La sesión comienza tras la derrota de Hatred, el cual se acababa de quedar acorralado y atado. El Evo Raider intentó usar a escondidas un control remoto para manipular el resto del robot, pero fue registrado y pillado a tiempo, quedándose sin opciones. El grupo intentó razonar con él, pero fue en vano, tan solo recibieron respuestas groseras y con un odio desmedido. Al final, no tuvieron más remedio que dejarlo libre debido a que no podían ocuparse de un preso a esas alturas del viaje. Tras eso, decidieron descansar en el puesto de control del puente en la azotea, en la que se llegaron a echar una siesta mientras que Zeryen y Lilith vigilaban. Ambos aprovecharon para hablar de diversos temas, entre ellos el cómo había cambiado Zeryen en todo el tiempo desde que llegó a Reposo de Taliyah, de sus padres que nunca conoció y de sus dos hermanos, los cuales Lilith pudo ver a través de la foto que le enseñó el propio chico.
Al estar a punto de reanudar el viaje, a Lilith le pareció ver una especie de destello fugaz y sutil en el horizonte, pero no pudo distinguir de qué se trataba. Con ello, atravesaron el puente y pasaron a lo alto de la pared barrancosa, donde siguieron el sendero hacia la colina más cercana. Con el paso de las horas, vieron que el sendero se dividía en dos; en uno, el camino se desviaba y rodeaba el monte; en el otro, continuaba a la cima. Summer vio en ese segundo huellas así que Liv debía estar sí o sí en la cima. No obstante, otro par de horas después, cuando ya estaba anocheciendo, no les estaba esperando Liv, sino Oskar. La impresión en el grupo fue tal que quedaron completamente descolocados. El chico trabajaba para Magrid y parecía tener un vínculo fuerte con el líder. El propio Oskar tuvo que poner la pausa a los nervios de Summer diciendo que la valla que tenía tras él estaba electrificada, además de que habían hombres armados apuntando en este momento, esperando una orden. Lilith no paraba de preguntarle los motivos, hasta que finalmente soltó que si era hermano de Magrid. Aquella pregunta sirvió para destaparlo todo, Oskar Wicklebelt fue hermano de Magrid, pero desde hace años dejó de existir; desde entonces, él se encarga de mantener su memoria viva, haciendo que todos los demás del mundo vean en él una figura de lo que debió ser el propio Oskar, todo para honrar su memoria: Magrid era el propio Oskar Wicklebelt.
Aquella revelación provocó que Summer perdiese los nervios por completo, usando su poder para agrandarse de tamaño y disponiéndose a atacar a Magrid. Pero Lilith ya era consciente de que algo así podría pasar, así que estuvo preparada para quitarle el espadón a Summer y pedirle que se relajase. Fue ahí cuando Magrid comenzó a hablar de muchísimos temas; sobre que él cambiaría el mundo y que la única forma de hacerlo es ir contra el sistema, como ya hizo Evolution; hasta admitir que aunque no mate, no todo vale para dicho cambio, admitiendo que se equivocó al "sacrificar" a personas inocentes como los alumnos que intentó secuestrar a petición de las ratas de los bajos fondos. ¿Pero por qué cambio? Él mismo lo dijo: por Liv. En el puerto, durante la Convención Real, perdió el control al estar luchando contra Summer. Estaba riendo, siendo sádico, disfrutando, todo hasta que vio que Summer escapaba de la nave y salía a la zona del muelle. Alli vio a Liv con una herida de bala en el hombro y se quedó paralizado. Ya que Magrid, al ser Oskar, fue salvado por la chica hacía unos años, y ahora ella estaba allí malherida. Desde entonces cambió un mínimo, un mínimo que fue suficiente para definir al nuevo Magrid. Y sobre todo, ayudaría a la chica en lo que necesitase... Y lo que necesitaba Liv era la venganza contra Yianiv. Magrid aseguró que no dejaría que matase, pero que ayudaría a acabar con el conflicto, ya que él poseía el tercer fragmento de la tablilla Aoshan. Entre el resto de cosas que comentó, también figuró el hecho de que era la pareja de Seil, la hermana de Summer, aunque llevaba tiempo sin verla porque la puso a salvo de todo lo que sabía que iba a pasar en el Bosque de los Inquietos, debiendo estar ella en una de las ciudades principales al norte.
Con todas esas explicaciones, Summer pasó de la ira a la comprensión y la lástima. Se acercó a Magrid pero para cogerle la mano y además, acariciarle el rostro. Este estaba confundido, pero finalmente se negó a aceptar aquel trato. Seguiría en sus trece de proteger a Liv a cualquier precio, para que resolver su trauma y hacer que vuelva a ser ella. Si ellos aceptaban aquello, podían irse tranquilamente y dejar que él se encargase de todo; en cambio, si querían seguir, Magrid lucharía contra ellos, y eso hicieron. A pesar de todo lo que habían mejorado desde la Convención Real, Magrid seguía siendo un rival formidable, que fue demasiado para el grupo en cuanto usó su poder de omniforrme para cubrirse de escamas metálicas. Además, apareció la Guardia Lumi, que en cuanto vieron al criminal se encararon con él pero no sin poner a salvo a los alumnos, aunque fuese a la fuerza. Así que Summer optó por echar abajo la verja, la cual finalmente no estaba electrificada (ni tampoco habían hombres armados al otro lado). Lilith fue a proteger a Summer del golpe de Magrid en cuanto esta pasó por su espalda, pero aunque lo hizo bastante bien bloqueando el primero, no se esperaba que fuese a dar un segundo. Pero Summer quedó igualmente protegida: el brazo derecho de Magrid lo bloqueaba Lilith con la daga que le regaló Alexandra, la cual se melló un poco; mientras que el brazo izquierdo lo bloqueó justo a tiempo Cleo Desmond, quien había aparecido para sorpresa de todos. Esta vez, la ex-caballero de la Rosa Dorada no exclamó que huyesen para ponerse a salvo, sino que valoró el progreso de las chicas y les pidió que siguiesen adelante para hallar a su amiga.
Unas magulladas Lilith y Summer entraron en los dominios de la casa de la cima del monte y caminaron hasta dar con Liv, que se encontraba el muelle de un estanque. La chica se sorprendió por verlas, además de en ese estado. No estaba furiosa ni tenía la dura actitud de la última vez, en lugar de eso se apenó y pidió que la esperasen un poco más, que no querían que se hiriesen más por su culpa, que ella se encargaría de arreglarlo todo junto con Magrid, y entonces podría volver a ser la misma de siempre. Aunque les dolió asimilar aquello, fueron a aceptar la petición de Liv, pero algo ocurrió. Una de las avionetas de Magrid que venía a recogerla explotó y, seguidamente, el suelo tembló y el monte entero se derrumbó. Curiosamente, solo afectó a la estructura de la casa, y el terreno en sí, pero no a los árboles, los cuales quedaron a salvo de aquel enorme poder. Las tres chicas se levantaron, confundidas, hasta que escucharon un "shararara" provenir de entre la vegetación. Yianiv había llegado.
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