27 mar 2015

El futuro rey Fertl


- Primera parte del plan completada... Está todo tal y como lo quería, menos por lo del desintegrador. Pero suerte que siempre tengo un plan B. Alfa, ¿Cómo van los preparativos para liberar el proyecto Mercurión?

- Al 50% mi señor. En cuanto se complete el último trazo de línea férrea podremos probarlo... En ellos.

- Perfecto. Solo necesitamos un poco más de tiempo -. Decía él mientras miraba a través de su enorme ventanal, hacia la batalla -. Soltad a los escuadrones de Thoon.

- A la orden, señor -. Y uno de los hermanos Ojseer se fue por una puerta.

- Omega, quiero que le dejes a nuestro invitado probar el módelo X-V022. Deja que se divierta con nuestros enemigos. Se lo merece por su contribución al Proyecto principal.

- Como desee, señor -. Y el otro hermano Ojseer se fue también.

- Bien... Fue una ventaja contar con esa Lucilia... Kelebrus le sacó que ellos iban tras el antiguo jefe de B&D... Bien, lo tendrán difícil para llegar hasta él ¿Verdad...Princesa Alanne?

Alanne se encontraba sentada en las sillas de invitado del despacho de Ganston Fertl. Tenía la mirada perdida y tenía la piel pálida y verdosa.

- Si... Señor Fertl.

- Me alegra saber que la heredera de Aldmet está de acuerdo con mi política de cambio con respecto al reino y por tanto, me alegra saber que hayas aceptado el trato. Tranquila, tendrás tu puesto de consejera en compensación por tanta lealtad hacia mí... -. Rio con ganas, hasta que una explosión le hizo volver a mirar al exterior. Al parecer un individuo se encontraba en el tejado de las factorias y se había adueñado de unos cuantos explosivos.

Ganston Fertl volvió a sentarse en su despacho. Él sabía que la mejor opción era la de activar el desintegrador, hubiera acabado con los rebeldes y con las fuerzas de Aldmet, pero no esperaba menos de gente que había burlado al GOET y escapado de Tilos. No pasaba nada... Todavía contaba con muchos recursos para su plan.

- Mercurión... -. Susurró para sí mismo.

Quién sabe qué horrores podría desatar su mayor invento; quién sabe cuanta potencia podría desatar a su paso; quién sabe hasta donde podía llegar con él ¿Se frenaría tan solo en el trono de Aldmet? Tenía tan cerca su objetivo que ahora se le quedaba corto, quería más...

Entró uno de los hermanos Ojseer.

- Listo, señor.

- Bien... Pero aquí no acaba todo. Uno de ellos tiene algo que quiero, algo que ya he visto en el pasado y podría usar en el futuro. Se podría desarrollar como poder parecido al de los Eternos y QUIERO ese poder ¿Podréis encargaros?

- Por supuesto, señor.

- Bien...

Su reinado, ya había comenzado. Solo era cuestión de tiempo llevar su poder hasta las puertas de Tilos y ver como Barlis acepta su rendición o cómo lucha temerariamente contra sus fuerzas. Sin el apoyo de Schwarz, ya lo ha perdido todo.

No podía evitarlo... Sonreía... Reía... Gritaba de la risa...

Su familia, que jamás confiaron en él... Estaban equivocados... Los aldeanos, que tanto le criticaron, verán por fin el fruto del verdadero progreso... Todos lo verán. Y quería asegurarse aún más de que lo hicieran.

- Alfa... ¿Podrías hacer el favor de avisar a mi sobrino? Bueno... más bien, a mi mejorado sobrino... -. Volvió a reir, estaba tan feliz, tan seguro de todo...

- En cuanto acaben los injertos, estaré encantado de hacerlo, señor.

- Bien... Ya solo queda una cosa... Venid, fugitivos, venid y contemplad vuestro error. Os arrepentiréis de no haber aceptado la oferta ganadora... Y en caso de que lleguéis... Se las verán con nosotros ¿Verdad, Alanne?

- Por supuesto, señor Fertl. Yo los detendré.

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