan para poder rescatarlos, al mismo tiempo que cubren la mayor cantidad de áreas posibles para un buen desempeño del plan de cara a rescatar a todos e inutilizar las naves. Así pues, Elisabeth y Ellie irían hacia el hangar para intentar sabotear las naves de alguna forma, mientras David y Summer se encargarían de rescatar a Sidney. 

No les costó demasiado incapacitar a los miembros de Heisenberg del interior de aquella nave, al ir invisibles y pillarlos desprevenidos, uno a uno. Incluso a una pareja de soldados que llegaban para sacar los rehenes con sus ataduras vinculadas a una única cadena. Con aquella área asegurada, desataron a las personas que resultaron ser trabajadores de la Unión Gignac retenidos allí. No obstante, lo mejor era que todos los rehenes saliesen al mismo tiempo, así que les dijeron que se quedarían allí hasta que escuchasen una señal, que sería cuando saldrían por el boquete generado por el bastón de pasamiento que portaba Ellie.

Tras eso, se dividieron como acordaron previamente. David y Summer vieron como se llevaban a Sidney ya que lo consideraban un rehén muy importante como para dejarlo allí o someterlo a algún tipo de experimento de laboratorio. Lo sacaron de la celda y se lo llevaron hasta el hangar para montarlo en una nave y llevárselo al bastión Dhurrir. Mientras tanto, Gabriel informó de que el doctor Horace iba a acelerar el proceso de conversión de las personas encerradas en los contenedores, así que no tendría más remedio que hechizarlo en ese momento. Elisabeth y Ellie saltaron al interior del habitáculo donde se encontraba la enorme grúa y el montacargas. Entonces, debido a que Sidney estaba siendo llevado a una nave, el plan que tenían de sabotear la grúa y que se le cayese encima en el hangar para aplastar las naves ya no era viable, pues mataría a todos los que acababan de entrar en el edificio. Llegó Hemsworth, jactándose de que ya no necesitaban a Asrafe y que Lenner se estaba desangrando y moriría próximamente. Tras eso, dio las órdenes pertinentes para que preparasen lo último y abandonasen aquel lugar. El grupo se tuvo que adaptar a los sucesos, ya que Sidney se estaba yendo ya en el aerodeslizador. De esa forma, al enterarse de que habían insectos impostores en las cajas, Summer se subió en ellas para abrirlas, entonces Elisabeth y Ellie entrarían en el hangar y usarían tubos de goma creados por la primera para sacar la gasolina de los depósitos, además de sabotear también los generadores y dejar el complejo sin electricidad.

El caos se desató y la lucha entre Heisenberg y los insectos dio lugar. Mientras tanto, David había ido lo más rápido que podía hasta la residencia de los trabajadores para intentar salvar a Lennert. Afortunadamente, dio con él enseguida y pudo sanarlo para estabilizarlo, entre los lamentos y disculpas de este con una voz casi apagada. Pero en aquel momento escuchó una sádica voz que expresaba afirmativamente que había olido sangre cerca. David se escondió junto al moribundo Lennert y trató de pasar desapercibido, pero sería imposible, ya que este tenía todo el vendaje ensangrentado.

De vuelta a arriba, la lucha encarnizada contra las reinas impostoras continuaba y el plan era atrapar a Hemsworth cuanto antes mientras Gabriel se encargaba de sacarlos a todos por la parte sur. El ímpetu de Summer y Ellie incrementó cuando se enteraron del grito de Hemsworth de que no podía usar Made in Heaven en ese momento, de manera que se apresuraron a ello. El jefe, desesperado por la idea de una trampa en la propia base que había estado usando la organización, pretendía salir de allí cuanto antes. Se montó en un vehículo pero fue interceptado por Summer que se hizo enorme y provocó incluso que el coche volcase. Ellie fue a llegar por la retaguardia para apoyar, pero en ese momento ya había llegado también Barayev, ante los gritos insistentes de Hemsworth suplicando por ayuda. Con las acciones del ejecutor, le dio la vuelta al combate contra los insectos impostores y con un gran golpe de sangre acumulada y endurecida, mandó a Summer a volar hasta caer cerca de la residencia de trabajadores, dándole vía libre a su jefe para escapar. Pero entonces, llegó el escuadrón militar de Aslind, asaltando el recinto desde el aire. La batalla se volvía más caótica, pero Hemsworth no podía escapar aún, ya que Ellie y Elisabeth, que habían rodeado el hangar, llegaban desde la retaguardia para retener al jefe aún más. Pero Hemsworth no estaba solo y, junto con la ayuda de Barayev, el robot recaudador y Sting, pudo montarse en un vehículo por fin y salir cuanto antes. Gabriel trataba de seguir toda la acción pero nunca llegaba a tiempo a los puntos clave de acción. Siendo imposible el detener a Hemsworth en el propio complejo, Elisabeth y Ellie bajaron y se prepararon para asaltar el camino por donde pasaría el vehículo. 

Pero mientras pasaba todo eso arriba, abajo ocurría actos igual de desesperados. Al aterrizar Summer abajo decidió ayudar a David para que pudiese sacar de allí a Lennert y llevarlo junto a Yvette, quien también estaba llegando a la zona. La persona que exclamó que había olido sangre no era ni más ni menos que alguien de la banda de Adam Cole, Carter Hurst 'Kunzita'. Summer y él se enfrascaron en un combate en el que el tipo hablaba de una manera desquiciada y psicópata sobre el significado de vivir mediante la batalla y la masacre, al mismo tiempo que decía cosas lógicas como el por qué le han llamado para tener una reunión con una banda de 'drogadictos' como lo son los de Heisenberg, llegando a la conclusión de que saben la localización de la verdadera Elisabeth. Summer comprobó en sus propias carnes el terrorífico poder nigromántico de Kunzita, con el que con su solo contacto es capaz de consumir la materia y que el efecto se extienda por la zona designada. Summer intentó contraatacar pero, lamentablemente, su gran poder no funcionó ninguna de las dos veces. Entonces trató de ganar terreno saliendo al exterior, contando con los refuerzos en forma de David, quien tras dejar a Lennert a cargo de Yvette, volvió para ayudar a su compañera.

Kunzita todavía no los había puesto en un punto de desesperación absoluta, ya que ambos podían luchar perfectamente, pero después de todos los impactos que había recibido, principalmente de las bombas de David, este seguía de pie aún con las heridas y quemaduras. David trató de provocarle para que se centrase en él y así no fuese a por Summer, o peor, hacia el exterior donde acababan de bajar Elisabeth y Ellie, con el peligro que supondría que viese a la chica tan deseada por la banda. 

Ellie se transformó en troll y se subió a lo alto del coche. A pesar de los continuos ataques de Sting, que contaba con la ventaja de la altura debido a sus propulsores, esta no cayó de lo alto, aunque estuvo a punto de hacerlo un par de veces. Pero se mantuvo férrea y, ya que el coche estaba blindado, al menos se aseguró de destrozar una de las ruedas para truncar la huida de Hemsworth y poder seguirlo más tarde, después de haber ayudado a sus compañeros contra Kunzita. Entonces llegó Barayev para ayudar de nuevo a su jefe, pero Ellie ya sabía la verdad. Arriba, en el complejo, había escuchado como el ejecutor está siendo coaccionado a ayudar a la banda a cambio de la salvaguarda de su hermano, así que con eso y sumado a lo cómo actuó él el otro día en la torre, le dijo que se marchase a ayudar a los suyos.

El caos empezaba a estar algo más controlado, aún con un peligro latente a tener en cuenta. Llegó Elliot volando para detener a Sting y que los enemigos no contasen con la ayuda aérea que tenían con el ejecutor. Kunzita, que había desenvainado su extraña espada, se puso algo más serio e hirió de gravedad a David, aunque fue sanado por la mano fantasma de Yvette. Entonces, Summer trató de acorralarle con unos golpes de su espadón en forma de gigante, pero de nuevo Kunzita recibió todo y se quedó como si nada, aclamando una vez más que nunca se había sentido tan vivo. Ejecutó una técnica con la que encerró a David en una esfera de piedra y vinculó un hilo mágico con la prisión, sanando sus heridas a costa del dolor que recibía el chico allí dentro. Ellie se apresuró para ayudar a sus compañeros. 

La noche se había tornado en un giro de los acontecimientos inesperado. Debían detener a Hemsworth, pero la aparición de un peligroso miembro de la banda de Adam Cole no estaba previsto en ningún panorama. Había que luchar contra Kunzita y su aterrador poder marcial junto a su maestría elemental de tierra y nigromancia.