9 sept 2015

El corazón de la guerra, el corazón de fuego (Parte 2)


 - ¡Allá voy! -. Exclamó Joseph mientras cargaba a por su rival.


Chris Warfield ya esperaba que el guerrero se lanzase a efectuar sus ataques propios de un guerrero. Con sus manos extendidas levantó dos pequeños pilares como los que usó para defender a Rehlla en el muelle de Feroz Savaj; Pilares de un metro de altitud hechos de piedra y que en la parte superior tienen chisporroteando dos pequeñas esferas eléctricas. Joseph dudó por un segundo si continuar con la carga tras ver la respuesta del hechicero, pero tras comprobar que esos pilares estaban a ambos lados de su rival, sin hacer nada aparente, continuó. Lanzó un ataque en forma de estocada con su lanza, que Chris, para ser un hechicero en apariencia, esquivó ágilmente inclinándose hacia atrás para agacharse. Joseph continuó dando un pequeño salto al mismo tiempo que alzaba su lanza para hacer un ataque de barrido hacia abajo aprovechándose de la poca maniobrabilidad que tenía en ese momento Chris debido a su movimiento anterior. Pero el hechicero se tiró al suelo para rodar. La lanza se clavó en la tierra y Joseph descendió desde el aire deslizándose por ella para pasar a un combate cuerpo a cuerpo desarmado contra Chris. Pero este conjuró rápidamente un hechizo de levitación para esquivar la acometida del guerrero y volver a ponerse de pie. La lanza de Joseph ahora quedaba detrás suya, así que usó su pie para levantarla por encima suya y atraparla en el aire. Su rival intentó contraatacar realizando un conjuro pero no le dio tiempo a terminar los sellos, Joseph hizo su movimiento favorito, el ataque de barrido horizontal con la lanza. El hechicero perdió la concentracion de su hechizo al recibir un corte superficial en su desnudo torso. Tuvo que saltar hacia atrás pero lo hizo con tanta urgencia que su movimiento fue torpe y trastabilló con una pequeña roca que hizo que cayera de culo al suelo. A Joseph le brillaron en ese momento los ojos y sin dudar ni un segundo, cargó para aprovecharse del fallo de su rival.

- ¡Se acabó! ¡Muere! -. Lanzó otra estocada con su lanza, que atravesó por completo el torso de Chris. Este se quedó sin poder moverse a causa de la fatal herida. Se miró su pecho y escupió sangre.

- Eres bueno... Pero... Esto no ha acabado... Aún no... -. Y su cuerpo desapareció convirtiéndose en una masa eléctrica. Joseph tuvo que saltar hacia atrás para que no le alcanzara la descarga.

- Ya veo... -. Comentó su hermana, que observaba el transcurso del combate tranquila, sin que hiciera nada. Ella de vez en cuando vigilaba a Raphael, que seguía atrapado entre el círculo de zarcillos ígneos y que ante la imposibilidad de escapar, también observaba el combate.

Joseph miró alrededor. No había rastro de Chris, tan solo sus dos pilares eléctricos.

¿Una ilusión? Esos pilares tienen algo que ver... 

- Tus hechizos ilusorios no te van a ayudar mucho más, Chris... ¿Por qué no pasamos al combate de verdad? -. Preguntó Joseph mientras aguardaba la respuesta del hechicero.

- Concuerdo -. Respondió él desde la espalda del guerrero. Joseph se dio media vuelta rápidamente y allí estaba él, a unos dos metros de distancia y sin rastro de ninguna de las dos heridas que había causado segundos antes -. Pero déjame decirte dos cosas, Joseph: La primera es que eso NO era una ilusión... Y la segunda... Tienes que tener cuidado... -. Dijo mientras juntaba sus manos -. Con lo que me muestras en combate... Se te puede volver en tu contra... Sello de Enel.

Tras pronunciar esas tres últimas palabras, uno de los pilares de Chris cambió el color de su orbe eléctrico. Pasó del azul brillante a un color amarillo ámbar.

- ¿Sello? ¿Qué? -. Preguntaba Joseph extrañado por lo que acababa de pasar.


- Cuidado hermano, te ha estado probando -. Le ayudó Lyad ya que al parecer ella si sabía lo que ha ocurrido -. Ha estado dejando que actuaras y en consecuencia, ha sellado algo de lo que has hecho durante toda tu secuencia de ataque.

- ¿Qué... ¿Quieres decir que no voy a poder usar eso que él halla sellado? -. Preguntó Joseph confuso sin dejar de mirar a Chris.

- No se que tipo de sello usará, si es de contención será lo que tu dices, pero puede ser peor que eso...

- Exactamente, querida -. Interrumpió Chris volviendo a su tono algo burlón de siempre -. Quién sabe que horrores pueden desatarse si actúas como no es debido. Los movimientos delatan a las personas y en un combate, aún más. Cada uno tiene su propia manera de hacer las cosas... Se podrían decir que son... Manías. Contra mi, no vale luchar como si fueras un libro abierto, dejando que lea tus jugadas... O si no, estarás tú solo en tu contra.

Joseph se quedó pensativo, jamás había estado en una situación parecida. Intentó repasar mentalmente todos y cada uno sus movimientos... Entre ellos estaban varios que usaba a menudo en los combates: El ataque en picado, el ataque de barrido, la estocada... Chris solo había sellado una cosa ¿Pero cómo saber cuál? En el caso de que se desate el sello ¿Quién sabe que podría pasar? Sin duda, esa situación se había convertido en una batalla psicológica para Joseph, tendría que adaptar su forma de pelear de ahora en adelante...

Aún así... 

Joseph miró el pilar con la esfera color ámbar...

- No pierdas tu tiempo, Joseph. Aunque destruyas la esfera el sello está ya activo, no te serviría de nada. Tan solo tendría que crear otro pilar y trasladar el sello ahí -. Explicó Chris por la mirada que había echado el guerrero al pilar que había cambiado de color tras el conjuro del hechicero.

- Hermana... ¿No hay forma de destruir el sello? -. Preguntó él volviendo a clavar la mirada en su rival.

- Probablemente mediante un conjuro de disipación... Pero con los sellos hay que tener mucho cuidado, si no se aplica la disipación de forma correcta, podrían activarse aún sin haber desencadenado el efecto designado... La otra forma es...

- Matándome -. Interrumpió de nuevo Chris esbozando una amplía sonrisa.

- Entonces... Tendré que hacerlo -. Y Joseph se puso en posición de ataque. Tendría que reforzar su concentración para combatir al mismo tiempo que trataba de no ejecutar la estrategia anterior.

- Si... Tendrás que hacerlo... Pero cuidado, Joseph -. Chris señaló con su cabeza hacia el campamento, el guerrero se giró también y supo enseguida a qué se refería. Las fuerzas enemigas estaban ya saliendo de allí en masa hacia la colina -. Si te reprimes mucho a la hora de luchar para evitar mi sello... Puede que pierdas demasiado el tiempo... Je... Y, además -. Chris volvió a extender sus brazos pero esta vez no para crear pilares, de sus manos surgieron dos hojas hechas de energía eléctrica y un segundo después su cuerpo emitió un pequeño resplandor -. Esta vez yo también voy al ataque...

- ¿Un hechicero luchando cuerpo a cuerpo? ¿Sin armadura? -. Joseph no formuló la pregunta burlándose del atrevimiento de su rival sino que iba totalmente en serio. Él jamás había visto nada así.

- Últimamente te extrañas por muchas cosas ¿O es que siempre has sido así de impresionable? -. Chris no esperó respuesta alguna del guerrero, se lanzó al ataque.

Joseph estaba preparado para interceptarlo, esperó a que su rival atacase primero para luego contraatacar. Chris lanzó su estocada con la espada eléctrica de su mano derecha y el guerrero lo bloqueó sin problemas con su lanza.

- No está mal -. Admitió su rival -. Pero...

La hoja eléctrica cambió su forma, ya no era rígida como una espada sino que se plegó sobre si misma como si de repente fuese un látigo que se movía a voluntad del hechicero. El haz de energía rodeó la lanza atrapándola, Joseph no podía maniobrar con ella. Chris le tenía donde quería y lanzó su segundo ataque con la espada eléctrica de la mano izquierda. El guerrero tuvo que recular y caminar en círculos en torno a su enemigo. Sin duda la mejor forma de esquivar ese ataque hubiese sido soltar el arma y retroceder, pero Joseph no podía permitir que le desarmasen así de fácil, eso significaría perder medio combate. El hechicero estaba obligado a girar sobre si mismo hacia la derecha; Joseph lo hacía en esa dirección para que su rival tuviese problemas para impactar con el ataque de su mano izquierda. Si quería tener más posibilidades de acertar, Chris tendría que soltar la lanza de Joseph y eso es lo que el guerrero quería, pero no iba a ceder tan fácil así que tuvo que tomar la iniciativa. No podía manejar la parte superior de la lanza pero si la inferior, así que con un rápido movimiento la puso detrás del pie izquierdo de Chris y siguió girando, este se dio cuenta del movimiento así que tuvo que intentar otra cosa pero ya era demasiado tarde... Joseph empujó y su rival perdió el equilibrio completamente, cayendo al suelo. El haz de energía liberó la lanza así que por fin podía atacar sin problemas, pero Joseph recibió de lleno una sacudida eléctrica en su pecho; Chris había cambiado la forma de sus espadas a haces de energía de gran alcance, como largos látigos electrificados. El guerrero ni lo vio venir y salió volando por los aires mientras sentía como la quemadura en su pecho hacían que ardiera hasta sus pulmones.

Pero no se iba a rendir ahora... En pleno aire miró a su hermana... Ella seguía observando el combate sin mover un solo dedo. Así lo habían pactado ellos dos... Joseph tenía que demostrar lo que valía por si solo... Tenía que afrontar toda esta carga... "Hay un precio" le dijo...

Este dolor... No es nada... Comparado con ese precio... 

Y Joseph clavó su lanza en el suelo, impidiendo que siguiese volando por los aires mucho más. Maniobró con ella como si fuese una pértiga para recuperar la postura en el combate, así que giró en el aire y saltó. Chris no se esperaba algo así así que no pudo reaccionar. Recibió de lleno una patada en el estomago que hizo que saliese él también por los aires unos cuantos metros. Joseph no podía detenerse ahí. Recogió su lanza y corrió hasta donde había caído su rival. Saltó en el aire, preparándose para rematarle... Vio como estaba preparando un conjuro con sus manos, pero de nuevo no le iba a dar tiempo a terminar... Le apuntó con el extremo de su lanza y cayó...

¡No, espera! ¡El ataque en picado no!

Ese segundo de duda que tuvo Joseph fue suficiente como para que su rival viviese... En pleno aire tuvo que apartar la lanza y sostenerla con una sola mano, para caer encima de él con un simple puñetazo, que aunque recibió brutalmente en la cara, no bastó para matarle. Chris sonrió mientras escupía sangre por la boca.

- Ahora te das cuenta ¿Eh? De lo atrapado que estás...

- ¡Cállate! -. Gritó Joseph sacando una daga rápidamente y poniéndola en el cuello de su rival -. ¡Es el fin!

- No... Esto no ha acabado... Aún no... -. Dijo él y Joseph cambió su expresión debido a la repentina sorpresa.

Esas palabras... Otra vez...

Y de nuevo sucedió. El cuerpo de Chris se transformó en una masa eléctrica pero a diferencia de la otra vez, Joseph no pudo esquivarlo a tiempo, puesto que estaba encima del hechicer. Recibió la sacudida eléctrica de lleno y le tuvo varios segundos aturdido en el suelo. De su cuerpo salía pequeñas lenguas de humo de lo poderoso que había sido el contraataque de Chris. Cuando volvió en sí se dio cuenta de una cosa: El segundo pilar, el que cuya esfera no había cambiado de color, estaba esparcido en el suelo hecho añicos.

- ¿Qué... -. Exhalaba Joseph mientras intentaba levantarse.

Dos veces lo mismo... Y el pilar ha sido destruido... ¿Es esa la clave de que pueda librarse cuando le tengo acorralado? 

- Sello de Enel... -. Escuchó decir Joseph a Chris. Se giró rápidamente para verle. Había otro pilar al lado de que poseía el sello anterior, otro pilar cuya esfera también era color ámbar -. Se te agotan las posibilidades, chico.

Joseph no dijo nada. Clavó la lanza en el suelo y se apoyó en ella para levantarse con mucha dificultad, pero poco a poco volvía a sentir las extremidades después del ataque que había recibido. Chris estaba de nuevo varios metros alejado de él, con los pilares ámbar detrás suya y con los brazos extendidos con sus espadas eléctricas. De nuevo salió un pilar cuya esfera eléctrica era normal.

- Si no te das prisa, pronto tendré sellados todos tus movimientos... Aunque para entonces la guardia ya se te habrá echado encima... Una lástima, con lo impresionante que había sido tu entrada y lo lamentable que está siendo tu papel en este combate -. Se burlaba Chris, que se giró hacia donde se encontraba Lyad, extrañado por la impasibilidad de la hermana de Joseph -. ¿No le vas a ayudar?

- No necesito hacerlo.

- Oh, bien... No soy muy bueno luchando contra varios rivales a la vez. Perfecto.

Joseph ya podía volver a moverse con normalidad, aún así notaba todavía la quemadura en su pecho y como había perdido algo de agilidad debido al dolor. Si seguía cayendo de esa forma en las trampas de su rival no iba a durar mucho más. Tenía que idea una estrategia.

Tengo que destruir el pilar normal antes de ejecutarle...



Se puso de nuevo en guardia y al igual que al principio del combate, cargó de nuevo a por su rival. No iba a realizar el ataque en forma de estocada por precaución así que tendría que improvisar. No obstante, Chris volvió a transformar sus hojas eléctricas en armas de largo alcance y trató de interceptar la carga del guerrero. Joseph tuvo que esquivar cada uno de los haces de energía para seguir avanzando, pero le costaba debido al dolor. Entonces cometió un fallo, dio un paso en falso y Chris se aprovechó para atraparle con uno de los haces en el pie, y derribarlo en el suelo. El hechicero preparó su segundo haz para rematarlo dándole un azote descendente pero falló, Joseph pudo esquivarlo a tiempo. No obstante su pie seguía atrapado, no podía levantarse y por tanto, no podía avanzar. Tenía que improvisar algo y tenía que hacerlo ya, si no... Iba a ser su fin. Maniobró rodando por el suelo para buscar una posición estratégica, una posición que él buscaba conseguir.

- ¿A qué estás jugando ahora? Jajajaja... -. Se burlaba Chris al mismo tiempo que intentaba alcanzar a Joseph con su segundo haz y ver que este no paraba de escabullirse arrastrándose y girando sobre si mismo.

Y por fin lo encontró, el sitio exacto. Desde ahí podría liberarse si lo hacía bien. Había llegado el momento. Juntó ambas palmas de sus manos, tal y como hizo en el callejón de Feroz Savaj cuando estuvo rodeado... Iba a usar su as en la manga. El ataque especial del Comando Tormenta.

El cuerpo de Joseph se tornó rojo oscuro y sus músculos ganaron volumen inesperadamente. Chris no se esperaba algo como eso así que se apresuró en intentar alcanzar con su ataque eléctrico al guerrero pero fue demasiado tarde. Joseph agarró su lanza con determinación y con una gran fuerza, la lanzó como si fuese una jabalina a toda potencia. El ataque fue tan veloz que el hechicero no pudo apenas reaccionar y aunque evitó que le impactase en un punto vital por los pelos, le rozó el hombro derecho ocasionándole una herida severa.

- No ha estado mal... -. Admitió él -. ¡Pero no es suficiente! -. Gritó girándose hacia donde estaba Joseph, pero él ya no estaba en el suelo en la posición que Chris creía que estaba -. ¡Mierda!

Gracias a la herida, al desequilibrio por intentar esquivar el ataque de Joseph, Chris había perdido la concentración en el haz que tenía atrapada la pierna del guerrero. Este se encontraba corriendo a toda prisa, daga en mano para rematar al hechicero, que volvió a intentar conjurar algo pero de nuevo, Joseph no le iba a dejar que acabase de hacerlo.

- ¡Te he dicho que no es suficiente, ja! -. Celebraba Chris con una gran sonrisa el buen intento, aunque inútil, de Joseph.

- Si... Si lo es... -. Dijo este con toda la impasibilidad del mundo. A Chris le cambió el rostro en un segundo, al de un terror puro.

Por la mirada de Joseph, el hechicero se temía lo peor, se giró para ver rápidamente por donde había seguido la trayectoria de la lanza y sus peores temores se habían cumplido... La lanza había arrasado el pilar eléctrico... Chris se dio cuenta al final del por qué Joseph no paraba de arrastrarse por el suelo, estaba buscando una buena posición donde él quedara en el centro, entre su pilar y el guerrero para que un ataque en línea recta hiciese esto. Ya no podía usar su as en la manga para escapar de nuevo... Era el fin. Joseph estaba apenas a un metro de él con la daga a punto de penetrar su pecho para rajar su corazón.

- ¡Muereeeeee! -. Gritó

Y entonces, Joseph se paró de lleno, a apenas diez centímetros de clavar la daga en el torso de Chris. Recibió una sacudida que, aunque no fue dolorosa, le paralizó de lleno. De su piel surgió unas manchas negras en forma de rectángulos que recorrían sus brazos, su cara, su torso, sus piernas... Todo. Joseph cayó de rodillas ante tal parálisis.

- No puede ser... -. Susurraba Chris aún aterrado porque había estado a nada de morir. Poco a poco su expresión volvió a ser la de siempre -. ¡No puede ser! ¡Jajajajaja! No me lo creo... Tenías la victoria ante ti, joven Joseph. Pero... activaste el sello, el primero que puse...

- ¿Có...Cómo? -. Intentaba preguntarse él pero la parálisis era tan fuerte que apenas podía siquiera hablar.

- Oh ¿Todo este rato pensaste que vinculé el sello a uno de tus movimientos? Hubiese estado bien pero... Te vi luchar contra Rehlla en Feroz Savaj ¿Sabes? Al menos la segunda mitad del combate. Tienes... Una extraña manía... Obsesión se podría decir... Con desear la muerte de tus rivales antes de que estén muertos. Por eso vinculé el sello a esa palabra. Mira -. Chris se apartó para que pudiese ver el pilar ámbar que creó en el primer sello, su chisporroteo había acabado y ahora su luz reflejaba unas palabras que ponían "Muerte, Muere, Morir" -. Si tus movimientos se pueden volver en contra tuya, las palabras más. Somos esclavos de lo que decimos, recuérdalo. Realmente es una pena, has estado muy cerca de ganar... -. Chris se giró para mirar a Lyad una vez más -. Si no haces nada, va a morir -. Le avisó mientras preparaba su hoja eléctrica nuevamente.

Sin embargo Lyad seguía en el mismo sitio de siempre, totalmente quieta.

- Ya sabes el precio que has pagado, Joseph... -. Le dijo a él, ignorando a Chris -. Ya sabes lo que tienes que hacer.

- ¿"Lo que tienes que hacer"? -. Preguntó Chris extrañado, se giró de nuevo hacia Joseph -. Vaya, así que tienes un as bajo la manga. Entonces no me confiaré -. Conjuró nuevamente un pilar a su lado, como seguro por lo que pudiese pasar -. Será mejor que muestres tu as ya... O vas a morir -. Dijo mientras acercaba más y más su hoja eléctrica al cuello del guerrero.

Pero entonces, Joseph empezó a moverse, poco a poco, ignorando el sello de parálisis de Chris.


- ¿Qué... Cómo? -. Se preguntaba este examinando como las marcas del sello seguían aún presentes en la piel del guerrero y sin embargo veía como él se empezaba a mover... Su mano, su brazo, sus pies... Entonces, por acto reflejo, Chris decidió poner fin a ese sin sentido que estaba ocurriendo. Decidió rematar a Joseph.

Pero una onda de choque hizo que saliera despedido unos cuantos metros y cayera torpemente al suelo, se incorporó para ver de donde venía esa extraña fuerza que le había derribado y se dio cuenta de que venía del propio guerrero. Joseph, su cuerpo, estaba ardiendo pero no emitía ningún grito ni se retorcía por el dolor, al contrario. Poco a poco empezaba a moverse mejor. Se arrastró por el suelo, se apoyó para levantarse en el pilar que Chris había creado por seguridad. Se puso de pie. Sus brazos estaban negros y chamuscados pero en cambio sus manos estaban incandescentes. De su cuerpo salía humo y ceniza.

- ¿Qué... Qué es... eso? -. De nuevo Chris estaba sumido en el terror. No se esperaba que el as del guerrero fuese algo así, algo que el hechicero desconocía.

- Los humanos y demás razas... -.Explicó Lyad -. Llevamos mucho tiempo confiando nuestras vidas a dioses que durante siglos nos han ignorado ¿Sabes por qué? Porque nos abandonaron hace siglos, milenios... Ante tal ignorancia, nuestras plegarias fueron escuchadas por otras entes. Mi señor, el Señor del Fuego, es tan solo uno más de entre lo que nosotros llamamos "Nuevos dioses". Él nunca ignora a sus fieles, nos presta su fuerza, nos habla y nos guía según el sentido de nuestras vidas. Y el sentido de la vida de Joseph pasa por la venganza, por la perdida que sufrió en el amor. Yo tan solo soy un catalizador para ayudarle en esa venganza.

Joseph hizo un movimiento con su mano, de la que surgió un poco de fuego. Pero el motivo de ese movimiento fue otro bien distinto. Chris notó como algo le silbaba por su derecha. La lanza de Joseph voló a toda velocidad para volver a su amo tras la orden que este había dado. El hechicero se puso en pie como pudo, le temblaban las piernas, pero no tenía otra opción que defenderse.

- Muy bien... Muy bien... MUY BIEN -. Se repetía una y otra vez -. ¡LUCHEMOS UNA VEZ MÁS, JOSEPH! INTERESANTE... MUY INTERESANTE... ASÍ DEBE DE SER UN COMBATE -. Extendió sus brazos y esta vez no surgió un solo pilar, sino más de una decena. Tras eso juntó sus manos en un único sello -. AVATAR DE ENEL -. De la espalda del hechicero surgieron ocho brazos dorados, cada uno de ellos con una espada eléctrica como la que portaba ya de por si, sumando un total de diez -. ESTE ES TODO MI POTENCIAL DE COMBATE, JOSEPH ¡VEN!

El guerrero de fuego dio un paso hacia delante, sin decir nada. Entonces desapareció. Sin embargo Chris reaccionó justo a tiempo. Esta vez podía luchar sin ser tan torpe en el combate cuerpo a cuerpo, gracias a su técnica del Avatar de Enel pudo bloquear el ataque instantáneo de Joseph con sus diez espadas eléctricas al mismo tiempo. Se fijó entonces en que de los ojos del guerrero surgía fuego y su rostro se había oscurecido también.

- Cuando el fuego llegue a su corazón, mostrará el verdadero poder de un guerrero del fuego -. Comentó Lyad.

Chris se dio cuenta en que Joseph no sostenía su lanza como siempre. La estaba usando con una sola mano agarrándola desde poco menos de la mitad del mango, como si fuese más parecida a una espada que a una lanza. Aún así el hechicero perdía en fuerza y la potencia del ataque le hacía arrodillarse. Entonces Joseph se inclinó y de su espalda, ya ennegrecida también, surgió una columna de fuego. Una columna que ascendió casi tres metros y luego se dividió en más de una decena de tentáculos. Cada uno con un propósito, destruir cada uno de los pilares que había creado Chris tras ser derribado. El hechicero se encontraba sin opciones, así que decidió usar todas los haces eléctricos en atrapar el brazo y lanza de Joseph para inmovilizarle. Al ser una decena, la lanza y brazo derecho se quedaron totalmente inmóvil y Chris aprovechó que todos sus haces estaban en contacto con la piel del guerrero.

- ¡Descarga! -. Exclamó.

Y una gran, enorme sacudida eléctrica azotó a Joseph. Parecía como si su brazo fuese a estallar de toda la potencia que estaba aplicando Chris, el cual gritaba para aplicar aún más poder. Pero era inútil, el guerrero de fuego parecía no sentir dolor. Alzó su puño izquierdo y lo bañó en llamas para propinarle un puñetazo. Cuando ejecutó dicho movimiento, Chris gritó rápidamente.

- ¡Sello! -. Y Joseph se detuvo de nuevo -. ¡Ja! ¡El segundo sello! Imbécil...

Pero el rostro de Joseph no parecía sorprendido, por primera vez desde que adoptó esa forma habló.

- Has inmovilizado mi cuerpo -. Decía con una voz que casi no parecía la suya -. Pero no puedes inmovilizar esto -. Y del mismo puño con el que iba a rematar a su rival surgió un puño de fuego que empaló de lleno el torso de Chris. Este tosió una gran cantidad de sangre repentinamente. Joseph empezó a revertir su forma, el fuego empezaba a desaparecer y su piel volvía a la tonalidad normal. Parecía que fuese lo que fuese esa transformación, tenía efectos secundarios; El guerrero se encontraba exhausto y sudando en gran medida.

- Idiota... Idiota... -. Decía Chris intentando sonreir mientras todo su cuerpo temblaba -. Idiota... Te has olvidado... Te has olvidado... ¡Del pilar que cree cuando te atrapé en el sello! ¡ESTO... ESTO NO HA ACABADO... AÚN NO! -. Dijo mientras repetía de nuevo los sellos que formulaba cada vez que su cuerpo se convertía en masa eléctrica.

- No... SI se ha acabado -. Sentenció Joseph.

Chris se quedó en blanco, su técnica no surtía efecto... El hechicero estaba seguro de que cuando el guerrero lanzó esos tentáculos de fuego solo destruyó los que creó después de ser derribado. Se fijó en el pilar... Estaba destruido... Cortado en dos... Por alguna extraña razón lo estaba...

- ¿Cuándo...

- Sello del maldito... -. Explicó Joseph -. No solo es aplicable a las personas sino también a objetos inertes... Dejé ese pilar a salvo queriendo para que te confiaras, si los hubiese destruido todos hubieras huido hasta crear más... Pero lo cierto es que estaba bajo mi sello desde que me incorporé ¿Recuerdas?

Entonces Chris se acordó. Cuando Joseph se levantó, se apoyó con sus manos en el pilar. Fue ahí...

- Puedo retrasar los efectos del Sello del Maldito para que sucedan unos segundos después del ataque con el que esté vinculado. Cuando te ataqué con mi lanza fue cuando tu pilar estaba sentenciado... Pero por si acaso decidí arriesgarme a activar el segundo sello para asegurarme de que no tuvieses más ases en la manga... Y esta vez acerté.

- No... No puede... Ser...

- ¡Chris! -. Gritó Raphael que había observado todo desde el principio y ahora se encontraba presa del pánico - ¡No puedes morir ahora!

- Aún así me has enseñado una lección, Chris Warfield. Me has enseñado que un hombre tiene que tener más recursos en mente que simplemente sus principales bazas en combate... Tu me ha puesto contra las cuerdas sin que estuviera seguro de que pudiera usar mis mejores ataques... Y he tenido que improvisar. Gracias a ti he mejorado. Y esta vez no diré que mueras hasta que... -. Joseph clavó la lanza en su corazón -. Estés muerto del todo...

- Bien...Hecho... Chaval... Has sido... Un rival... Digno... -. Y Chris Warfield dejó de hablar, para siempre.

Joseph no tenía tiempo para recuperarse. Las tropas estaban a medio camino de llegar y debía seguir con lo acordado.

- Recuerda el precio, hermano -. Le recordó Lyad.

- Lo se... Pero si no llega a ser por este poder, hubiese perdido... -. Caminó hasta donde se encontraba Raphael -. No hay tiempo que perder ni para descansar. Hay que seguir.

- ¡Aléjate de mí, monstruo! -. Gritó este dando un par de pasos hacia atrás pero los zarcillos de fuego le recordaron que no podía moverse demasiado desde donde estaba.

- Raphael... Tengo unas preguntas que hacerte...

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