El perro resultó ser una hembra que protegía una camada de cachorros en uno de los callejones de la ciudad y se mostró muy agresiva cuando las chicas llegaron allí tan solo indagando en pos de alguna pista de Chester. El propio perro apareció también en cuanto la hembra fue adormilada por un hechizo enajenador de Ellie, mostrándose aún más fiero y peligroso. Mythra decidió ir en busca de doña Encarni para mostrarle que su mascota tenía ahora familia y pedirle, a ser posible, que pudiese acoger también a toda la familia perruna. Pero la señora se mostró muy reticente y, enfurruñada, le pidió a la chica que la llevase hasta donde estaba. Mythra hizo caso pensando que todavía podrían llegar a una solución óptima, confiaba en ello. En cuanto doña Encarni llegó al callejón, Chester se mostró intimidado, sobre todo, por el bastón que portaba la señora. Ante tantos gritos entre las chicas y la anciana, esta perdió los nervios y fue a atizar a su mascota, pero Mythra se puso en medio tanto de ese intento de agresión como del abalanzamiento de la hembra que, agresiva, se arrojó contra doña Encarni. El resultado fue que la chica recibió un tremendo mordisco en el cuello que provocó que cayese inconsciente y empezase a perder mucha sangre. Ellie, agotada por el abuso de conjuros y algo desesperada, fue en busca de algún guardia mientras era ayudada por Lucia. En cuanto los guardias llegaron ya se normalizó la situación, aunque para cuando lo hicieron la anciana estaba siendo atacada por la hembra y tuvo que ser llevada al centro hospitalario de la ciudad. Con respecto a Mythra, para cuando fueron a atenderla ya estaba consciente gracias a algo que había realizado Elisabeth. Finalmente, dejaron a los perros a salvo lejos de las garras de doña Encarni, a quien le dijeron en el hospital que no habían encontrado a Chester.
A pesar de que no recibieron la recompensa que establecía por las continuas quejas e impedimentos que, como era ético, hacían en contra de la señora, esta sí que les había arrojado antes unas cuantas monedas de manera despectiva. Intentaron repartirlas de manera equitativa, incluso buscando algo de cambio al señor del kiosko de la parte norte de la ciudad, pero este insistía en que no tenía cambio. Un chico de un grupo que jugaba al fútbol se interesó por el estado de Mythra, pues ya había hablado con ella anteriormente e incluso le pidió que se uniese al partido.
Cuando creyeron que lo peor de la semana ya había pasado, se dieron cuenta de que estaban muy lejos de la realidad. Ante las numerosas clases de CQC que se habían perdido los alumnos de 1ºA debido al estado de Jhin tras el combate contra El Despertado, encontraron a un sustituto que se encargó de convertir la clase en todo lo opuesto a lo que había hecho Jhin hasta el momento. Es decir, en lugar de enseñar de manera practica en los campos de entrenamiento, los mantuvo encerrados en clase, a oscuras, viendo proyecciones de las armas y sus atributos. Pero ahí no queda la cosa; también se encargó de atosigar a Summer y, especialmente, a Ellie. Se burlaba continuamente de que el apellido de la chica no le arreglaba la vida y ni lo hacía todo por ella cuando le hacía preguntas sobre la asignatura que esta no supo responder correctamente. También acabó castigando a Summer después de que hiciese preguntas que no tenían relación alguna con la asignatura. Así pues, la chica se quedó limpiando y sacando brillo a los trofeos de la Academia, entre los que destacaba una placa dorada en honor a la única alumna que había sido capaz de conseguir el grado de héroe sin completar todos los cursos: Cleo Desmond. Summer llegó agotada a su cuarto y encima tenía que hacer la cantidad ingente de deberes que les dejaba aquel profesor, pero Liv y Dafne la salvaron no solamente dejando que se copiase de sus deberes ya terminados, sino también con un plato de comida listo para que cenase.
Aunque Mythra no pudo contactar con Jhin para el asunto que llevaba queriendo resolver desde hace unos días, sí que lo hizo hablando con su esposa, Maief. Esta le aseguró de que encontrarían la solución a su fobia acudiendo a alguien especializado, pero que mientras tanto usase guantes o lo que fuese necesario para que pudiese llevar una vida lo más normal posible. Luego cambiaron de tema hacia el asunto de Elisabeth, pero poco más podían hacer pues era asunto de la guardia de Ribriat, los cuales ya estaban informados de aquel extraño suceso. Además, le dio una fotografía de los padres de Elisabeth a Mythra: un hombre regordete, de cara rechoncha, calvo salvo una pequeña mata de pelo castaño oscuro en los laterales de su cabeza; y la madre, algo rellenita, pero de cara estirada, facciones afiladas, pómulos hundidos, además de un pelo casi negro recogido en varios rulos.
Sin más dilación, llegó el día del baile. Todos se arreglaron con los vestidos que tenían preparados y fueron llegando al gimnasio mientras se acercaban las ocho de la tarde, la hora a la que daría comienzo la celebración. Ellie se reunió con su pareja de baile, Elias, quien se había aplastado el pelo y presentaba, en contraste a normalmente, un aspecto muy formal con aquella indumentaria de gala. A pesar de que el chico se había hecho ilusiones con ser algo más que una pareja de baile, Ellie se lo había dejado claro los días anteriores. Zeryen, la pareja de Mythra, apareció con un traje de gala que se asemejaba al uniforme de un miembro de la marina. Sin embargo, a pesar de que empezaban a llegar casi todo el mundo y que la hora de comienzo era inminente, Summer no veía rastro alguno de Luthor. El profesor Jhin, ya lo suficientemente recuperado como para poder estar allí, abrió el baile junto con Maief. También lo hicieron así varios profesores con sus respectivas parejas, o en el caso de Gillian e Yrel, juntos. Destacando a algunas parejas de baile de los alumnos, Rojreed iba con una chica de pelo violeta con un vestido negro; Miracle, con un tipo de pelo largo y rubio; y Alexandra llevaba un vestido bonito y exuberante y bailaba junto a Xavier. Además, no supieron si se trataba del que se había enamorado Liv o no, pero esta fue al baile con Gabriel. Al final, apareció Luthor, aunque lo hacía con sudores fríos. Igualmente, bailaron todos durante unos instantes felices...
Hasta que ocurrieron varias cosas, pero destacaremos dos de ellas.
La primera fue con respecto a Mythra. Estaba llevando bastante bien el tener los guantes y demás para poder bailar sin sufrir aquel ataque de terror debido a su fobia al contacto físico. Pero en unos pasos de baile bastante torpes esta parecía que iba a caer aunque Zeryen salvó la situación agarrándola del cuello para evitarlo y adornándolo como una pose de baile. Esto acabó aterrando a Mythra y salió de allí queriendo alejarse no solo de su pareja de baile, sino de todos. Cuando se dio cuenta, se encontraba en el bosque después de haber corrido apresuradamente, pero Zeryen le había seguido porque se preocupaba por ella. La chica insistió en que quería estar sola pero él insistía también en querer ayudarla. Ante tanta presión, los siguientes segundos de Mythra pasaron como si fuesen dos escenas totalmente distintas: en una Zeryen le decía que algo pasaba con sus ojos, en la siguiente estaba sentado en el suelo con una herida de puñalada en el abdomen, y la chica sostenía su cuchillo con fiereza.
Lo segundo fue algo relacionado con Summer y Luthor. Seguía con sudores fríos y sin poder aguantar más, casi se desploma en el baile de lo débil que estaba. Salieron de allí para descansar algo pero terminó desfalleciendo frente al recinto de la academia. Le pidió a Summer que fuese a su habitación, dándole la llave, para que le llevase un maletín que estaba debajo de la cama. Así lo hizo ella, haciendo caso a lo que le dijo de que se diese toda la prisa posible. Sin embargo, cuando salió de la residencia estudiantil de los chicos, se percató con que su hermana Seil la estaba mirando desde la entrada de los terrenos de la academia. Se quedó por un momento mirándola e incluso la llamó, pero ella seguía sin hacer caso alguno. Al final, con un dilema muy delicado, optó por elegir ayudar a Luthor, diciéndole previamente a su hermana que se quedase allí, cosa que al parecer no hizo.
Mythra recibió la ayuda de la mujer que le ayudó mediante el teléfono móvil que usaba la chica. De hecho, no hizo falta llamarla porque esta admitió que observaba y seguía todo de cerca. Gracias a su ayuda, Zeryen se estabilizó. Summer inyectó la jeringuilla en el cuello de Luthor y este se recuperó en parte. Admitiendo que era un monstruo y sin poder decir más del miedo que sentía de si mismo, se alejó después de un leve abrazo con ella. Mythra, con los ojos envueltos en lágrimas, creyó que todo era su culpa, pero aquella mujer lo negó y le dijo que la culpa la tenía cierto hombre que conocía muy bien. Le dijo también que aquel hombre se encontraría en Toril durante la Convención Real.
Y con esos dos sucesos, que pasaron algo desapercibidos al día siguiente en la mayoría de alumnos que montaban en el tren, persiguieron y atormentaron a las dos chicas, pero acabaron subiéndose también para lo que estaba por llegar durante los próximos días: la Convención Real, en Toril, estaba a punto de comenzar.
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