La sesión comienza con el inicio del encuentro entre los héroes y El Nómada, que junto con Prisma empezó a controlar a los miembros de la banda a través del parásito ilusorio que tenían. Tanto David como Ellie vieron como una de los bayanes no fue afectada por el parásito ilusorio, sino que miraba desconcertada a sus compañeros y, de alguna forma, se volvía invisible. No les dio tiempo a pensar mucho en esa chica, ya que El Nómada comenzó con sus intenciones hostiles.
Aunque fue frenado al inicio por Ellie y su prisión de viento, poco a poco El Ojo y los suyos empezaron a ser controlados y apoyar a El Nómada, liberándolo de la prisión de viento y uniéndose al combate. Jesamine intentó frenarlos, pero en su inocencia lo hacía de una manera tierna y poco eficiente. Flor y Elisabeth intentaron encadenar al ojo para llevárselo de allí, pero solo consiguieron lo primero. El Nómada se lanzó a por la chica y consiguió atraparla, pero Ellie la rescató rápidamente con una esfera de Otiluke. Entonces el druida se quedó a distancia suficiente para que David pudiese empezar a atacarlo con todas sus ganas, pero Arfinn recurrió a la Esencia de la Ruina para atraparlo con un lazo y arrojarlo sobre Ellie, que pudo recogerle sin caer derribada. Otro de los liberados fue El Sígnifer, que con su poderío físico amenazaba con poner en jaque al grupo, pero el primero de los refuerzos en llegar fue Miracle, que propinándole una patada, lo arrojó fuera del almacén, aunque este posteriormente le lanzaría unas cadenas que anulaban el poder del Vitalis y tiraría de ellas para traerla hacia él, a pesar de los continuos intentos de Kara para destrozar los conductos del brazo.
El Nómada, ante la posibilidad de recibir demasiado daño, salió volando lejos del alcance de David y Ellie, para poder replantear su estrategia. No obstante, gracias a la combinación de ambos, la maga pudo arrojar su poderoso tornado como propulsor para impulsar a David hacia el lugar donde estaba El Nómada, que tras recibir un golpe de Miracle, que se había liberado gracias a la ayuda de Lucía contra El Sígnifer, pudiendo volver al centro del conflicto, provocó que se quedase a rango de otra salva de golpes de David, dejándolo bastante tocado, pero aguantó. Este, algo desesperado, le pidió ayuda a Prisma, pidiéndole más poder de la Esencia de la Ruina, al mismo tiempo que conjuraba un caparazón antivida y usaba dicha Esencia para evitar ataques a distancia. De esa forma, se empezó a regenerar lentamente con sus conjuros.
Mientras tanto, el resto intentaban contener a los controlados por el parásito, que tras la intervención de El Ojo, empezaron a tener problemas al ser demasiados y muy fuertes. La que peor lo pasó Flor, contra La Red, al usar su poder de hilos cortantes con su Poder del Eterno del Tiempo, ralentizándolo para ella y pudiendo derrotar a la chica, amputándole el brazo izquierdo y la pierna derecha en el proceso y dejándola al borde de la muerte, aunque Dafne pudo estabilizarla a tiempo. Siguieron llegando refuerzos para los héroes, con la llegada de Andrei, Luthor, Gabriella y Vanessa. Además, David le dio una de las dosis del Elixir del Sol a Flor para que recuperase sus extremidades. Ellie usó su poderoso tornado una vez más, para arrasar a varios de los nombres importantes de la banda junto con El Ojo, que acabó recibiendo un daño importante, aunque se incorporó para petrificar parte de la pierna izquierda de la chica. Por el estado del chico, parecía cerca de morir y Prisma, tras otorgarle más poder a El Nómada bajo deseo de este, se arrojó a por él para hacerse con su ojo modificado.
El Nómada no podía asimilar tanta Esencia de la Ruina y empezó a deformarse y volverse una horrible criatura que se volvía cada vez más grande. Los controlados por el parásito dejaron de luchar y se dejaron atrapar por la monstruosidad en la que se había transformado Arfinn para asimilarlos y volverse más poderoso. Afortunadamente, los héroes actuaron rápidamente para salvarlos a todos y poder escapar de allí. Mientras ocurría eso, Miracle usó su Vitalis para contrarrestar la Esencia de la Ruina de la que estaba formada la cabeza de Prisma y que intentaba arrebatarle el ojo a Bognar. David le arrojó otro Elixir del Sol a Elisabeth para que se lo suministrase a El Ojo y así este no muriese. Prisma, que vio que iba a ser exterminado de allí y no iba a poder conseguir el ojo, usó un último recurso para asegurarse su próxima victoria, antes de desaparecer de ahí por la desintegración de la Esencia de la Ruina a manos de Miracle. Finalmente salieron todos del almacén gracias a uno de los sortilegios de Ellie, que arrojó su aliento del dragón al monstruo en el que se había transformado y lo aturdió el tiempo suficiente para que no hubiesen mayores problemas.
Una vez fuera, mientras que Miracle y un recién llegado a la zona Elliot se ocupaban de la colosal abominación de El Nómada, el resto del grupo se enteraban de la situación en otros lugares de los grupos, donde habían algunos malheridos y, trágicamente, una muerte. Al acercarse a la zona donde estaba su cadáver, Andrei se vino abajo, lleno de desesperación. Evangeline tenía el pecho abierto por una herida fatal. No obstante, antes de que pudiesen lamentarse mucho más o pensar qué hacer para traerla de vuelta, se dieron cuenta de que no tenía corazón, sino una gema roja en su lugar, que regeneraba el tejido lentamente y empezaba a respirar poco a poco. Ellie pudo rastrear gracias a sus invocaciones el origen del culpable de esa herida fatal en Eva, que fue una criatura de Esencia de la Ruina que se arrastraba y se estaba desintegrando.
Volvieron al campamento, dejando a los malheridos en las tiendas de campaña, así como también a los miembros de la banda, que quedaron todos inconscientes por el recurso de Prisma que usó en el último momento antes de desaparecer. Ellie y Kara llegaron a la conclusión de que lo mejor sería mover el campamento hacia el norte, hacia la granja de Delpierre, ya que apenas les quedaba comida al ser tantos. Esto se reforzó cuando, posteriormente, David mencionó el nombre de Elisabeth durante una charla en la que hablaron del sueño de la chica, con nuevas indicaciones para que sepa cómo debe seguir.
Finalmente, tras irse a dormir, se despertaron en mitad de la noche por un grito de Sidney, quien a través de su invocación al otro lado del portal de Serencia, estaba viendo cómo la ciudad estaba en alerta máxima, ya que los infectados estaban empezando a poblar las calles. La voz de Prisma inundó Serencia, anunciando que había dado comienzo el acto final. Elisabeth, quien estaba consternada ante esa noticia, mencionó que había soñado una vez más, pero fue de las primeras en pasar el portal. Vanessa mencionó que se había quitado el anillo con el que podía teletransportarla a su lado con el brazalete de la amistad, con un gesto desencajado porque no entendía por qué lo había hecho.
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