Sesión 68 del 2.0 NG

La sesión comienza con la división de las chicas para encargarse de diversas tareas al mismo tiempo. Summer se quedó para hablar con Jhin sobre su hermana Stille y dónde se quedaría en el tiempo que ellos estuviesen en la Academia. El profesor le dio las llaves de la casa de Miracle, que se encontraba cerca de allí, y le dijo que podría quedarse con su hermana mientras tanto. Además, le recomendó que si no se fiaba de Monterius, no accediese a nada de lo que propuso.  Mientras tanto, Lilith se llegó al ayuntamiento para buscar información sobre el papeleo que debería llevar a cabo para los terrenos donde llevar a cabo el proyecto que se le había ocurrido para darle una segunda oportunidad a la gente como los Evo Raiders: Evoland. Allí contempló como arrestaban al señor Lars Markussen, por lo sucedido en el bloque del piso de Summer, ya que era un de sus viviendas. Y por último, Ellie se llegó al local donde ocurrió la explosión el año pasado, ahora remodelado en una tienda de aperitivos abierta las veinticuatro horas del día. Tuvo entonces unas rememoraciones de lo ocurrido, con varios recuerdos difusos, pero entre ellos se dio cuenta de que todo ocurrió en un sótano. Intentó buscar la forma de sortear las cámaras de seguridad CYNTRAX pero estas no dejaban angulo sin cubrir, así que salió.

Se reunió con Summer y Lilith a las que contó su plan, pero en la llamada a la empresa de seguridad para comprobar si tenían algún fallo, como si las cámaras se apagaban cuando se interrumpía la alimentación eléctrica, pero rápidamente el señor que la atendió le dijo que tenían una batería auxiliar para casos de emergencia. Entonces, optaron por llamar a Giovanni, el cual aprovechó su tamaño para poder entrar y buscar el sótano. Al salir, no sin antes haber una pequeña disputa verbal entre el dependiente y Summer, Giovanni les dijo que efectivamente había un sótano, pero que la pared de la entrada se encontraba tapiada; además, estaba todo chamuscado y habían unas cuantas cajas acumuladas. El siguiente paso sería buscar la forma de preparar pociones de forma gaseosa, tarea que encargaron a Evangeline, pero esta les dijo que tardaría unos días.

Al día siguiente, Summer recibió un mensaje de Varick, que la citaba a ella y a unas tres o cuatro personas como máximo para hablar sobre un asunto del que no podía enterarse su hermano Luthor. Fueron las tres chicas y al salir por la salida este de la ciudad vieron el control de los guardias para vigilar quién entraba y quién salía. Entre las personas que entraron destacaron dos que iban con túnicas blancas, además de que uno de ellos era enorme. Presentaron sus identificaciones y sus permisos para armas y entraron a la ciudad después de decir que estaban allí por asunto de negocios. Al llegar a las ruinas, Varick les contó que su hermano aún no podría irse, ya que su padre iba a ir a por él o a por su mentor, o a por ambos. Tendría que calmarse esa situación antes de que decidan irse ambos en busca de la cura, la cual detalló que ir a por ella y aplicarla llevaría años. También comentó que estaba preocupado por el tema de Aura, y que iría a por ella para sacarla de allí debido al peligro que corre por la guerra que están manteniendo Bargskan y Vorstiana.

Cuando se fueron y no escucharon nada, se encontraron de lleno con un carro llevado por tres hombres. No estaban en ningún sendero y parecía que se dirigían hacia las ruinas, aunque ellos dijeron que eran mercantes y habían tomado un atajo para ir a los poblados de los alrededores. Cuando decidieron seguirlos de vuelta, vieron que habían dejado el carro al lado de las ruinas y que lo habían vaciado, tan sólo se encontraba el caballo. Buscaron por las ruinas y hallaron una entrada secreta hacia el subterráneo. La entrada de la primera planta se encontraba bloqueada así que bajaron hasta la segunda. El lugar parecía algo parecido a una cripta en la que Lilith halló una gema preciosa y una piedra marcada por un rayo, pero además, la zona estaba infestada de unas criaturas arácnidas voladoras llamadas Aracnófagos. Lucharon contra unas cuantas y encerraron a otras tantas, antes de continuar por uno de los dos caminos que se le abrían ante sí.