6 jul 2018

Sesión 10 del 2.0 NG

La sesión comienza en el comienzo del viaje en tren que llevaría a los distintos clubes de la Academia de El Reposo de Taliyah, junto a los alumnos de primer curso, de camino a la ciudad de Toril. Elisabeth, Liv, Dafne, Evangeline, Mythra y Summer entraron a un compartimiento ya ocupado por Salazar, que estaba apoyado en la ventanilla con su habitual pose tranquila e impasible; Samuel y Giovanni jugaban a las cartas y propusieron echar unas partidas para amenizar el viaje. No obstante, ni Mythra ni Summer tenían muchos ánimos al principio para jugar, esta última se encontraba escribiendo el diario con esmero hasta que terminó y Liv, que se había dado cuenta, insistió en que se uniese. Mythra se quedó mirando la ventanilla para ver si pasaba Zeryen por el pasillo, pero no lo hacía y al final decidió salir hacia el baño con la esperanza de que se cruzase con él. Así lo hizo cuando lo vio en un compartimiento y le instó a que saliese para hablar con él. Hablaron de lo que ocurrió la noche anterior pero el chico alegaba una y otra vez que había sido bastante torpe al caerse de esa forma y clavarse aquella rama. Mythra acabó con los ojos vidriosos por las lágrimas y continuó hasta el baño, donde se concentró en el espejo, intentando hablar con alguien más en su interior, en vano.




La segunda mitad del viaje la pasaron comiendo y descansando en una plácida siesta, hasta que despertaron y ya no veían los árboles del bosque pasar a toda velocidad sino un extenso prado salpicado de montes, la sombra de las nubes que adornaban el cielo y dos pequeñas motas en el horizonte que se alzaban por encima de los edificios que conformaban la ciudad de Toril. Evangeline sabía muy bien de qué se trataban y lo explicó al resto del grupo: eran las dos enormes estatuas de piedra con forma de ángel que se alzaban enfrente del palacio de la ciudad. Además, también explicó el cambio a nivel geográfico que supuso que por la ciudad se cruzase el río Gemelo Sur y uno de sus afluentes.

Una vez llegaron a la gran estación, cuyo techo era una gran vidriera por la que se filtraba la luz del sol, fueron registrados por la guardia en el protocolo de seguridad de acceso a la ciudad durante estos días. Además, Jhin les informó de que su escolta durante su estancia sería la joven Cleo Desmond, capitana de la guardia de Tilos a su temprana edad. Los alumnos y clubes fueron transportados hasta el hotel "La Estrella Fugaz", cruzando el río en dirección sur. Una vez allí, todos disponían de una habitación individual para descansar, pero ninguno quería quedarse quieto, sino que les embriagaba la emoción de explorar las calles de Toril y descubrir sus puntos de interés. Pero cuando estaban organizando los grupos de "expedición", vieron como Evangeline se iba sola del hotel. Desde la llegada a Toril se había comportado de una forma un tanto extraña, incluso murmuró algo en el tren que Mythra y Summer no alcanzaron a oir por culpa de los gritos de Liv. Para cuando salieron a buscarla, ya se había perdido entre la multitud, así que se dividieron para encontrarla.

Mythra, que fue hacia el este, al distrito de los filósofos, se encontró con la reina de Bargskan, Aleindra Karzkart. A su llegada, fue increpada por otro de los reyes, Jerassed Vonstein, acusándola de provocar la división en el reino cuando por derecho propio, tras demostrarse que el padre de Jerassed fue controlado por Trenler, él debía recuperar el trono sin más. Siguió con que Aleindra aprovechó la opinión de la población para crear esa división, a pesar de que ella seguía desmintiendo aquellas acusaciones. Al final, la tensión entre ambos se hacía tan palpable que parecía que sus guardias iban a llegar a algo más que palabras, pero la rápida intervención de Torreón, uno de los caballeros de la Rosa Dorada, apaciguó por la fuerza el encuentro. Mythra, tras eso, continuó buscando a Evangeline, pero al final no solamente se encontró con el que jugaba al fútbol en El Reposo de Taliyah, quien también estaba allí para participar en el torneo, sino que se topó con una pequeña niña a la que ayudó a transportar una pesada caja hacia las afueras de la ciudad.

Afueras de la ciudad que era precisamente hacia donde había ido a parar Summer en su búsqueda de Eva. Al igual que Mythra, la chica acabó encontrandose con los reyes que llegaban a última hora a la ciudad. Concretamente, con la reina Armstrong, de Gran Hiullal; una joven algo rebelde que tenía que ser enderezada por los dos guardias que la acompañaban. También se encontró con Monterius Magellán y la reina de Dwänholf, Pristinne Avly. Monterius le aconsejó precaución con Pristinne, que no era siquiera humana y podía llegar a causar verdadero terror. Así lo experimentó Summer cuando le preguntó directamente a la reina, notó un miedo que sacudió su cuerpo y que no desapareció hasta que Monterius colocó su mano sobre el hombro de la chica. Tras eso vio como llegaba Mythra, que seguía acompañando a la chica llamada Vivi hasta las granjas del exterior.

Cuando llegaron a su casa, Summer se fijó en dos guardias que discutían frente a un almacén porque había una discrepancia en el número de serie del cargamento que iban a guardar dentro. Mythra se fijó en la madre de Vivi, que tenía una gasa en la zona de la mejilla, que además estaba enrojecida debido a algún tipo de hinchazón. Las dos hicieron de las "suyas"; Summer intentó meterse en el asunto de los guardias y descubrir más de lo del cargamento, pero estos le dijeron que una niña no tenía nada que ver en asuntos confidenciales de la guardia; además de que Mythra intentó espiar poniendo la oreja en la puerta de la casa cuando Vivi entró junto con su madre, pero no escuchó más que murmullo. Ambas recibieron una llamada de atención de un extraño tipo llamado Edwin Hardt. Apareció rápidamente Cleo Desmond para acompañar a todos de vuelta al hotel, aunque Edwin, hablando muy lentamente para remarcar sus palabras, comentó algo relacionado sobre la participación de Cleo que a esta no le gustó demasiado.

Haciendo caso a Cleo, volvieron todos hasta el hotel. La capitana era consciente del porqué Eva había actuado como había hecho, pero no quiso decir nada porque comentó que eso era algo que debía contar ella por sí misma. Hablando de Eva, la encontraron en la calle que daba al hotel, y algunos de los aldeanos de la ciudad, tras escuchar el grito de Summer y Liv, se acercaron curiosos para preguntar por Evangeline Okarus. Sin poder taparlo más, Eva llevó al grupo hasta enseñar la casa donde vivía en Toril. Evangeline era la hija del jefe de un gremio de alquimistas llamada "Bezoarines". Con el misterio resuelto en torno a la chica, volvieron con el cielo nocturno hacia el hotel.

Pero cuando estaban de camino, Cleo interceptó con la mano un dardo envenenado que iba directo hacia uno de los chicos. Tras ver al agresor, que estaba en el tejado de las casas huyendo, ella decidió seguirle escalando por la fachada de la casa hasta llegar también a lo alto y perderse por los tejados. Entonces, un grupo de rateros armados emboscó a los niños para hacerle "unas preguntas".

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