La sesión comienza con el inicio de la Operación Fénix Naciente, en la zona sur de Toril. El grupo de ataque, formado por Alexandra, Alice, , Dafne, David, Ellie y Lucía, que se encontraban junto a Gabriella e Yvette, las encargadas de coordinar a los grupos, una vez desplegados, mediante el apoyo de los portales y las curaciones de ambas. Los acechadores cercanos, Eva y Petyr, informaron que se encontraban en posición con sus respectivos objetivos bajo control, que se trataban de Jeffred Brell y Yerisev Greysun respectivamente. Con las otras dos acechadoras, en Tilos, no tenían comunicación directa con ellas a través de los pinganillos, pero se comunicaron por teléfono móvil para confirmar que también estaban a la espera de confirmar cuál de los cuatro objetivos era el traidor.
Entonces empezaron a llegar los primeros ejecutores, siendo Laurine la primera de ellos, que llegó a la casa y dejó el ataúd en el que se encontraba la falsa Elisabeth en el interior de esta. Se mantuvo a la espera, observando tanto ella como el grupo desde la fortaleza voladora ante cualquier señal de aparición enemiga. El siguiente en llegar fue Andrei, también sin ningún percance aparente. Pero cuando lo hizo Zeryen y se adentró en la cueva junto a la hermana falsa de Elanil, el grupo avistó a cuatro sujetos encapuchados acercarse unos minutos después hacia el lugar. Los de ataque se lanzaron con las indumentarias de ardillas voladoras y los paracaídas, dispuestos a luchar.
Pero dos acontecimientos inesperados ocurrieron durante el despliegue: el primero fue que Cristarn, el pueblo cercano, empezó a ser atacado por criaturas liberadas por Réquiem. Los Guardianes Fénix optaron por llamar a Meryl para que se ocupase de la defensa de la población; lo segundo fue que Petyr estaba en shock al descubrir que su primo era el traidor vinculado a Réquiem, hundido por descubrir que su familia de nuevo volvía a estar manchada, al igual que lo que ocurrió cuando su tío-abuelo Schwarz cometió regicidio. Pero gracias a las palabras de los demás, Petyr pudo reaccionar e ir a detenerle, con la esperanza de poder salvarle en un futuro.
Para el grupo de ataque el combate comenzó, tras aterrizar junto al único sujeto que no había entrado en la cueva. Este resultó ser un tipo que podía transformar parcialmente su cuerpo en el de una hidra, adquiriendo más cabezas conforme se iban cortando, salvo si se le infligía daño de fuego. Dos de los otros tres resultaron ser villanos conocidos de Tilos, confirmando que Réquiem había crecido en poder al adquirir miembros como ellos durante los últimos años; el primero de ellos, Héctor, luchaba ferozmente contra Zeryen y, posteriormente, contra Alice al mismo tiempo; el segundo, Leon, apoyaba a sus compañeros y resistía como un baluarte defensivo, ante la ofensiva de Veera y Lucía. Además, la tercera de los tres, una joven llamada Jervelly, se encargó de llevar a cabo una runa en su superior, al que llamaban Hidra, para hacerlo inmune al fuego. Todo ello desde el interior de una jaula de fuerza que conjuró para ella misma. No obstante, Ellie consiguió bloquear la visión de Jervelly con el cuerno de niebla y así poder suprimir la runa en Hidra.
El combate avanzó y varios de los Guardianes Fénix cayeron, pero Gabriella estaba pendiente para transportarlos de vuelta a la fortaleza y poder tratarlos. De esa forma, Hidra, que había conseguido un número significante de cabezas, creó una realidad artificial para separarlos, ya que se llevó tan solo a Alice, David y Ellie. En dicha realidad creada, que consistía en un nauseabundo pantano que dificultaba el movimiento de los tres, surgió el enemigo completamente transformado en hidra.
Pero al final el enemigo se tuvo que rendir gracias a los esfuerzos combinados de los tres jóvenes héroes, deshaciendo la realidad artificial y volviendo al exterior de la cueva, con los demás miembros vencidos por los refuerzos constantes que podían desplegar los Guardianes Fénix gracias a los portales de Gabriella y las curaciones de Yvette. Petyr confirmó que había abatido a su primo y se lo llevaba a la fortaleza, pero no todo estaba decidido aún. Habían varios focos de civiles en las afueras de Cristarn que necesitaban ayuda de los Guardianes Fénix, así que se separaron para poder ayudar a la población y sofocar el problema. David, Ellie y Lucía hallaron un pequeño convoy que fue asaltado por dracotauros y gólems de penumbra, mismas criaturas que habían visto en el pasado ser usadas por Réquiem para sus planes, como en la práctica en Serencia o en el 28M. Sin mayores dificultades pudieron acabar con los gólems y dejar inconscientes a los dracotauros, salvando a los civiles. Especialmente a dos chicas que estaban en shock por haber sufrido los efectos de una explosión que había provocado un incendio en el bosque. Con ellas puestas a salvo, junto a los guardias y demás civiles, los tres volvieron a la fortaleza voladora, con todos los miembros de Réquiem capturados y dispuestos a ser llevados a Reposo de Taliyah.
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