Pero entonces antes de que pudiesen celebrar nada, Florence tuvo que detener un ataque de El Colmillo, que acababa de llegar al techo. Este no se podía creer que Prisma fuese derrotado, aunque tampoco le daba mucha importancia. Miró a su alrededor, lamentándose por no poder luchar más, ya que la situación en Serencia parecía controlada y empezaban a llegar refuerzos que le obstaculizarían, así que se marchó junto a Blackfang, a pesar de los continuos intentos de los jóvenes por hablar con él y apelar a su humanidad del pasado con lo que sabían de él. Después de una pequeña charla, llegó Cleo al techo. Aunque herida y con la armadura destrozada, se encontraba bien y había derrotado a La Sentencia, aunque admitió que era muy fuerte y que la clave de su victoria estuvo en que él ya había luchado anteriormente y además tenía armadura completa, de manera que pudo contrarrestar sus movimientos con su control del metal. La capitana pensó que lo mejor era alejarse de allí, ya que vio el estado en el que se encontraban David y Ellie, que cada vez estaban más cansados y con menos movilidad.
De camino hacia fuera de los dominios Patrasche se encontraron con Lucía y Kara. La primera estaba aún sorprendida por lo que había pasado con el extraño, aunque Ellie le dijo que no fue un sueño tal cual. También vieron a Connor avanzar y pedir a su guardia, que se estaba reagrupando cerca de la mansión, que usasen el pergamino de revivir en Marie-Ange, a pesar de que el propósito real del pergamino era usarlo en su hija, pero no encontraron nunca el cuerpo. Ellie desconfió de los guardias, pensando que quizás había un bayán oculto bajo una de esas armaduras, Cleo fue a confirmarlo acercándose a ellos, volviendo posteriormente asegurando que todo estaba bien. Alice fue la siguiente en llegar, del combate contra La Danzarina; dijo que los alumnos que había controlado estaban vivos pero en estado de shock, sin reaccionar. Continuaron hacia el exterior, con la ciudad cada vez con menos focos de incendios y multitud de infectados paralizados por el artefacto de Vidar.
Nicolai, que se acercó también al grupo, les pidió que les acompañase a la torre. Aunque rechazaron en primera estancia, porque lo que querían era descansar, este insistió y añadió que era un asunto muy importante. De camino hacia Astronomeria se encontraron con una Jasmine incómoda, sin saber muy bien cómo reaccionar por lo sucedido minutos antes, así como a Melina e Yrsa llegando en carro. Más adelante, en la calle vieron a un bayán que cargaba con él al hermano perdido de Cristobao. Y el bayán resultó ser la misma chica que en la reunión del almacén desapareció cuando empezó todo el caos. Era alguien que no reconocieron desde lejos y apenas aún desde cerca. Una joven que había perdido su elegancia y su porte, con una cicatriz en su cara, el pelo mal cortado y desgreñado y con un comportamiento ausente y perdida, Aslind Samure. Cleo le pidió a Alice que la llevase junto a su padre, mientras el resto continuaban hacia Astronomeria.
Una vez en la torre, después de que pasasen por los terrenos del museo, que habían servido de refugio para mucha gente que estaba agradeciendo ahora a los héroes que habían salvado la ciudad, Nicolai preparó un sofá para que se sentasen los muy agotados David, Ellie y, en menor medida, Lucía. También convocó a varios alumnos cercanos, como Gabriella, Hina, Eva, Andrei y Valruk. Fue entonces cuando se abrió un portal y llegó el maestro de Nicolai, Exellarion. Este se presentó como el director del Gremio Nublado de Monte Gris, aunque a Cleo le resultó extraño porque había leído que históricamente el director de la torre había sido siempre un artefacto mágico inteligente, anclado en un despacho para poder controlar dicho gremio. Exellarion le dijo que era largo de explicar y pasó al motivo por el que había venido, no sin antes saludar a Jasmine e Yrsa, además de traer consigo al ex-alcalde Rurkro. Le preguntó si aquellos jovenes eran los que estaba esperando y este, tras ver todo lo que había pasado, asintió. Entonces Exellarion dijo que no buscaba personas fuertes para su misión, ya que eso abunda en el mundo pero con actitudes muy dispares, sino miembros con una voluntad férrea, como ellos. Les empezó a explicar que el mundo estaba en peligro debido a la fragilidad del tejido de la realidad del plano, cada vez con más roturas, generando las fallas dimensionales y les pidió ayuda para resolverlo. Cleo saltó, diciendo que ellos ya estaban comprometidos a unirse a su escuadrón y Exellarion respondió diciendo que la elección la tendrían ellos en todo caso.
Durante un momento de tensión para la capitana, no hubo una respuesta clara, ya que era demasiada información para lo cansados que estaban, pero finalmente David dijo que ya tenían su determinación puesta en el escuadrón de Cleo. Exellarion no pareció molesto en ningún momento, alegando que el problema que ocurre en el mundo no es algo que vaya a sentenciar el destino de sus habitantes de la noche a la mañana, así que podría esperar. Igualmente, se fue a hablar en privado con cada uno del resto de los alumnos de la habitación. Kara llegó, informando lo que había ocurrido con Sidney y el convoy que iba hacia Delpierre. Los miembros de la banda tenían el plan de huir, al unísono, pero entre el propio Sidney, Luthor y Vex atraparon a la mayoría de ellos. Solo escaparon La Red y Punchline, mientras que El Ojo ni siquiera intentó huir desde el primer momento sino que se quedó completamente quieto e inofensivo. David y Ellie, que estaban a punto de cerrar los ojos, recibieron las últimas palabras que escucharon de parte de Cleo, agradeciendo su firme decisión con el escuadrón y asegurando que va a ser una gran experiencia para ellos.
Cuando se despertaron lo hicieron en el hospital de Reposo de Taliyah, había pasado más de un mes inconscientes y fueron recibidos por Meryl, quien se encontraba en la habitación.
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