La sesión comienza con el grupo volviendo de la antigua casa de Whukraerika, con Ellie notando que Alice aún seguía nerviosa por la revelación que había tenido sobre su hermanastro. Comentaron que, sea lo que sea que vendría, se enfrentarían juntos a ello, creando un vínculo muy fuerte entre ellos y continuaron avanzando hacia el campamento.
Allí les esperaba Yrsa, la cual había traído un carro provisto de algunos utensilios mágicos de su tienda, como una antena que emitía un área de invisibilidad, para que pudiesen viajar tranquilamente hacia el almacén sin problemas. Además, tenía dentro a Vex, atada de una manera más sutil y cómoda para ella, con piedras rúnicas pegadas a su cuerpo para evitar que usase su poder de chamanismo elemental. También trajo lo que el grupo les había pedido, como perlas de identificación para Ellie y material de alquimia para David, que se estaba quedando sin viales para poder crear sus explosivos. La mayor parte del viaje la pasaron descansando, además de identificar los objetos mágicos encontrados en la casa de los enanos, repartiéndolos entre ellos. Vex intentó una y otra vez conversar con ellos, preguntándoles si tenían una estrategia para enfrentarse a Prisma y los demás miembros de Victus, además de pedir algunos objetos mágicos para ella, alegando que no sabía qué tenía que hacer para que confiasen en ella.
Llegaron al almacén junto con los otros grupos. Lucía, que ya se encontraba allí, informó que se había encontrado con el ejército de Jhin, Efnielle, Jane, Dianna y Lunia; y que había cumplido correctamente con el propósito de decirles que se desvíen hacia el este oeste. Maryse, en cambio, informó apesadumbrada que Connor no tenía muchas opciones para controlar a la población por la infección en la comida de los Patrasche, aunque afortunadamente la guardia estaba limpia ya que comían de sus propias raciones. Hina, que llegó junto a Melina, Eva, Andre, Vanessa y Elisabeth, comentó lo que había pasado en Briatel. Dejando a Vanessa y Elisabeth en la parte norte de la ciudad, luchando lejos del foco principal, el resto se internó en esta para contactar con Vidar Buch y, juntos, debilitaron a los Drifters con artefactos que emitían luz del día. Además, se enfrentaron a Blackfang y el Incandescente, los cuales eran muy poderosos. Afortunadamente, apareció la heroína profesional Silvian y con un acto impecable logró repelerlos. El héroe profesional Alexander intentó seguirlos para buscar su venganza contra la banda, pero los perdió de vista. Por último comentaron que a pesar de todo, la banda consiguió robar el artefacto canalizador de enfermedades y que Vidar Buch y Silvia irían a Valle Foresta en busca de algo para poder contrarrestarlo, además de ir tras refuerzos y asegurar el camino desde allí hasta Serencia. Menos Vanessa y Elisabeth, al resto les dolía la cabeza, algo que llevó a que Davis sugiriese que Mortis les hiciese un análisis de sangre, a ver si podían detectar algo más de lo que intentó detectar Melina en todos ellos mediante sus recursos mágicos, resultando en vano.
Kara daría unos minutos antes de la reunión para poder ducharse, acomodarse, comer algo o lo que quisiesen hacer. Ellie decidió darse una ducha junto a Lucía, en la que le contó lo que había sucedido últimamente, como el miedo que surgió en su cabeza debido a los Drifters, la frustración y rabia por lo de El Cíclope durante la negociación o el peso de una promesa con lo ocurrido con Petyr y su padre, encaminándola hacia lo de hacer prometer a Lucía que se quedaría en la península en lugar de irse con ellos para ayudar a Nayru, comentando que era injusto hacer prometer algo así. Lucía empatizó con todos y cada uno de los temas de Ellie, añadiendo que la ayudaría en todo lo que necesite para que se sintiese mejor. Por último Ellie contó la historia de los enanos, que aunque a Lucía le parecía al principio una historia triste, la maga prefirió quedarse con el mensaje intrínseco de la despedida bonita que pudieron tener y expresárselo a la dragona.
David, en cambio, ayudó a Mortis a extraer la sangre de los que le dolían la cabeza, con Andrei demostrándole que ninguna aguja podría atravesar su cuerpo de metal si él lo deseaba. Posteriormente, siguió a Jesamine, que fue a hablar con Vex. La primera no encajó desde el primer momento que ella estuviese ahí prisionera y cuando habló con la ex-miembro de Victus, estaba incrédula sobre su actitud porque para nada era así cuando estaba libre, a lo que la prisionera alegaba que obviamente ese tipo de comportamiento no ayudaría a nadie, ni siquiera a ella misma, estando atrapada como estaba. Con una reticente Jesamine, trasladaron la conversación hacia el parásito de Prisma, intentando descubrir cómo podían detectar si alguien estaba infestado por el parásito o no. Entre Alexandra y, posteriormente, una duchada Lucía, surgieron varias hipótesis que podrían ser muy factibles, aunque actualmente no disponían de los recursos para corroborarlos.
Entonces empezó la reunión para determinar los siguientes pasos, la reunión con El Ojo. Aunque primero sería interrumpido por Yrsa, que quería irse para buscar a sus amigos, "los 5 fantásticos" como ya habían sido definidos en el pasado. Empezaría por Maldea y posteriormente iría a Serencia, esperando que Vidar Buch y Jasmine lleguen a dicha ciudad próximamente, pero lo que quería indicar la mujer era que necesitaba escolta, eligiendo a Melina para que fuese con ella. A pesar de que el grupo propuso otras alternativas, ninguna logró convencer a Yrsa, yéndose finalmente con la miembro del GOET hacia Maldea. Entonces ahí fue cuando empezó Kara a explicar lo que había desarrollado gracias al equipo de exploración del lugar de la reunión. Dicha reunión se llevaría a cabo en el almacén en el que el grupo de Kara se encontró con los jóvenes héroes provisionales cuando estos huían de la tragedia de la colinas Dreissa.
Después de unos minutos en los que detallaron las posiciones, posibles estrategias y movimientos en caso de que sucediesen imprevistos, la reunión terminó y, tras decidir que avisarían a Neonesis para que fuese al almacén con ellos, David subiría para transmitir un mensaje motivador, haciendo hincapié en que llegó la hora de atacar y demostrar quiénes eran. Elisabeth complementó aquel mensaje levantándose y diciendo que se acabó ser la presa, que ahora le tocaba cazarlos a ellos.
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