La sesión comienza con el grupo designado para ir a rescatar a Petyr reuniéndose en la sala del almacén, después de que pasase todo el día 23 de enero entrenando y descansando para poder estar en óptimas condiciones durante la noche. Mientras esperaban a que el portal se abriesen, estaban terminando de definir los ataques combinados, bautizándolos con nombres al final, no solamente para codificarlos de cara al enemigo sino también para sentirse cool. Jesamine, quien también estaba allí, propuso unas cuantos nombres, además de insistir en acompañarles, aunque no logró convencerlos.
Un rato después y ya con la noche cerrada, Kara volvía junto con Gabriella, Gabriel y una agotada Liv. Tenían preparado el portal cercano a Briatel, al sureste de la cordillera, de manera que tendrían que terminar de internarse en el enclave montañoso para llegar al lugar donde está el transmisor que colocó Ellie en el coche de los Bayanes cuando estos persiguieron al grupo en la llegada a Briatel días atrás. Kara les dejó el radar para detectar los transmisores, elemento que casi se olvidan como dijo la chica; y tras una rápida despedida, comenzó la misión de rescatar a Petyr.
El viento y el frío les recordó que era pleno invierno, junto con la oscuridad de la noche que paliaron con David aplicando visión en la oscuridad a casi todos los miembros, menos Hina que bebió una de las pociones que tenía y Melina que disponía de dicho sortilegio. No avanzaron durante mucho tiempo en una explanada plaga de pequeños riscos hasta que se toparon con una patrulla de Bayanes capitaneados por un miembro enmascarado de Victus, que iban buscando a cuatro sujetos que habían detectado volando por la zona. Parecía que tenían un poderoso sensor mágico con el que detectaban a las criaturas voladoras dentro de la zona y ahora el portal peligraba, ya que si continuaban avanzando podrían detectarlo. El grupo, tras debatirlo, optó por evadir a la patrulla y enviar a Kizaru atrás con el mensaje de que cerrasen el portal.
Sin vía de escape rápida, siguieron hacia la cordillera, recorriendo las montañas por la parte superior de estas. Un rato después se acercaron tras advertir la luz de una gran hoguera. A su alrededor había una tribu de gigantes Crag'ghoran, especie que Ellie ya había visto anteriormente, durante su practica en Puesto de Lothien, con la invasión goblin que hubo en la zona. Decidieron no intentar nada con ellos y pasar de largo, acercándose cada vez más al punto que les indicaba el radar.
Más tarde, llegaron desde el norte, tras dar un rodeo por las montañas, a una fortaleza enana en ruinas que la banda había usado como refugio. No solamente tenían preso a Petyr, sino que además también estaban Evangeline, Andrei, Roman y Luna, junto a una Tea fuera de las celdas que estaba luchando con una espada de madera contra unos Bayanes que estaban jugando con ella, hiriéndola cada vez más en el proceso. Además, estaban llevando a cabo un ritual para invocar a una criatura que, según mencionaron, acompañaría a la invasión de Briatel, que estaba sucediendo con Drifters como protagonistas enemigos. Además, parecía que protegían con explosivos lo que había dentro del edificio principal, para en caso de que se sintieran amenazados, detonarlos y aislar 'aquello' que quieren evitar que caiga en manos enemigas. También habían un par de encapuchados que parecían hipnotizados bajo el movimiento de una persona enmascarada. Por último, vieron también un círculo de teletransporte inverso, con el que podrían convocar aquello a lo que se ha ligado en caso de que se activase.
El grupo empezó a moverse para intentar rescatar a sus amigos y poder aplacar a la banda, pero algo repentino ocurrió. Vieron como el bayán más alejado de ellos, al sur, era asesinado con su cuello rajado repentinamente, sin ver al autor del que lo hizo.
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