El cansancio les recordó que debían de descansar, sobretodo Akshael que era el que más agotado estaba de todos. Así que Evolution descansó con Gevrazad haciendo la primera guardia, Alanne la segunda y finalmente Ike, quien antes de ponerse con su guardia charló con la princesa. Ella se preguntaba si realmente estaba preparada para todo lo que vendría por delante, de si era capaz. El guerrero le dijo que seguro que podría y Alanne fue a dormir. Lo que no sabía el grupo es que Ike se dormiría y eso causaría la entrada de cierto intruso.
Cuando Raenia despertó vio a una cría de terraron que se llevaba el espadón del guerrero. A pesar de sus intentos despertando a Akshael y posteriormente, a Gevrazad, el terraron escapó y se juntó con sus padres para protegerse de la amenaza del grupo. Aún con menos posesiones, Evolution se planteaba que hacer a partir de ese momento. Llegaron a la conclusión de que lo mejor sería mantenerse juntos y viajar hasta el poblado más cercano. Se trataba del pueblo de Fertlania que se encontraba aproximadamente a una semana de camino andando. Tras ultimar los detalles el grupo se percató de sonidos en forma de cascos de caballo en el exterior. Evolution se refugió en el interior de la cueva y esperaron. Escucharon como los sonidos de los caballos se acercaban y varias voces hablaban sobre la búsqueda de los jugadores. Afortunadamente, pasaron de largo y no hubieron más percances. Asegurándose de que era seguro, salieron para ponerse en marcha en su camino hacia el Oeste de Aldmet.
Los días pasaban y Evolution recibia el sustento de comida mediante hechizos de Gevrazad, el cual encantaba unas bayas para que comerlas una vez fuera suficiente para saciar el apetito de un día entero. Así viajaron sin mayores problemas hasta que llegaron a un bosque poco frondoso, en el que encontraron tres quimeras que descansaban en un claro con posesiones de sus presas cerca de sus cuerpos. Evolution sabía que les venía bien dichas posesiones así que decidieron jugársela e intentar conseguirlas. Raenia fue la encargada de infiltarse en el "campamento" y hurtar los objetos pasando desapercibida. Pero Raenia ya tenía experiencia en alertar a su enemigo en el pasado...
Cuando estaba cerca de las químeras, la pícara las alertó varias veces pisando huesos del suelo y provocando algún que otro ruido evitable. Las químeras obviaron los ruidos hasta que por fin una dio con Raenia. Esta cogio lo poco que pudo y huyó. Las bestias eran más rápidas que su presa pero Gevrazad las distrajo lo suficiente como para poder coger a su compañera e irse.
El grupo había conseguido algo. Algunas posesiones después de todo lo que perdieron en el río y en la cueva. Concretamente habían conseguido una lanza corta, un par de espadas y un cofre que no pudo abrir la pícara. El druida averiguó que todos los objetos desprendían auras mágicas y tras eso, Evolution siguió su camino.
Unos cuantos días después, llegaron a Fertlania. Era de noche pero Alanne
En el periódico leyeron que para el reino entero, ellos eran unos fugitivos que habían cometido alta traición a Aldmet y habían secuestrado a la princesa Alanne. También que el rey Kengrey debería responder por el crimen de sus hombres de confianza y que quizás se llegue a una disputa que acabe en conflicto entre los supuestos reinos aliados. También hay una entrevista hacia Schwarz en el que describe todo lo sucedido desde su punto de vista (obviamente difamando y diciendo mentiras para poner en peor imagen a Evolution) y que se encargaría personalmente de encontrar a la princesa Alanne y ponerla a salvo.
La idea de Evolution a partir de ahí era ponerse en contacto con un amigo de Darz que dirigía (junto con el enano) la empresa de B&D. Una serie de talleres repartidas por todo el suroeste de la zona Barlis y él confiaba en que su socio, Bronckerk, les ayudaría con todo el lío que tenían encima. Y así fue. Gevrazad envió un mensaje a la mañana siguiente hasta el propio Bronckerk y este le respondió afirmativamente. Evolution tuvo que ingeniársela para entrar en el pueblo en pleno día con los soldados vigilando (a pesar de que Raenia decía que era mejor idea entrar de día...) pero tras una poco sofisticada distracción en forma de jabalí embistiendo a los guardias en las calles, el grupo entró por la parte trasera del taller.
Allí conocieron a Bronckerk y a sus dos hombres de confianza: Un joven amable de pelo largo y negro y a Lucilia, la cual se encontraba bastante nerviosa en todo momento.
Bronckerk accedio a ayudarles con cada cosa que necesitaran. Así que el grupo decidió aprovechar tal hospitalidad y llevar a cabo unos asuntos que tenían pendiente, como abrir el cofre que consiguieron en la guarida de las químeras, el cual contenía dos colgantes y tres anillos mágicos.
<Cabe destacar que antes de todo esto, Alanne decidió quedarse en el almacén del taller por precaución y Akshael decidió acompañarla>
También le encargaron a Lucilia que fuera a comprar algo de equipamiento por el pueblo tal como algo de ropa para pasar desapercibido y algunas armas. Esta aceptó con algo de duda sobre si podía hacerlo o no, pero Gevrazad decidió acompañarla. Mientras tanto, Bronckerk les enseñó a Evolution el último proyecto en el que andaba trabajando junto con Darz y aunque solo se tratara del modelo prototipo, quizás le ayudarían a viajar con mayor rapidez. Se trataba de un tanque de vapor como el que usaron en el Bosque de los Inquietos, pero de menor tamaño. El grupo dudaba sobre si cabrían todos allí dentro pero observaron que en su interior el espacio era mucho más grande, siendo un pasillo bastante largo con varias habitaciones. Bronckerk les dijo que tenía algunos inconvenientes al ser un modelo que aún no se había finalizado:
- No se podía proteger el tanque desde el interior, debido al conjuro de transmutación que recibía este en su interior.
- Hacía bastante ruido al estar en funcionamiento.
- Solo funciona con combustible MAX (fabricado por B&D).
Y también comentó que le faltaban algunos materiales para dejarlo preparado para que funcionase: Unas pieles de huargo, aceite de khuul y plumas de buitre de necronato. El grupo decicidó ponerse en marcha cuando llegaran Lucilia y Gevrazad. Bronckerk les advirtió que tuvieran cuidado con cierto lobo blanco que habitaba en el bosque, una criatura temida por los cazadores y que ha acabado con la vida de muchos hombres que intentaron capturarlo.
Estos tuvieron algunos contratiempos tras la compra de lo establecido. Los guardias se darían cuenta fácilmente de las bolsas que llevaba la pelirroja así que Gevrazad decidió distraerlos (en forma de perro) mientras que esta volvía al taller. El druida consiguió su cometido y salio corriendo del pueblo, siendo perseguido por algunos guardias. Y allí avistó un par de carruajes que se dirigian al poblado siendo escoltados de algunos guardias en caballo. Decidió volver cuanto antes.
Ya con Lucilia en el taller, esta engañó inicialmente a Evolution diciendo que la compra le ha costado todo el oro que le dieron los jugadores, pero poco después se arrepintió y para no buscarse problemas con el grupo, decidió contarles la verdad y pidió que la perdonaran. Y así fue, el grupo algo descontento pero aún así, permisivo, decidió aceptar las disculpas de la encargada. Luego llegó Gevrazad y contó todo lo que había visto. Justo una voz amplificada retumbó en toda Fertlania. Se trataba de Rot (uno de los cuatro miembros del Gremio de Operaciones Especiales de Tilos que conocieron en el castillo) que anunció la posibilidad de que los fugitivos se encontraran en el pueblo en esos instantes y que en media hora iban a empezar interrogatorios e inspecciones a cada edificio en el poblado.
El grupo decidió actuar cuanto antes, y aprovechándose de una distracción en forma de explosivo en el exterior de la taberna MEH del pueblo, salieron a toda prisa hacia el bosque. Una vez allí se pusieron en marcha hacia la búsqueda de los materiales necesarios para la puesta en punto del tanque de vapor.
Los miembros de Evolution andaban mientras conversaban hasta que Akshael divisó un destello blanco a su derecha. Cuando lo comentó al grupo pensaron que se podría tratar del lobo del que les habló Bronckerk en el taller y pensaron que lo mejor sería tenderle una emboscada antes de que el lobo les cazara a ellos. Lucilia confesó que eso no le parecía un buen plan, que el lobo era bastante astuto y Alanne confirmó que su potencia en combate era bastante baja después de haber perdido parte de su potencial (el instrumento de Raeric y las armas de fuego de Darz, por ejemplo). Así que el plan que originalmente trazaron Raenia y Akshael resultó no ser del agrado del grupo y continuaron.
Andaron unos cuantos minutos más hasta que Raenia vio la imagen de su propio padre entre los árboles. Con la mirada perdida, caminó hasta él y le habló. Él respondió hablando casi de la misma forma que en el sueño que tuvo la pícara cuando se encontraba en el Bosque de los Inquietos. Le dijo una vez más que huyera de su cometido, que corriera... Tras escuchar esas últimas palabras de su padre, el grupo escuchó ruidos que provenían de atrás. Muchos sonidos de muchas patas correteando por el suelo se acercaban a ellos. Corrieron hasta que llegaron a un precipicio, el cual algunos no pudieron evitar y cayeron.
Los que se quedaron en el borde vieron que lo que se acercaba a ellos con tanta rapidez se trataba de una patrulla de grandes trasgos montados en huargen. Los trasgos se comunicaron con el grupo mediante Lucilia, que los entendía. Ella les dijo que les enviaban Bryan Tackle para asesinarlos. Raenia y Akshael pensaron que convenciendolos con sobornos quizás les dejarían en paz, así que ofrecieron como pago las cadenas armadas de oro de Ike para que les dejaran en paz. Una vez el arma estaba en posesión del líder de la patrulla, este les dijo que ahora solo tenía que matarles. Comenzó la batalla, un combate que casi les llevó a la muerte, donde Gevrazad tuvo que sacrificar a Raenia para acabar con gran parte de los enemigos usando un conjuro de fuego.
Tras la batalla, el grupo decidió descansar allí mientras que Akshael y Rudolph buscaban a un desaparecido Darz Madal que no pudo vencer a la corriente. Aunque lo que consiguieron no fue solo no encontrar a Darz sino que el paladín también contempló como Rudolph se transformaba en un hombre lobo, tras esto decidió volver al campamento. Allí decidieron descansar y esperar a la mañana siguiente para reencarnar a Raenia.
Al amanecer, la pícara fue reencarnada en una semielfa en la que seguía conservando su apariencia en su mayoría. El grupo, el cual desayunó, se olvidó de despellejar a los huargos y eso les llevó a que no se llevaran ninguno de ellos cuando el lobo legendario, el Sabueso de Thrym apareció ante ellos. Evolution vio que no se trataba de un lobo normal, era grande y su pelaje parecía estar formado de esquirlas de hielo. Intimidados, decidieron dejarlo en paz que desayunara los cadáveres de los trasgos y los huargos y descendieron por el río hasta la otra orilla.
Tras un rato, Gevrazad decidió volver para ver si había dejado algo, y estaba en lo cierto. El lobo dejó dos cadáveres de huargo pero estos no le servían al grupo puestos que estaban carbonizados por el hechizo de fuego que usó el druida, no obstante los cargó para usarlos como alimento. Tras comer, el grupo decidió buscar a Darz Madal y Rudolph ya que río abajo se encontraba el lago donde habitaban los khuul.
Una vez llegaron al lago vieron en la orilla bastantes khuul arrasados, como si una bestia se hubiese encargado de ellos horas antes. Raenia cruzó el río y los examinó, al parecer sus fauces estaban intactas y se les podían extraer el aceite sin ningún problema, así que dio la señal para que el resto del grupo cruzara el río también.
Ante la casi nula habilidad de nadar que tenía Akshael, todos se ataron así si uno se hundía, el resto podría tirar de él fácilmente. Pero lo que el grupo no sabía es que un dolor insufrible se apoderó de Gevrazad y le imposibilitó nadar. Eso sumado al hundimiento de Akshael ocasionó que tuvieran problemas. Pero ahí no quedó la cosa, tres khuul salieron del lago y se acercaba al grupo peligrosamente. Ike y Alanne intentaba contenerlos pero eran demasiado fuertes para ser solo dos luchando contra ellos. El tercero se metió en el agua para apresar a Gevrazad y los otros dos fueron suficientes para anular la capacidad de combate de Ike, Alanne y Akshael cuando el paladín se unió posteriormente. De hecho el paladín cayó y la princesa le protegió de los ataques de los cangrejos gigantes. El grupo parecía casi perdido cuando algo despertó en el interior de Gevrazad.
La ira del dragón interno hizo aparición poseyendo el cuerpo del druida y estalló llevándose con la explosión el khuul que lo tenía apresado bajo el agua. Su ayuda fue suficiente para acabar con la amenaza pero tras el combate, un Gevrazad cubierto de escamas rojas y brillantes apresó a Alanne cogiéndola del cuello. El grupo no se lo pensó dos veces y redujeron la amenaza incapacitando al druida con sorprendentes puñetazos de Raenia incluido.
Tras eso el grupo decidió descansar mientras que Lucilia extraía el aceite de los khuul. Gevrazad recobró el conocimiento y se fue solo al bosque, a reflexionar sobre el por qué de su sangre de dragón rojo cuando él no era rudok. Akshael escuchó en su mente una voz que le hablaba, le llamaba débil, le decía que si continuaba jugando a ser amistoso con sus hermanos acabaría perdiendo lo que más quería, que no podía proteger a nadie, que Alanne tenía que protegerle a él...
El paladín habló con Ike en el bosque, y luego con Gevrazad, que ya se había calmado. Los tres hablaban de su pasado y de si estaban preparados para lo que tenían por delante, ante las dificultades que se acercaban cada día al grupo. Llegaron a un debate de armonía y amistad que no sirvió para acallar las voces de Akshael.
En la orilla del lago establecieron un pequeño campamento con hoguera. El grupo ya había conseguido el aceite de khuul y Gevrazad contó su historia durante la cena. Tras eso y poco antes de dormir, aparecieron del bosque Rudolph y Darz Madal. El enano tenía fracturada una pierna y su amigo cargaba con él. El grupo conversó con ellos y luego entre sí: Rudolph negaba su transformación de hombre lobo cuando Gevrazad habló con él, Lucilia conversó amistosamente con Ike mientras Alanne y Akshael observaban curiosos y Raenia y Raeric se enrollaban.
Llegaba el momento de dormir y las guardias quedaron establecidas. No pasó nada interesante hasta que le tocó el turno de Akshael, el cual tuvo que aguantar como Raenia y Raeric se iban a la linde del bosque a "hablar". Cuando ya todos durmieron, Akshael vio a Schwarz aparecer allí. Él le preguntó que cómo era posible que se encontrara allí y Schwarz le respondió que sarcásticamente preguntándose si era real o era una representación de los miedos del corazón de Akshael. La imagen de Scwharz se encargaba de aplicarle la misma psicología que la voz que le hablaba durante el día, de que era demasiado débil a pesar de que estaba perfectamente con la amistad de sus hermanos, que el paladín se apoya en ellos casi siempre pero que qué pasaría cuando llegara el momento de que sus hermanos y sobretodo Alanne tuvieran que depender de él, de donde sacaría el poder para ello ¿De la amistad?
Schwarz se difuminó ante el grito de impotencia de Akshael y este decidió dormir a partir de ese momento. Durante su sueño, pasaba prácticamente lo mismo pero con Bryan Tackle en lugar del líder del Gremio. A pesar de atormentar sus sueños, Akshael consiguió finalmente descansar y no pasó nada más destacable hasta que llegó el día.
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