22 oct 2019

Sesión 76 del 2.0 NG

La sesión empieza con la retirada estratégica del grupo tras haber rescatado al primer grupo de rehenes que habían capturado los goblins. A pesar de que supieron que había un segundo grupo, no tenían más remedio que volver para recuperar fuerzas y escoltar al grupo rescatado hasta que estuviesen a salvo, así como ver qué decidían hacer con el goblin que habían capturado vivo. Tras descansar y asegurar que los rescatados disponían de vía libre para continuar hasta Puesto de Lothien, intentaron sacar información del goblin. Este estaba aterrado y no quería para nada continuar el camino hacia el campamento, ya que alegaba que su líder le mataría por su fracaso. Soltó la información que disponía, como la localización donde se escondían y los planes que conocía, tras lo cual quedó libre y huyó hacia el sur.



Antes de llegar al siguiente campamento de avanzadilla Jhin se reunió con ellos. Había rescatado a los rehenes y en su parte no había un segundo grupo que rescatar, así que volvió para juntarse con sus alumnas. Estas decidieron usar la fuerza del profesor para llamar la atención del campamento y poder coger los botes para recorrer el lago y adentrarse en la caverna donde estaba la guarida principal, en el interior de un acantilado donde las cuevas conectaban con una de las tantas plantas del sótano de un castillo abandonado que se alzaba en lo alto de este.

Se infiltraron en su interior sin llamar la atención del líder, ya que centraron su prioridad en el rescate de los rehenes. Desde dichas cuevas pasaron al sótano del castillo en cuya extensa sala no había mucho más que camas y ratas. En la siguiente habitación se encontraban dichos rehenes y los rescataron sin problemas, ya que no había vigilancia alguna en aquel lugar. Estos le comentaron que venía un tipo encapuchado y les obligaba a salir de la habitación ya que él hacía algo en su interior. Lilith investigó y halló la entrada secreta a una habitación donde habían notas de cartas entre el líder goblin y Kuzen Jundarast, padre de San Cuthbert. Ante aquel descubrimiento debían volver cuánto antes, pero en lugar de hacerlo por las mismas cuevas donde aguardaba el líder goblin, lo hicieron por otro pasadizo secreto. Primero Summer y luego Ellie, ambas se interesaron en las ratas del lugar, ya que estas no fueron a esconderse en una grieta de las paredes ni en un agujero, sino en un contenedor de comida. Ahí descubrieron que el contenedor daba a otra sala en la que había una escalera que ascendía, probablemente al exterior.

El problema venía cuando el cúmulo de ratas que habían allí eran lideradas por una gigante, que encima portaba un arma. Summer, no obstante, le dio los tres sacos de grano de la sala anterior y esta lo aceptó, guiando su manada hacia arriba para poder deleitarse con la comida. Pero también había algo más en la sala, algo que llamó la atención de Ellie en especial: cofres. El grupo fue corriendo a abrirlos pero se toparon con la desagradable sorpresa de que en realidad eran mímicos. El combate no fue muy largo, aunque sí que fue contundente por ambas partes; los mímicos casi lograron tumbar a Elisabeth, aunque sí que lo hicieron con Ellie tras los terribles golpes que se llevó la chica. Pero al final, con el apoyo de Summer para proteger a ambas y la agilidad de Lilith para efectuar golpes certeros, los enemigos acabaron derrotados. Los mímicos dejaron tras su muerte pertenencias que tenían en su interior, como tres pociones, una espada y unos cientos de monedas de oro.

Al salir al exterior, se reunieron con el profesor Jhin y fueron a descansar nuevamente para tratar sus heridas. Debían volver cuanto antes a Puesto de Lothien para detener la locura de Kuzen, fuese cual fuese. Sin embargo, Kuzen no sería el único de sus problemas. El profesor no acompañaría a las chicas en su vuelta al poblado debido a la aparición de Sirus y Ammit, con el que inmediatamente se puso a combatir porque ya conocía de antemano toda la información de este.

Así pues, era de madrugada cuando las chicas llegaron a Puesto de Lothien y se dirigieron inmediatamente a la iglesia. Sólo había un solitario Alexis, el chico con su simpático mono, pero este se fue corriendo bajo la recomendación de Lilith. De la iglesia pasaron al sótano y allí vieron que la sala donde estaban los heridos el día anterior, ahora vacía, tenía también un pasadizo que conectaba con el resto del recinto subterráneo. Allí habían criaturas que resguardaban los pasillos y habitaciones, gnolls. Estos eran más fuertes que los goblins, así que intentaron no llevar a cabo combate directo. Recorrieron el ala oeste del lugar hasta hallar por fin a Kuzen. Este tenía preso al sacerdote de Thor de Maret y al ayudante que fue a servirle desde Marie Geoise, Demetrius. Su energía era usada para crear una criatura retorcida que acabó con la vida del propio Kuzen, aunque este parecía tan cegado en su locura de su religión que le pareció un designio de su encomienda divina. Aún así, su cara surgió en la frente de la cabeza de la criatura, que ahora amenazaba con atacar para poder salir de allí y esparcir la destrucción por el poblado.

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