13 feb 2019

Sesión 42 del 2.0 NG

La sesión comienza con el tren aproximándose a la estación de Reposo de Taliyah. En el tramo final del viaje, Elias le dio el teléfono móvil de lord Jeskla a Mythra, diciéndole que ya habían conseguido desbloquearlo del todo. El grupo se dedicó a indagar por el terminal, revisando los contactos y los mensajes que había enviado el empresario durante el último mes, entre los que se contaban mensajes a Thomas Hook, el presidente de New Horizon, y mensajes a Magrid, pidiéndole al criminal varios encargos, aunque este no respondió a lord Jeskla. Contrastaron varios de los contactos con la información que ya tenían de los peces gordos que asistieron a la Convención Real, coincidiendo en algunos de ellos.


Al llegar ya era casi de noche y todos estaban agotados por los últimos sucesos sumado al hecho de el viaje duró desde por la mañana. Decidieron que lo mejor era ir directamente a descansar, yendo cada uno a sus habitaciones de la residencia estudiantil, menos Summer y Luthor, que irían a su piso en el centro de la ciudad. El chico, no obstante, se llegaría antes a por las dosis de suero de su enfermedad, no sin antes explicar para qué servían las diferentes jeringas de las que disponía. Summer fue al piso para ir dejando sus cosas mientras le esperaba, pero al entrar, todo quedó oscuro para ella. Se desmayó y sufrió una ¿pesadilla? en la que vio cinco cápsulas con un bebé en cada una de ellas, todas llenas de un líquido acuoso de color azul verdoso. Su cuerpo se movía por sí solo, e incluso fue hasta un hombre con bata científica que había enloquecido y trataba de destruir una de las capsulas con una silla, y lo asesinó de inmediato. El cadáver se derritió y su sangre y vísceras fueron absorbidas hasta añadirse como un ingrediente más a las cápsulas. Entonces escuchó una voz que le indicó que lo había hecho bien; al girarse vio una silueta femenina envuelta en una manta a modo de capucha y capa se acercaba a ella, sacaba una espada y la blandió amenazante. Pero no llegó a establecerse el encuentro porque Elisabeth empezó a despertarla y su cuerpo desapareció de allí, no sin antes ver que el lugar del que procedía aquella silueta era una sexta capsula, estando esta rota.

Elisabeth había ido al piso porque se le ocurrió preguntarle a Luthor sobre su tutor, el cuál podría visitar y ver si puede averiguar si está infestada o no. Pero al llegar se encontró a Summer desmayada y la despertó. Le contó todo lo de la pesadilla que había tenido y Elisabeth la creyó de inmediato, pues ella también tenía sueños raros con significados ocultos, de manera que le ofreció su total apoyo. Cuando Elisabeth volvió y ya se acostaron todas, Mythra despertó durante la madrugada por la llamada de Thomas Hook al móvil de Jeskla. Aceptó la llamada aunque no habló nada, tan solo le escuchó decir al presidente sobre que había sacrificado a Andrómeda y que en cuanto la capturasen, irían a por ella. Habló de Elisabeth sobre lo que acababa de pasar, sumida en una profunda tristeza que trató de camuflar, todo porque se acordó de lo que había hecho Andrómeda. Igualmente, su determinación no se quebró, seguiría adelante.

Al día siguiente ocurrieron varios sucesos. Lo primero fue que compraron el billete de tren para el día siguiente, siendo el de alta velocidad y de ida y vuelta, de manera que les salió por un buen pico. Maryse se mostró incómoda al ver las caras de dolor de Mythra y Summer por lo que acababan de pagar, pero en el fondo les daba igual pagar algo así por tal de ayudar a la chica con el tema de su tía. Al viaje de mañana también se apuntaban Lucía y Gabriella; También se llegaron al cuartel, donde conocieron por fin al capitán bajo sospecha de las chicas, el forestal Tousen. Este indicó que estuvo al cargo de encontrar a sus hermanas, pero no pudo conseguirlo finalmente; a continuación, fueron a hablar con Xentzu, el guardián del bosque. Este quedó en usar las lágrimas de Ozphru en Summer y Elisabeth, pero tendría que ser la semana que viene, cuando volviesen del viaje. El resto de la charla fue sobre las tablillas Aoshan, donde el guardián explicó el origen de aquel nombre y del funcionamiento del artefacto sagrado; por último, fueron a visitar al tutor de Luthor, donde este le regañó severamente al enterarse de que había mordido a una inocente durante su transformación. Le hizo un par de pruebas a Luthor, aceptando también lo que propuso Summer, tanto lo de que el amor podía influir en su oscuridad como lo de que quería colaborar en el reavivamiento de los recuerdos traumáticos del chico durante aquel día fatídico en su aldea. También recogió sangre de Elisabeth para ver si podía descubrir sobre si estaba infestada a pesar de que todavía no había llegado el ciclo lunar.

Ambas chicas se despidieron de sus parejas para partir al viaje, haciendo hincapié en que Alexandra se mostraba muy afectada tras los sucesos de la aldea Aoshan, siendo incapaz de acompañar a Mythra hacia Aldea Roja, pues dijo que necesitaba descansar. Mythra la consoló, calmó y animó, y le dijo que durante el viaje se encargaría de mantenerla ocupada pasándole mensajes y fotos del lugar.

Tras eso, montaron en el tren y partieron hacia Aldea Roja. Durante el transcurso, jugaron a las cartas y por apuestas al final Mythra tendría que invitar a toda la clase de 1ºB a un banquete, después de que fuese pillada haciendo trampas. Summer recibió la llamada de Aura, indicándole que no había podido hallar al director Lork pero que, efectivamente, este quiere construir de nuevo el orfanato, así que es factible eso de que se fuese para buscar fondos. Por último, le confesó que era novia de Varick y que este tenía resentimiento hacia ellas porque ahora era un fugitivo. Mythra también habló con Clara, aunque se sumó a la llamada también Summer.

Finalmente, el tren llegó a su destino y en la estación se encontraron con el tertuliano Cristobal Soria, con el cual hablaron del tema de los equipos de fútbol y de Oskar. Avanzaron hasta la ciudad de Aldea Roja como tal y fueron directamente a la casa de la tía de Maryse. En un barrio gris y estrecho se encontraba su piso, subieron y llamaron a la puerta, pero no respondió nadie. Mythra pegó el odio a la puerta y escuchó un ruido grave casi parecido a un rugido de una bestia. Entonces, se decidió a abrir la puerta mediante el uso de ganzúas. El piso se encontraba en un estado lamentable, de suciedad, desorden y presencia de numerosas drogas. El rugido, no obstante, provenía de un gato del tamaño de un enorme perro, que dormía plácidamente aunque emitiendo aquel sonido a modo de ronquido.

Revisaron el piso en busca de algo de ella pero tan solo hallaron más desorden y suciedad. Hasta que, finalmente, descubrieron una sala oculta donde había una armadura negra, junto a una espada, también negra y enfundada, y un anillo. La armadura ya la conocían, la habían visto en los periódicos: era la armadura de Ébano. Y antes de que pudiesen comentar sobre lo que acababan de descubrir, se escuchó el sonido de cerradura en la puerta. Alguien se disponía a entrar.

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