Sesión 39 del 2.0 NG

La sesión comienza con el inicio de la travesía en barco hasta el archipiélago de Andrast, un viaje que entra dentro de las actividades que hacer durante las vacaciones. El primer grupo en ir, entre los que se encontraban Mythra y Summer, iban a sus camarotes para dejar sus pertenencias. No obstante, tuvieron que lidiar con la presencia de un polizón, porque Jandelle, que descubrió que las chicas viajarían en barco, se coló y se escondió en este para acompañarlas. Summer optó por la vía legal y lo contó al tosco capitán del barco y a la profesora Cristinne, siendo esta última quien pagaría el pasaje de la chica, que ocuparía el camarote del ausente Luthor. El resto del viaje transcurrió en la absoluta tranquilidad, salpicada por alguna que otra broma entre 1ºB y 1ºA o incluso desde el propio Giovanni.

Summer, incapaz de volver a dormir sola como durante la Convención Real, optó esta vez por descansar en la habitación de Evangeline, donde Lucia también se apuntó, quedando las tres bastante apretadas entre la cama y los colchones. Por su lado, Mythra intentó meditar y entrenar sobre el elemento que había descubierto a través de las hojas de Danris, la oscuridad. También intentó hablar con esa presencia en su interior, pero cuando fue a conseguirlo, fue interrumpida por Alexandra. La delegada de 1ºB anunció que dentro de poco no podrían pasar tanto tiempo juntas porque se encargaría del teléfono móvil de lord Jeskla, de forma que al menos podrían aprovechar esa noche para pasarla juntas, cosa que hicieron y en gran medida.

Un día después llegaron hasta la isla principal del archipiélago, desembarcando en el muelle en mitad de la costa de gran relieve geográfico. Allí conocieron a una soldado perteneciente al escuadrón de Cleo, Katheryn, la cual se mostró muy cercana a Mythra y Summer, todo porque había escuchado hablar de ellas a través de su capitana. Katheryn llegó incluso a hacer cierta trampa en el sorteo de las excursiones que se llevarían a cabo en la ciudad, poniendo a ambas con ella para así conocerlas mejor. Durante la cena en el albergue, esta no paraba de contar las batallitas que había tenido como recluta en el escuadrón, llegando a enfrentarse incluso a criaturas conocidas como Terrarón o "tiburones de tierra", que aunque no hiciese nada, puso especial énfasis para que todo sonase épico. 

Al día siguiente, Katheryn lideró el grupo de Jandelle, Lucia, Mythra, Summer y Tyb, y partieron hacia el noroeste, de excursión por el terreno prácticamente virgen por la mano humana, mostrando paisajes naturales muy verdes y muy limpios, realmente hermosos. Caminaron durante horas, recorriendo bosques, atravesando riachuelos y escalando colinas. Y a medida que se acercaban al destino que quería enseñarles Katheryn, esta empezó a explicar el trasfondo detrás de lo que verían. Mencionó sobre la historia de los humanos contra los titanes, acontecimientos que ocurrieron miles de años atrás. Uno de los lugartenientes de los titanes, Yaelin, persiguió a la huested de los humanos que habitaban en lo que ahora era Aldmet, hasta las mismas islas que ahora pisaban. Desesperanzados, los humanos, que pensaban que huir hacia las islas podrían impedir que se acercase el titán, rogaron ayuda a los dragones. Entonces, dragones y humanos se unieron para combatir a Yaelin, pretrificándole y cercenando su cabeza, que ahora reposaba sobre el valle del que él le ponía nombre. Las cuatro quedaron maravilladas, especialmente Lucia, por el significado de que su raza se aliase con los humanos en el pasado. Aunque después descubrieron sobre el exilio de los dragones; Katheryn explicó que tras la guerra contra los titanes, los dragones quisieron formar parte de las civilizaciones humanas, élficas, enanas, etc, pero estos se negaron temerosos de que lo que quisiesen realmente fuese adueñarse de sus reinos y gobernar con impunidad. 

Al volver, Katheryn descubrió que el terreno estaba accidentado. Parecía como si muchas criaturas hubiesen atravesado aquel suelo intacto. Entonces, escucharon que algo se acercaba a toda velocidad. La soldado desenfundó su arma e instó a las chicas a que huyesen. Una marabunta de criaturas trasgoides conocidas como varag surgió de entre la maleza. Katheryn podía fácilmente abatirlos, pero eran demasiados y el resto pasó de largo para ir detrás de las niñas. El grupo se quedó el tiempo suficiente para que Lucia se transformase y pudiese llevarse de allí a la pequeña Jandelle para ponerla a salvo y, de paso, pedir refuerzos. Una vez lo hizo, siguieron huyendo a más no poder. Mythra y Summer dejaron atrás a Tyb a petición de esta, mientras retenía al grueso de los varag. Ambas atravesaron todo el terreno mientras esquivaban o se quitaban de en medio a los que seguían intentando acorralarlas, hasta que llegaron a lo alto de una colina rodeada de las criaturas. El único camino disponible era cruzar un puente que daba a otra colina en la que había una casa en ruinas, así que fueron a refugiarse allí. No obstante, Mythra observó como Tyb llegaba malherida, de forma que se quedó para poder cubrir a la criatura y ponerla a salvo, a pesar de que en ese momento despertó la conciencia de su presencia interna, instando a que se pusiese a salvo. Al final, las tres pudieron pasar al otro lado del puente y cortarlo, justo para el momento en el que llegó, también enfrentándose a los varag, uno de los guardaespaldas de lord Jeskla, buscando a Lilith, a quien logró hallar. Y aunque el soldado se preparó para saltar y captar a la chica, parecía que Lucia lo había logrado. Llegaron los exploradores de Winnhill y espantaron a los varag, con el soldado guardaespaldas escabulléndose también. 

Finalmente, el grupo terminó con las actividades en el archipiélago y volvieron en barco hasta la ciudad de vacaciones, varios días después. Cada una sufriendo por lo propio, pues Mythra se sintió temerosa porque se confirmó que la habían encontrado, y Summer había arrebatado la vida de varios varag para proteger a Jandelle en el bosque, enturbiando su mente por ello.