Mientras tanto, Mythra, tras entrenar como venía siendo costumbre en ella últimamente, se enteró a través de Valruk de que Luthor volvió la noche anterior, y lo hizo estando herido. Con la curiosidad en lo alto fue a visitar la habitación, aprovechándose de que estaba durmiendo y no despertaba. Su cuerpo presentaba numerosas heridas vendadas en los brazos y la pierna izquierda, además de una gran gasa que tapaba parte del cuello. Además, Mythra vio por primera vez el suministro de jeringuillas de varios colores que guardaba Luthor en su mochila, siendo los sueros de este para combatir su enfermedad, aunque de eso la chica no sabía nada. Posteriormente se enteró Summer y fue a despertarle, Luthor le contó lo que había ocurrido, que quizás se había peleado con algún animal salvaje o parecido. No obstante, Summer no quería contar lo que ocurrió en la excursión, cosa que fue notando cada vez más hasta que por fin le confesó que había matado un par de Varags. Luthor la consoló al hacer hincapié de que no se fije en las vidas que arrebate, si ese horrible acto ha sido ejecutado para salvar vidas inocentes, como la de Jandelle. Más animada, Summer fue a duchar a Luthor, ya que este seguía débil.
Mythra tuvo una cita con Alexandra, ya que la delegada de 1ºB estaba enfrascada de lleno con quitar toda protección o señal de rastreo del móvil de lord Jeskla, donde encima tuvo que haber pedido ayuda a Petyr y Marty, de su clase; y a Elias, de 1ºA. Estuvieron toda la tarde juntas, pero cuando se fueron a montar en la noria, Mythra recibió la llamada de Andrómeda de que ya se encontraba en la Ciudad de Vacaciones, concrétamente en Aberdeen. La chica, con el look ligeramente diferente, le dio un par de consejos debido al descubrimiento que había hecho New Horizon sobre su verdadera identidad. Y para mantener a salvo a la chica en el futuro reciente, Andrómeda le daría un motivo mayor a la organización para posponer la búsqueda actual: su objetivo será el de ponerse a ella misma de cebo, alejándose de la región de Aldmet. Mythra se lamentó de aquel acto, aunque también se lo agradeció enormemente, dándole un gran abrazo por todo lo que la había ayudado desde que apareció. Gracias a la marcha de Andrómeda para ponerse como mira de New Horizon, le daría a la chica entre uno y dos años.
Summer fue a visitar a Ayelle Malorne, al edificio neurálgico de la Ciudad de Vacaciones. La chica quería la información de su hermana, pues tal y como vio en las cintas de vídeo de la fabrica de procesado de frutas, la mujer que cuidaba a Stille tenía que abandonar aquel refugio y pedirle a Malorne un nuevo lugar. Primero Summer conoció al director en funciones cada vez que Malorne no se encontraba allí, al señor Wallace. Este, algo tosco y seco, fue a acceder a la petición de la chica de inmediato, dejando el encargo a la secretaria contratada recientemente, Kara Branson. La chica se mostró algo nerviosa, pero acompañó de inmediato a Summer y los demás hasta el despacho, donde empezó a tomar nota de todo lo que hablaban entre los chicos y la directora. Malorne le dijo que le entregaría esa información, pues comprobó que era la hermana de la chica que tenía su amiga, pero no podía dársela inmediatamente, pues cifraron las coordenadas para mayor seguridad. No obstante, le pidió el número de teléfono y así, en cuanto tuviese la información, se la daría de inmediato.
Al siguiente día, fueron a celebrar una fiesta para distensar el ambiente que había últimamente por lo sucedido en el archipiélago de Andrast. No obstante, tuvieron que aguantar antes la sucesión de un terremoto que alteró incluso el viento alrededor, aunque sin mayor repercusiones. Profesores como Gillian o Jhin fueron hasta la Ciudad de Vacaciones para comprobar si habían daños estructurales y había que ayudar, pero nada de eso había sucedido. La fiesta comenzó y empezaron todos a degustar pasteles, batidos y trozos de tarta. Mientras, Jhin conversaba con los demás profesores sobre qué otro sitio podrían visitar aparte del archipiélago, saliendo en el tema el Golfo de Edran. Liv escupió el batido y tosió por el atragantamiento en cuanto escuchó aquel nombre. Confirmó que el Golfo de Edran se encontraba cerca de allí, al norte por la costa, cuando preguntó de nuevo a los profesores; entonces, muy exaltada de felicidad, cogió a Summer y Mythra y les dijo que su aldea se encontraba mucho más cerca de lo que creía, que podían incluso visitarla. Formaron un grupo no demasiado grande, porque quizás rechazarían la entrada a tantos extraños, contando tan solo con la presencia adicional de Luthor, Alexandra y Elisbeth. Juntos, los seis, salieron desde la residencia en la que se encontraba hacia el norte, atravesando la espesura. Justo antes, Summer avisó al profesor Jhin del viaje que emprenderían, siendo el único de todos los que allí que sabrían que irían a la aldea de Liv.
Por el camino se encontraron con el Ojo de Edran, un gran lago que tuvieron que bordear hacia el norte. Liv no paraba de liderar la marcha, casi dando saltos de alegría, contando detalles generales de su aldea y de la gente que lo habitaba. Así siguieron hasta que se toparon con lo que Alexandra reconoció como una zona de madriguera de osos lechuzas, aunque dichos animales habían sido aniquilados. Justo después comprobaron quiénes habían sido los atacantes de las criaturas, la misma especie de lobos que asolan los alrededores de Reposo de Taliyah. Al parecer la amenaza había llegado también hasta allí. Mythra advirtió a uno rápidamente, al igual que Luthor hizo con otro, apartando a Summer para protegerla de la embestida del animal. El choque acabó con el chico impactando en un árbol, aunque pudo detener la boca de la criatura. Lucharon contra los felinos y vencieron, espantando a los que quedaron heridos. Esto tuvo una seria consecuencia y no fue debido a ninguna herida de mordisco ni arañazo sino que cuando Luthor chocó contra el árbol, en su mochila se hizo añicos el estuche con los sueros que llevaba, dejándole sin ninguno para el resto del viaje.
Pero lo peor no fue eso, sino cuando llegaron a la entrada de la aldea. Lo que debía ser la escalada por una escalera natural hasta observar la periferia de la aldea sobre una grieta, con las casas ancladas en los grandes troncos de las secuoyas, acabó convirtiéndose en una pesadilla para Liv, pues todo ese paisaje estaba devastado en llamas. La aldea había sido atacada y a medida que avanzaban hacia el interior, empezaron a ver cadáveres, que se contaban por decenas y decenas. Mythra no paraba de observarlos intentando buscar el cuerpo sin vida de alguien distinto, con la esperanza de hallar signos de aquellos que podrían haber atacado a la aldea. Pero no halló nada inusual. Los ropajes, armaduras y armas coincidían o se asemejaban entre todas las víctimas. Para mayor desesperación de Liv, cuando llegó a su casa la vio también destruida por las llamas, junto con el cuerpo sin vida de su padre. Devastada por el dolor, lloró sin pausa mientras abrazaba a su padre y recogía un collar de su madre, a la cual no había encontrado. Todos coincidieron en que debían llegar al fondo del asunto, Liv la primera de todos, con una mirada de odio intensa. Recogieron el equipamiento de algunos de los fallecidos y se lo pusieron para mayor protección.
Tras andar hacia el norte, se encontraron con uno de los guardias sobrevivientes, que explicó a Liv que se trataba de gente de la propia aldea, liderados por Yianiv, el que iba a ser el nuevo capitán de la guardia. Al parecer, cuando Yianiv volvió del exterior, enloqueció por algún motivo y empezó a atacarlos a todos, aunque con cierto sector apoyándoles. Por lo que se vio, el guardia no entendía del todo lo que había ocurrido, pero siguieron adelante para llegar hasta el final del asunto, mientras el guardia se recuperaba de sus heridas.
Y en la entrada al templo, con vigilancia de dichos traidores en las secuoyas que disponían de las pasarelas para ascender por el monte, Liv no pudo refrenarse más. Tras contemplar como un par de ellos apilaban cadáveres y los quemaban, cargó sin piedad contra uno que le daba la espalda, empalando su torso con los cuernos y marcándose la cara con su sangre. La venganza había comenzado.
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