22 ago 2021

Prácticas de invierno

El frío azotaba con fuerza las mañanas en Reposo de Taliyah, aunque no era más que una suave brisa en comparación al que se levantó el año pasado. Ahora ni siquiera nevaba en el Bosque de los Inquietos, a diferencia de cuando tuvo que escapar junto a Sohndij, en su vehículo, de la guardia Lumi que intentaban poner orden a todo el caos que se había alzado en Maret y alrededores. Pero era cierto que aunque hiciese menos frío en cuanto a temperatura se refería, sí que se sentía igual o más helada que hace un año. Su hermana estaba lejos, de nuevo. La primera vez fue en verano, que estuvo más de un mes; ahora no llevaba tanto tiempo, aún, ya que las prácticas de héroes provisionales para proteger toda la región parecía que iba para largo. Ni siquiera vería la llegada de año nuevo junto a ella, Luthor y todos sus demás amigos. 


Aunque por amistad no iba a ser problema. Llevaba apenas cuatro meses en la Academia y ya había forjado nuevas amistades; desde Eslatra y Joshy, a quienes ya conocían por su hermana, hasta las primeras amigas que empezó a hacer en los primeros días. La primera de todas, Baylee, su compañera de asiento. Una chica muy amable y que de inmediato comenzó a hacer amistades y ayudar a todos los que lo necesitasen con los apuntes y deberes. Pero también estrechó un círculo con Linda, a la que definía como una persona "¡muy guay!", tanto por su estilo en el pelo como por su increíbles dotes físicas, que demostró en las primeras prácticas; con Tasha, su compañera de asiento, que era muy extrovertida, intensa y se reía con casi todo, pero en el fondo tenía buen corazón; y con Abbie, que era la contraparte de Tasha, alguien introvertida, callada y casi siempre acurrucada para observar cómo hablaban los demás, pero era gentil y cuidaba mucho los detalles.

Con respecto al resto de chicas de la clase, cada una destacaba por ser única en algún que otro aspecto, pero no llegaron a calar tanto con el grupo principal al que se había unido Stille, aunque por ganas de ella no fue, desde luego. Bessie no dormía en la residencia estudiantil, sino que tenía un piso con sus padre, así que el tiempo que la veían era tan solo en las clases; Natasha resultó ser alguien callada, al igual que Abbie, pero a diferencia de esta siempre marcó una diferencia, en la que demostraba que estaba allí para aprender y hacerlo lo mejor posible, dejando a un lado las amistades y demás cosas 'triviales, como ella misma citaba; Leona, una chica pelirroja que se sentaba detrás de ella, apenas la veía salvo en las clases, ya que siempre estaba entrenando y leyendo; y por último, Yaereene, una elfa que, si bien era muy simpática y a veces se unía al grupo y a hacer cosas juntas, la mayoría del tiempo llevaba a cabo actividades fuera de la academia relacionadas con los negocios de la familia que la acogía allí en Reposo de Taliyah.

Y de los chicos, salvo Joshy, apenas había hablado con nadie más, aunque le resultaba muy llamativo el pequeñito de Eijo, un ser mitad humnaoide, mitad ajolote, que era de lo más entrañable. Gary, por su parte, era un tipo guay al que había visto con su padre, un ingeniero, compartir con él alguno de sus inventos para que este los usase. Y por último, Nathaniel, era un chico enigmático que en ocasiones le recordaba a Luthor, ya que era callado, serio, distante, pero de poses chulas.

De lo que no cabía duda era de que le encantaba su clase, con muchas personas diferentes, con sus personalidades, virtudes, defectos y características únicas. Junto con su tutora, la profesora Cristinne, se estaban convirtiendo todos en una gran familia, y eso que tan solo llevaban poco más de tres meses juntos, pero ya habían pasado por prácticas muy duras en las que ante la adversidad, se han ido reforzando cada vez más los lazos de amistad y empatía.

Aquella mañana, el camino desde la residencia hasta el edificio principal de la academia era corto, pero duro.

- ¡Qué frrrrrrrríoooo! -. Se quejó ella, ajustándose la bufanda en la boca y apresurándose para llegar cuanto antes.

- ¡Eh, Stilleeee! -. Le llamó una voz desde atrás. Al girarse, vio que se trataba de Linda, quien salía también de la residencia, aún ajustándose la mochila de las prisas.

- ¡Lindaaa! ¡Vamos corriendo dentro! -. Apremió ella, ante el azote de frío que sacudió a ambas, junto a otros alumnos de otros cursos, quienes también iban a la primera clase de la mañana.

- ¡Tonta la última! -. Retó una tercera voz, que Stille reconoció enseguida. Tasha salió corriendo, adelantando a Linda antes de que pudiese asimilar lo que había dicho. 

Stille todavía tenía algo de terreno de ventaja, aunque la chica era muy rápida y le pisaba los talones. Como iba muy abrigada, en comparación a Tasha, los kilos de extra se debieron notar porque gradualmente acabó siendo adelantada.

- ¡Eeeeh, eso no valeee! -. Se quejó Linda, desde atrás.

- ¡Voy a ganar! -. Exclamó Tasha dando un último brinco.

- ¡No lo permitiréeeee! 

Recuerda, Stille, el consejo de aquel chico. Concentración y ejecución. Soltarlo como una... ¡COMO UNA ESCOPETA!

Si bien la ejecución de su poder no salió como ella esperaba, fue lo suficiente como para poder adelantar a Tasha. De los pies de Stille surgieron unas ondas de aire vibrantes, como las del aire caliente del desierto, que la impulsaron hacia delante como un torpedo. Ella quería hacer algo resultón como echar fuego de los pies y salir disparada del todo, con estilo, pero no pudo ser. Igualmente, al llegar al portal del edificio, no controló del todo el impulso y se tropezó con los escalones de la entrada. Iba a caer hacia delante y darse de bruces contra el suelo, pero unos brazos las rescató en el momento oportuno de una caída fatídica. 

- No deberías usar poderes fuera de las cla... -. Fue a decir aquella persona, la que la ayudó.

- ¡Gané! -. Se giró Stille apresuradamente, señalando a Tasha, quien llegó un instante después, enfurruñada por la derrota.

- ¡Pero eso no vale! Si llego a saber que valía usar poderes, ¡no habrías tenido una oportunidad!

- No te quejes tú tampoco -. Se quejó Linda, llegando la tercera -. Que no diste la opción a que me preparase.

- ¡Hola, Joshy! -. Saludó Stille a la persona que le rescató de la caída, que resultaba ser él, mientras que Linda y Tasha se agarraban de las manos y trataban de derribarse la una a la otra.

- ¿Qué tal? Ya veo que ni el frío puede pararos -. Mencionó, con una media sonrisa en sus labios viendo cómo las tres llamaban la atención a su alrededor.

- ¿Qué tenemos hoy a primera hora? -. Se preguntaba alguien quien se acercó al grupo. Resultó ser Baylee, que estaba mirando el horario -. Ah... ¡Buenos días! -. Saludó con una cálida sonrisa a todos, con la que acto seguido se convirtió en una cara apesadumbrada -. Jo... tenemos dos horas de magia.

- Es dura la profesora Jane, ¿verdad? -. Resopló Linda, que ya había dejado de pelear con Tasha.

- Lo que pasa es que Baylee acaba con dolor de muñeca tras las clases. Es la que más apuntes coge siempre, y como Jane no para de explicar, acaba destrozada... ¡Jijiji! -. Se burló Tasha, con una sonrisa burlona tapada por su mano.

- Y eso deberíais hacer vosotras también, que luego llegan los exámenes y serán muy duros -. Se defendió Baylee como pudo.

- ¿Qué tal tu hermana? -. Se interesó Joshy, reanudando la marcha hacia el aula.

- Pueeeees... hace unos días que dejó de tener cobertura, creo. Pero no pasa nada, ¡segura que está en una misión super guay deteniendo a todos los malos!

- Seguro que sí -. Le apoyó Joshy.

- ¿No habéis escuchado los rumores? -. Detrás de aquel grupo, se incorporaba otro de los compañeros. Jermaine Walls, un chico rubio que se sentaba detrás de ella, junto a Leona, fue el que formuló aquella pregunta -. Dicen que los chicos de cuarto curso lo están pasando muy mal. Que Maret fue invadida por un ejército de ogros, en el sur hay un caos enorme con la banda de Adam Cole y en el oeste hay monstruos horribles arrasando aldeas y gente en trajes raros que disparan a los civiles.

- Qué horror... -. Musitó Baylee, que se quedó mirando al frente con la mirada algo perdida.

- ¡Pues mi hermana y sus amigos, que son mis amigos también, son muy fuertes! ¡Los van a vencer a todos! -. De un respingo, Stille alzó las manos y se elevó en el aire unos centímetros, provocando un sobresalto en sus compañeros. 

Dijo aquello con mucho ahínco y trató de poner una mirada de determinación, pero al final tuvo que acabar avanzando para ponerse la primera por el pasillo y que así sus compañeros no viesen cómo esta se desfiguraba un poco, envuelta en un mar de dudas. Era cierto que su hermana consiguió salvarla de aquel Myles monstruoso que se formó de alguna forma que no recordaba; también era cierto que sus amigos eran muy fuertes y habían mostrado poderes increíbles; pero en general le invadía una sensación de malestar continúo, como si algo no encajase y le inquietase. Eso se remarca más a la hora de dormir, donde en ocasiones le cuesta tanto que tiene que revolverse entre las sábanas y hasta salir a caminar un poco por los pasillos del primer piso de la residencia y observar el patio.

- Buenos días, alumnos -. Les saludó la profesora Jane. 

De tanto pensar y la inseguridad, Stille había activado su modo automático y apenas se acababa de dar cuenta de que ya estaba sentada en la silla y con el cuaderno preparado para la primera clase. La mañana transcurrió como todas las anteriores en las asignaturas teóricas, con bastante pesadez. Se notaba que se acercaba la primera tanda de exámenes y algunos profesores no daban tregua, con toneladas de enunciados que había que interiorizar y/o memorizar. "Pues menos mal que no tenemos a Arvin" aseguraba en ocasiones algunos de sus compañeros, que habían escuchado rumores sobre cómo era el profesor durante sus clases. Y por otra parte, estaban las clases prácticas, como las de su tutora Cristinne, quien no tenía piedad a la hora de hacer recorridos de ejercicios. Algunas de sus amigas, como Baylee o Abbie lo pasaban relativamente mal, ya que todavía no tenían buen nivel físico según la profe, aunque peor lo pasaron durante el primer mes, cuando estaban totalmente en baja forma, al igual que otros muchos más de la clase. 

Tras una mañana movidita y terminar los recorridos de Cristinne, tocaba clase práctica de CQC. El profesor Jason ya les había advertido que hoy tendrían una segunda tanda de enfrentamientos directos. En cuanto a la primera vez, fueron enfrentamientos de uno contra uno para ver el nivel inicial de los alumnos, y así los profesores verían en qué faceta se tendrían que centrar principalmente para hacerlos mejorar. Stille, que partía con cierta ventaja gracias a las prácticas con su hermana, los consejos de Luthor y de Ellie, que había preguntado a un chico llamado Silvester, vapuleó a su rival de entonces, Danny Gibbs, un chico muy refinado y que por lo general, le encantaba el nivel de vida moderno, como así demostraba con su indumentaria. Desde entonces, no le cae muy bien a Danny, aunque Stille intentase en continuas ocasiones acercarse a él para solucionar las cosas.

- Buenas tardes, chicos -. Escuchó la clase decir al profesor Jason mientras estaban frente al arsenal de la Academia -. Hoy iremos al campo de entrenamiento número dieciocho para la práctica de combate -. Mientras explicaba, abrió con llave la puerta del arsenal y dio paso a todos -. Coged vuestras armas y preparaos. En esta ocasión serán enfrentamientos dos contra dos.

Eso fue una ligera sorpresa para casi todos, Stille incluida. Tenía tan asimilado que su enfrentamiento sería de nuevo uno contra uno, que no se había imaginado que tendría que trabajar en equipo contra otros dos que también harían combinaciones explosivas para el combate.

- ¡Muy bien! -. Stille agitó el puño, como si golpease el aire -. ¡Estoy preparada! ¡Baylee será mi compañera de combate!

- Las parejas las anunciaré en cuanto lleguemos -. Atajó Jason, provocando una breve oleada de risas, aunque el profesor seguía igual de serio que siempre -. Así que no os aconsejo que os centréis en planear nada con nadie por el camino.

- ¡Vayaa! Jo, Baylee... Nunca demostraremos al mundo lo que son capaces de hacer la mejor pareja de combate de la historia... -. Con ojos llorosos, Stille abrazó a Baylee y la achucho tan fuerte que la chica empezó a quejarse del dolor de constricción.

- Bueno... ¡Ay, no puedo respirar... -. Tosió un poco cuando por fin Stille la soltó y recuperó el aliento -. Quiero decir... -. El grupo empezó a caminar detrás del profesor Jason, después de que todos eligiesen arma. Baylee bajó la voz para susurrar -. Que quizás sí que vamos juntas, existe esa posibilidad...

- ¡Es verdad! -. Ahogó un grito Stille.

- Vamooos, Stilleeee. No pensarás que esta vez podrás escapar de mi -. Tasha apareció de nuevo para burlarse de su amiga -. Esta vez sí que usaré mi poder, no como en la carrera, y te venceré.

- ¡Eso será si te toca contra mí!

- Ah, ¿no te lo he contado? Mi poder es la premonición. Veo el futuro y sé que nos vamos a enfrentar~~

- ¡Halaaaa! -. Se sorprendió Stille, boquiabierta.

- No seas ingenua, Stille. Si su poder fuese así, ¿por qué la adelantaste con tu poder en la carrera? -. Linda salió a poner orden y mientras miraba a Stille, le dio sendos codazos en el costado a Tasha.

- Porq... porqueeeee... Mi poder tiene cierto límite... ¡Jajajaja! -. Se reía Tasha, avergonzada y con una mano detrás de la cabeza.

- Chicas, tomaos esto en serio, que estas prácticas son muy importantes -. Quien habló ahora fue Abby, que llegaba desde atrás. Estaba con las manos metidas en los bolsillos del abrigo y, como siempre, cabizbaja. Habló con un tono apagado pero gentil, queriendo ser de ayuda.

- ¡Abbyyyy! -. Stille la agarró del brazo derecho de la chica y la arrejuntó más con el grupo -. ¿Veremos de nuevo ese lado ultra super mega rabioso tuyo de la otra vez?

- Qu... qué vergüenza -. Se lamentó ella, hundiendo más la cara en el cuello del abrigo, aunque igualmente se le notaba el sonrojo.

Al llegar al campo de entrenamiento, que resultó ser un claro en mitad del bosque del interior de los dominios del recinto de la academia, el profesor Jason dio paso a los primeros encuentros tras explicar las normas de combate. A medida que pasaban los minutos y los combates transcurrías, Stille se encontraba cada vez más nerviosa e impaciente. De tanto silencio e intento de concentración, su mente se inundó de nuevo de pensamientos sobre su hermana y lo que podría llegar a estar ocurriendo en la práctica de los de cuarto curso. A hurtadillas, se alejó del grupo mientras se daba el combate entre Leona y Eijo contra un chico llamado Allen y Joshy. Rebuscó en su mochila hasta dar con el móvil y, tras comprobar que tenía cobertura, intentó llamar a su hermana. De nuevo, como ya se esperaba amargamente, la operadora le comunicó que el teléfono se encontraba apagado o fuera de cobertura. Aquella invasión de preocupación la marcaría justo cuando una voz anunciaba su nombre.

- Stille, ¿dónde estás? -. Preguntaba Jason. El combate anterior había terminado y le tocaba a ella ahora -. Venga, es tu turno. Harás equipo con Danny y os enfrentaréis a Natasha y Eslatra.

- Terminemos esto cuanto antes -. Susurró Danny, aparentemente para sí mismo, mientras ambos para el lugar correspondiente para el inicio del encuentro. Stille se encontraba apagada y le temblaba el labio, pero igualmente tenía que demostrar que era alguien fuerte.

- ¡Danny! -. Exclamó, aunque para llamarle la atención y no para contar algo de manera efusiva como solía pasar -. Tenemos que ganar. El profe Jason nos ha puesto juntos para que resolvamos nuestras diferencias y poder ganar como equipo.

- Ya, si eso lo sé. Tu trata de ponerte delante y cubrirme. Yo me ocuparé del resto -. Le soltó Danny de manera despectiva.

- ¿Listos? -. Anunció Jason desde el centro del claro, mirando a ambas parejas de contendientes -. ¡Ya!

Como un destello, tanto Eslatra como Natasha fueron hacia delante en una carga directa. Mientras que la tiflin desenvainaba un par de dagas, Natasha se ajustaba un cestus puntiagudo en el guante de su puño derecho. Stille miró durante un instante a Danny, pero este retrocedía para hacer espacio entre ambos equipos.

- ¡No! ¡No podré pararlo sola!

Pero el chico no hizo caso, tras dar un par de saltos hacia atrás, concentró una leve aura mágica semitransparente entre su dedo índice y pulgar, como una cuerda que unía ambos dedos y que era elástico. Como si fuese un tirachinas, colocó un proyectil puntiagudo y se preparó para disparar. Stille, ofuscada, trató de defenderle colocándose delante para detener la acometida de ambas. 

Céntrate... Stille... Concentra el hechizo en tu mano, y lo sueltas en el momento adecuado...

Pero de nuevo, una oleada de terribles temores por toda la inquietud que estaba sintiendo la distrajo de su concentración. Se imaginó por un momento que Eslatra y Natasha eran villanas y que detrás de ella estaba su hermana, en lugar de Danny, indefensa en el suelo por todos los peligros que había pasado. El conjuro que había concentrado ni siquiera llegó a ejecutarse de alguna forma, a diferencia de como en la carrera con Tasha esa mañana. 

Lo siguiente que pasó fue que despertó, como de costumbre, en la enfermería. 

- Ya despertaste, Stille -. A su lado se encontraba Baylee, quien también tenía algunos vendajes en el cuerpo, especialmente en los brazos, pero se encontraba sentada esperando a su amigo -. Creo que el profesor Jason se pasó al poner a Eslatra y Natasha contra vosotros. Prácticamente son los dos miembros más rápidos de la cl...

- Baylee... -. Soltó con tristeza. La chica mostró una faceta que su amiga apenas había visto. Abby estaba acostumbrada a la sonrisa de la chica, pero ahora la curvatura de sus labios estaba invertida a como solía verlo -. Reúne a toda la clase luego. Tengo que pediros una cosa.

1 comentario:

  1. Prometo que lucharé y viviré para que puedas tener una vida plena y feliz.

    Te quiero hermana, espero que puedas a llegar a perdonarme.

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