La sesión comienza con el grupo dispuesto a ir hacia el este, pero con algunos sucesos que ocurrieron antes. El primero de todo fue que Liv compartió la información que tenía, como la de que iban a reanudar el plan de colocar portales, hasta que la invocaron; también comentó que el lugar de la reunión con El Ojo sería finalmente el almacén donde 'todo empezó', aquel de la zona Gignac cercana a Aluarte donde el grupo llegó tras huir del caos surgido con el quinto escuadrón militar en los montes, encontrándose así con Kara y, posteriormente, teniendo la llegada de El Ojo a aquella zona. Esto ocurriría el día veintiocho, así que quedaban prácticamente dos para completar el rescate de Summer y volver. A Ellie se le ocurrió dejar parte del equipamiento enterrado en el lugar, así si eran capturados podrían asegurar que no pierden esos objetos clave.
Pero algo más ocurrió mientras estaban haciendo eso, Ellie recibió una sensación a través del viento; un sentimiento que le empujaba a seguir su instinto y le intentaba guiar para encontrar algo en un lugar. Su primer pensamiento fue el de ir a la mansión abandonada cercana, pero tanto Liv como Dafne insistieron en que el grupo de Alexandra les seguía esperando, que fuesen primero a terminar lo pendiente y al volver ya podrían pasarse por la mansión a investigar. Al final acabó aceptando y viajaron hacia el este para reunirse con Alexandra y los demás.
Tras atravesar el río y seguir las señales por los espinos albores jóvenes, consiguieron dar con el grupo durante la tarde del día veintiséis. Allí se encontraba Luthor apartado, bastante inquieto e impaciente. Alexandra les puso al tanto de la situación, en la que sospechaban que el estado de Summer era delicado, ya que habían visto como le llevaban suministros médicos a una zona en la que parecía estar ella encadenada, aunque no lo viesen del todo bien. Además, a Alexandra le preocupaba la situación de Luthor, ya que este se encontraba inestable y temía que, como sucedió en el pasado, perdiese el control y pusiese en peligro la operación. Así pues, como todos tenían experiencia en que lo que le pasaba al chico era un acto involuntario y totalmente incontrolable, optaron por el bien del grupo y por el suyo propio, alejándolo de la operación. David y Ellie se opusieron a ello, apelando al lado humano del joven, pero como les dijo Alexandra era algo que ya había sucedido varias veces, no se trataba de él sino de su enfermedad. Flor se encargaría de alejarlo de la operación, mintiéndole y diciéndole que mientras el resto del grupo iban a dialogar, ellos dos buscarían una forma de infiltrarse.
Durante la explicación de Alexandra de lo que ocurrió con Luthor en el pasado, esta cometió un error crítico: se le escapó el nombre de Elisabeth, lo cual la avergonzó e incluso perdió el temple y control de la situación, como ella solía tener. El grupo la consoló, diciendo que los errores ocurren y que a las personas no se le definen por ellos, sino por sus aciertos, y ella había acertado en muchas cosas. Así pues, el grupo empezó a movilizarse hacia el vertedero, lugar de la base de El Cíclope y sus hombres, con una 'bandera blanca' que David improvisó con sus vendas, junto con las manos alzadas, para indicar que iban en son de paz. El primero en recibirlos fue Ciclópedes, con el que rápidamente comprobaron que tenía una actitud peculiar. Este incluso acabó enamorándose de Ellie y dándole consejos para fortalecer el espíritu, además de darle su número de teléfono para que le llamase en un futuro. Pero posteriormente, llegaría Tuertox y los guiaría hasta donde se encontraba el propio Cíclope, rodeado de muchos de sus hombres, junto a una Summer colgada de un póster, que se encontraba en un estado lamentable, llena de heridas, magulladuras y con un ojo menos.
Comenzaron las negociaciones con El Cíclope, que aunque acabó con el resultado esperado, dejó unas sensaciones embarradas, especialmente en Ellie. Este demostró rápidamente que lo que se decía de que era terco y obsesivo era totalmente cierto, mostrándose como un cabronazo durante gran parte del diálogo con el grupo. Demostró que ya no tenía motivación por nada en esta tierra, que estaba dispuesto a irse, aunque admitió que quería el artefacto que era capaz de eliminar las enfermedades mentales, algo a lo que el grupo se negó. Ellie acabó de mala manera con él, con contundencia, dando por finalizadas las negociaciones, cuando El Cíclope no daba su brazo a torcer e incluso insultase a los más fuertes de la región, como el profesor Jhin, el cual si hacía uso de su poder se quedaba debilitado; Maief, quedando reducida a una simple ama de casa; Miracle, que perdió contra un 'Inquietos'; o Elliot, que ni siquiera sabía cómo había caído. Incluso se acabó metiendo con David, por los problemas familiares después de que este mencionase el nombre de su padre como contacto de Requiem; algo que se extendió hacia Ellie con la ausencia de Raeric durante prácticamente toda su vida. Al final, El Cíclope se calmó cuando descubrió que el artefacto para eliminar enfermedades mentales ya había sido usado y la persona en la que lo usaron fue Jesamine. Para recibir esa respuesta le pidieron que soltase a Summer, algo que acabó aceptando. No obstante, las sensaciones, como ya se ha mencionado anteriormente, fueron amargas, ya que El Cíclope acabó recibiendo mucha información y planeaba irse del reino en cuanto acabase la reunión.
Una vez Luthor se reunió de nuevo con una Summer inconsciente, decidieron volver al lugar donde Dafne, David, Ellie y Liv enterraron parte de su equipamiento. Al estar al llegar a ese lugar, ya en noche cerrada con el cielo nublado, escucharon un aleteo de algo grande pasar junto a ellos y dirigirse hacia el este, pero no pudieron verlo debido a la oscuridad y la velocidad que llevaba. Sin más opción, llegaron al lugar del monte que Alexandra usó como primer campamento para esta operación y recuperaron su equipamiento, justo antes de comer algo. Decidieron entonces que Liv y Sakurako fuesen a buscar a Yrsa, por si podía unirse a ellos, llevándose a Vex para mantenerla apresada, mientras que Alice, David, Ellie y Flor irían a la mansión abandonada, para seguir el instinto que había recibido esta a través del viento.
La sensación que sintió la chica fue correspondida en la mansión, pues había una escultura de Akadi, diosa hija de los vientos, que acabó susurrándole de nuevo, en esta ocasión para decirle que la buscase en los picos más altos. Pero aquel suceso no fue lo único a destacar en aquel lugar. Resultaba que la mansión era una edificación antigua, de antes de la época de la región de Reposo de Taliyah y perteneció a un matrimonio de enanos. No obstante, por lo que fueron descubriendo, parece que la mujer acabó dejando a su marido debido a discrepancias por lo que este hacía, actos de investigación druídica, siguiendo el dogma del viento, algo totalmente contrario a la actitud conservadora de los enanos de mantenerse firmes a la tierra, la roca y los metales. Además, antes de la separación, dicha enana abortó una hija de ambos y, aunque el marido insistía en tener otro, la enana acabó destrozada emocionalmente y no quiso valorar más esa opción. Entre estos descubrimientos destacaban varias cosas, la presencia de un cofre cerrado mágicamente, una contraseña para abrir algo y una roca negra encerrada con cadenas; también el hecho de que cuando Ellie tocó un piano con la misma melodía que una caja de juguete, que iba a ser el primer regalo para la hija que no llegaron a tener, provocó que saliese el fantasma del enano muerto, dándole las gracias por haberlo tocado y asegurando que su mujer, Whukraerika, aún seguía viva.
Tras pensar en quién podría ser, llegaron a la conclusión de que podría ser la posadera de Mirador Gris. David consiguió acordarse del nombre de la enana, asegurando que, efectivamente, era Whukraerika; y Flor dijo que los habitantes de Mirador Gris fueron trasladados a Goria, cerca de allí. Tuvieron la inmensa suerte de que al acercarse a la ciudad, en las afueras, se encontraron a la enana, ya que tenía la rara costumbre de salir a dar paseos nocturnos. Al contarles lo que había pasado, esta comentó que había pasado casi un siglo de todo aquello y que se arrepentía de cómo trató a su marido, ya que confesó que era una cabezona en aquella época y no podía entender cómo había alguien de su raza que se salía de la norma de ser un enano. Aceptó el anillo de matrimonio que ella misma había tirado y que Ellie encontró en la casa, poniéndoselo entre lágrimas y les acompañó de vuelta a la mansión. Allí, ella misma se pudo despedir de su marido Drughor, antes de que su estela fantasmagórica desapareciese del todo. Como agradecimiento, les desveló la cámara secreta de la casa, donde consiguieron una cimitarra y una llave para poder abrir el cofre, en el que habían numerosos bienes y objetos mágicos, que se quedó el grupo salvo el oro, que se lo llevaría Whukraerika.
Así pues, la enana les dio las gracias una vez más y les dijo que usasen lo que habían conseguido para derrocar el mal de estas tierras, cerrando aquello con una promesa de que lo conseguirían y volverían sanos y a salvo. Una vez se fue, Ellie le comunicó a Alice que su hermanastro, Dyrest de Gwynt, era El Colmillo y, esta, sin creérselo pero manteniendo la serenidad una vez desenvainó su katana, prometió que le derrotaría. El grupo partió de vuelta con los demás para poder volver a la base de Kara, entrando en la etapa final de este conflicto.
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