3 oct 2015

Llegada y Comienzo

- Ya queda poco -. Dijo él sobre la barandilla del barco donde viajaban.

- Si... Estamos a menos de dos horas y la gente ya se está reuniendo en cubierta -. Comentó Raeric, que se apoyó también -. Han sido casi tres meses pero se me ha hecho una eternidad...


- ¿Deberían estar allí, no? -. Preguntó él pero Raeric no tuvo tiempo para responder.


- LLEGADA A TYDORAS, CAPITAL DEL REINO DE TANEIR EN UNA HORA. ROGAMOS POR FAVOR QUE VAYAN PREPARANDO SU EQUIPAJE PARA LA LLEGADA -. Se escuchó por lo que Raeric consideraba un aparato extraño que sonaba por todo el barco.

- Eso espero -. Contestó él después del aviso -. Si no... ¿Ellos no estaban vinculados con el rey o algo así? Podríamos preguntarle si podemos tener una audencia con él. Que yo no se, pero tu al fin y al cabo eres de la casa Brell.

- Eso podría suponer un problema también -. Comentó The Miz -. Por todos los problemas que ha habido entre ambos reinos últimamente. Espero que Jace Barlis no fuera a más con su obsesión y haya provocado una guerra..

- ¡No pienses en eso ahora! -. Comentó alegremente Raeric para intentar animar a The Miz mientras le daba palmadas en la espalda -. ¡Estoy emocionado, por primera vez veré Tydoras y por fin les veremos de nuevo!

Cada vez más personas acudían a la cubierta del barco conforme pasaban los minutos. Raeric y The Miz se entretuvieron mientras haciendo una competición de pulsos y para sorpresa del campeón de las Artes de Sangre, observó como Raeric había hecho una importante mejoría física.

- Vaya, te has vuelto más fuerte. Pensé que eso de que fueras más ancho era porque habías engordado -. Bromeó él y Raeric le rió la gracia.

- Me he visto forzado a hacerlo. En el entrenamiento al que fui sometido tuve a una maestra un tanto exigente y también extraña. Pero gracias a ella pude eludir a los Protectores...

- ¿Protectores? ¿Por qué te persiguen? -. Preguntó The Miz algo preocupado.

A Raeric no le dio tiempo de contestar una vez más. Esta vez se acercaron por el pasillo del barco tres individuos de piel negra y aspecto algo extravagante entre los pasajeros del barco. Dos de ellos eran casi semigigantes, median más de dos metros veinte centímetros y su complexión física era mayor que la de The Miz y Raeric juntos. El tercero, que iba en el centro, era mucho más bajo y delgado que incluso The Miz e iba vestido tan solo con unos pantalones de cuero negro cortos y unas botas anchas. De su cuello colgaban dos guantes de boxeo atados entre sí con un logo en el centro: "The Money Team".

- ¿Quién iba a pensar que me iba a encontrar aquí con el campeón de las Artes de Sangre? -. Preguntó retóricamente el individuo del centro -. Es un placer hablar contigo -. Y ofreció su mano a modo de saludo.

- También es una sorpresa para mi encontrarte en un lugar como este. Nada más y nada menos que al campeón del Imperio del Dolor -. The Miz le devolvió el saludo estrechándole la mano.

Sin embargo Raeric alternaba la mirada entre The Miz y el hombre al que saludaba sin entender nada.

- ¿Preparándote para la nueva edición del torneo, The Miz? -. Preguntó él -. He oído rumores de que has estado defendiendo el cinturón muy al Este de aquí.

- Si, más por necesidad que por otra cosa... Ahora la verdad es que tengo la idea del torneo un poco apartado ¿Y tú, Mayweather? ¿Qué te lleva a Taneir?

- Digamos que... Seré invitado especial por parte de HHH -. Respondió con una media sonrisa Mayweather y The Miz se quedó pensando a qué se refería realmente -. Espero verte por el torneo a tope de potencia. Será muy interesante -. Y tras pronunciar esas últimas palabras, se marchó a la zona de desembarque.

Había llegado la hora, a lo lejos se divisaba por fin tierra. A lo lejos se veía la ciudad de Tydoras, con su maravilloso castillo al frente sobre un gran risco en la costa.

- Por fin -. Sonrió Raeric, cogió aire todo lo que pudo y soltó un enorme grito -. ¡POR FIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN!

Todos se giraron para mirarle. Absolutamente todos... Y Mayweather y sus guardaespaldas no eran los únicos seres extravagantes qué había allí.

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El barco atracó en los muelles del sur de Tydoras y Raeric y The Miz quedaron fascinados por la imagen de la ciudad. A pesar de que aparentemente no estaba tan avanzada como Tilos, era mucho más grande y la sensación de que no fuera ciudad que también se extendía verticalmente le dejaba mucho espacio para adornar sus calles con suelos cimentados y parques vistosos. La mayoría de sus edificios estaban muy bien asentados en la estética visual de la ciudad; Vieron un gran Centro Comercial en el centro cuando ya se dirigía al castillo, una gran catedral blanca frente a un espacioso parque y finalmente se fijaron en el enorme castillo de la capital, el más grande que habían visto en sus vidas. Incluso los puentes que conectaban la ciudad al risco del castillo dejaban paso a unas grandes vistas al mar. Se acercaron al guardia que estaba apostado al final del puente, cubriendo la entrada de la muralla externa de la gran fortaleza. Lo primero que le preguntaron fue por sus amigos y su ilusión quedó totalmente apagada cuando el soldado respondió que no se encontraban en la capital. Raenia y Akshael se fueron hace más de una semana de misión pero el soldado no podía dar más detalles por confidencialidad. Después le pidieron una audiencia con el rey y el soldado aceptó finalmente tras identificarse The Miz como señor de los Brell. Fueron conducidos hasta una sala de espera en el interior del castillo donde recibieron una disculpa formal por parte de un representante de la corte real, ya que el rey no se encontraba en esos momentos en la capital y tardaría unas horas en llegar.

Durante la espera Raeric le preguntó a The Miz por Mayweather.

- Al igual que aquí, en la parte oriental tenemos las Artes de Sangre, en el resto del mundo hay tres torneos más que congrega a muchos reinos. Mayweather es el campeón absoluto del llamado Imperio del Dolor.

- ¿Campeón absoluto?

- Si, a diferencia de en las Artes de Sangre, él ha sido el único campeón en la historia de dicho torneo -. Raeric se quedó bastante impresionado con ese dato -. En las 18 ediciones que lleva las ha ganado todas.

- Vaya, debe de ser muy fuerte...

- Eso parece...

Pasaron el resto de las horas hablando de lo mismo que hicieron durante el viaje en barco, sobre lo sucedido cuando se separaron: Lo que le pasó a Raeric, lo que le pasó a The Miz y sobre dónde se encontrarán los demás. Al final el tiempo pasó volando puesto que por fin llegó un guardia a avisar de que el rey les estaba esperando.

La audiencia tuvo lugar y el rey comprendió rápidamente la situación. Sin darles demasiados detalles les dijo que Raenia y Akshael habían viajado al Este del reino a cumplir una importante misión. A Raeric eso le pareció suficiente, solo quería saber en qué punto era más probable coincidir con ellos aunque no obtuvo respuesta, por el momento. La charla se extendió hasta el punto de que el rey Kengrey comprendió que The Miz como representante de la casa Brell era leal a la causa de Alanne y no instigaría ningún tipo de conflicto entre ambos reinos. También declaró su apoyo a Taneir ya que Alanne había mostrado su apoyo a dicho reino, el rey le estuvo agradecido y se interesó por la historia que unieron a ambos aventureros a sus dos "hijastros". Ambos contaron su parte de los acontecimientos, con todo tipo de detalles; Incluso el bardo le habló de Evolution, la unión del grupo para motivarles a superar los obstáculos que salían adelante. El rey, el cual ya de por si se encontraba enormemente agradecido por los actos de Akshael y Raenia que ayudaron a salvar la vida de su hijo, se sintió en el fondo también agradecido con ellos dos por todo lo que habían aportado en la misión de Aldmet. Kengrey decidió finalmente darles alguna pista que les ayudasen a encontrar a sus amigos, pero no ahora. Por el momento quería asegurarse de que el cómplice del traidor no escuchaba nada de lo que tenía que decirles, así que les concedió una habitación en su castillo para que descansaran y así pudieran ver la ciudad con más tranquilidad.

Lo que Raeric y The Miz no sabían es que esos días que iban a pasar en la capital se convertirían en todo lo contrario a unas vacaciones...

El rey, tras acabar la audiencia prosiguió con sus planes, esta vez con una nueva gran idea. Fue hasta la nave trasera del castillo y volvió a subir al dirigible junto con media centena de soldados, Vance Tiver y Bors Olshank como escolta. La nave partió hacia el sur y transcurrió una media hora hasta que llegó a una isla algo pequeña. En la parte más alta, ocupando un tercio del total del terreno, se alzaba una construcción rodeada de andamios y materiales brutos apilados a su alrededor. La nave aterrizó en la otra parte de la isla y el rey, junto con su escolta, caminaron hasta llegar a la zona donde se encontraba el capataz de la obra. Charlaron sobre la disposición de las habitaciones, puerto y algunos detalles más... Hasta que al final:

- Tengo una petición más que hacerle, señor Rurkro.

- Lo que usted diga, majestad -. Comentó él educádamente. No obstante Rurkro se encontraba bastante nervioso al no estar fumando en ese momento, puesto que consideraba una falta respeto hacerlo delante de su rey. La espera se hacia eterna.

- Añade un cartel en la entrada frontal y una bandera con estos grabados -. Le pasó a Rurkro los bocetos que le dibujó Raeric en la sala del trono.

- ¿"Evolution", eh? Les encantará, majestad.

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