3 ene 2012

Mapa de 2.0 y trasfondo.

Y por fin, después de semanas de espera, os muestro el mapa geográfico y político del reino de Taneir, lugar de nacimiento de vuestros PJ´s y su reino vecino, el reino de Aldmet.



Año 957, el mundo se encuentra en un estado de calma permanente. La última vez que la tierra se tiñó de la sangre y cadáveres de hombres que daban su vida por su reino fue hace 43 años, en el 914. Por aquellos tiempos, la simple tarea de vivir era ya un reto difícil de superar, los reinos entraban en disputas hasta por detalles insignificantes, y ponían en peligro la vida y la seguridad de su población por valores como la codicia, el poder o el orgullo.

Así pues el mundo estuvo en un cataclismo de guerras, conflictos, matanzas y destrucción durante casi tres siglos enteros, y a esa época se le conoció y se le conoce por el nombre de El Tridente del Diablo. Las familias apenas duraban cinco años unidas y como mucho, unas pocas décadas vivas; Habían niños que nacían en poblados y que poco después eran arrasados por las hordas enemigas, las mujeres eran torturadas y violadas, los hombres que morían se contaban por miles y los prisioneros tampoco duraban mucho, pues la falta de alimentos en tiempos de guerra obligaba a los ejércitos a dejar morir de hambre a sus prisioneros y estos, sumidos en la locura por el hambre, se mataban los unos a los otros para comerse entre sí con un mismo objetivo, sobrevivir.

La ética del individuo descendió a niveles salvajes. Las ciudades no eran más que focos de caos donde delinquir era un hábito común como lo era comprar el pan: Los robos, asesinatos, extorsiones y secuestros eran innumerables en una ciudad de un número de habitantes medio, y por supuesto los soldados no hacían nada puesto que no estaban allí, se encontraban en el campo de batalla entregando sus vidas por razones que no compartía pero que le obligaba a hacerlo.

Ante una situación insostenible, algunos reinos que se encontraban un poco al margen de la tormenta decidieron frenar la corriente de sangre que se generaba cada día, y el 3 de Enero de 908 los reinos de Taneir, Aldmet, Bargskan, Hiullal y Kabrey formaron un pacto de alianza para concienciar a los demás reyes que frenaran sus actos de locura. Mandel Kengrey, rey de Taneir, estaba al frente de dicha alianza junto a su amigo Rovel Barlis, rey de Aldmet.

Mandel envió misivas a los 16 reyes que estaban involucrados en la guerra con el fin de frenar la sangría por la vía diplomática. Solamente dos consiguieron su cometido, los otros 14 se negaron rotundamente. Rovel sugirió entonces, que solo había una manera de frenar todo esto, y era combatiendo el fuego con el fuego. El 16 de Diciembre de 908, los líderes de la alianza crearon una organización cuya sede se situaría en una isla ecuatorial y su cometido era el de que crear una orden por encima de las decisiones de los reyes del mundo, que impondrían unas leyes universales básicas e irrefutables; Y que juzgaría todo acto, legal o ilegal, cuyas consecuencias puedan desencadenar en nuevas guerras. La organización estaría respaldada en un futuro por todos los reinos, de manera que si se iniciaba un conflicto entre dos o más reyes, los restantes reinos intervendrían para frenar una catástrofe por los medios necesarios. Dicha organización fue bautizada por el nombre de Los Protectores del Ojo, y en sus filas abundaban personas extraordinariamente poderosas, provenientes los cinco reinos que formaban la alianza.

Al iniciarse en los Protectores, cada miembro abandonaba sus creencias y valores que poseyera en el pasado, y a partir de cuando es inscrito, sus actos se basan tan solo en la política y fe de los Protectores. Dado que su imparcialidad es suprema, los Protectores no se decantan por ningún tipo de religión ni en "valores ilusorios" (tal y como ellos dicen) como el amor o la amistad. De manera que si un miembro que en el pasado fue familiar de una casa noble que posteriormente, comete un acto ilegal por la orden, este tendría que actuar según a las consecuencias y juzgarlo sin ningún tipo de preferencia. Y para sellar ese cambio, a cada miembro se le da un símbolo contrario al que tenía en el pasado (por ejemplo a un miembro de la fe de Pelor se le entrega un sol de color oscuro y cuya cara expresa tristeza) y que puede mostrar o no según como prefiera. También se le entrega, dos gemas talladas con formas de ojos cuya función es secreta solo conocido entre sus miembros; Una es de color blanco con el ojo tallado de rubí y el miembro debe engarzarla en su arma; La otra es de color negro con el ojo tallado de zafiro y el miembro debe engarzarla en su armadura o prenda que use habitualmente. Estas gemas se le concedían el nombre de Los Ojos del Protector.

Los reinos sumidos en la locura vieron el alzamiento de esa organización como una ofensa para la figura de un rey, y que no funcionaría que un grupo de idiotas controlaran lo que los soberanos deseaban hacer. Así pues, a comienzos del año 909 toda la guerra cambió de dirección, los conflictos se desviaron hacia la alianza y a Los Protectores del Ojo. Mandel, preocupado en principio por la superioridad numérica de sus enemigos (eran 5 reinos contra 14) se sorprendió cuando en una de las batallas que enfrentaban dos escuadrones de las casas nobles enemigas con una de las de Kabrey, se traicionaban entre sí en mitad del campo de batalla y finalmente eran reducidos por las de la alianza. Ni incluso en un fin común se ponían de acuerdo los reyes enemigos.

Mandel aprovechó esto e inició sus cruzadas estratégicamente organizadas para atacar puntos donde antiguos conflictos aun no habían cicatrizados. Incluso Rovel, que era de carácter más rudo y despreocupado, introdujo entre las filas enemigas espías disfrazados con los estandartes de sus "aliados" para provocar en el último momento actos ofensivos con el fin de volver a provocar el caos entre las filas enemigas y debilitarlos para luego, vencerlos en batalla y obligar a sus líderes a rendirse, a que controlaran la inestabilidad de sus ciudades y a que juraran estar bajo el orden de Los Protectores del Ojo. Los reyes que se negaban a hacerlo, eran encarcelados y en su lugar, se ponía a alguien designado por la organización que respetara sus normas y viera por el bien del pueblo. Los habitantes, antes sumidos en el miedo, la miseria, la pobreza, el hambre y la muerte; Comenzaban a agradecer infinitamente la intervención de Mandel, su alianza y la organización.

En tan solo un año, la balanza comenzaba a inclinarse hacia la paz cuando la mitad de los países que se encontraban en guerra entre sí eran sometidos al control de Los Protectores. Pero entonces, uno de los líderes enemigos, consciente de que su derrocamiento estaba próximo, convocó la ayuda legítima de los reinos restantes para formar una nueva alianza para frenar a Mandel y la organización. Ambos bandos se encontraban claramente diferenciados y esta vez, unidos totalmente sin ninguna brecha conflictiva: Por un lado se encontraba la alianza de Los Protectores: Taneir, Aldmet, Bargskan, Hiullal y Kabrey; Y por el otro, la Alianza de la Tempestad, formada por los reinos de Sverit, Gran Martir, Happak y Rimbrey. En los dos años siguientes se llevaron a cabo batallas a grandes escalas que volvían a suponer el coste de la vida de miles de personas, pero esta vez la superioridad numérica la tenían Los Protectores, ya que contaban con las fuerzas restantes de los reinos anteriormente controlados. El rey de Sverit, Krace Sverit, consciente de que a pesar de la unión seguían perdiendo, decidió jugárselo todo a una sola carta y, juntando las fuerzas más poderosas de las que disponía: Magos y Hechiceros de todas las razas de las que tenía a su alcance y algunas incluso, las contrató como mercenarios. Con todo ello y con una jugada astuta con la que desvío la atención de Los Protectores hacia otro lado, Sverit atacó directamente el núcleo de la organización, la isla donde se encontraban Los Protectores del Ojo.

La batalla que se llevó a cabo aquel día se conoce por La Batalla de los Mil Ojos y su magnitud fue de épicas proporciones, en ambos bandos habían personas cuyos poderes mágicos eran excepcionales, pero la desventaja numérica que sufrían Los Protectores (de uno contra diez) los llevó a casi su derrota. La organización que en principio contaba con unos tres mil miembros, perdió casi la totalidad de sus hombres en la primera ofensiva, y los quinientos que quedaban aproximadamente se tuvieron que refugiar en lo alto del bastión de la isla bajo protecciones mágicas. Allí se encontraron sitiados casi una semana hasta que en el amanecer del día 28 de Enero de 914, se podía ver al horizonte una fila de unos veinte barcos, y tras ella otra fila más, y tras ella otra, y así sucesivamente. El rey Mandel junto con toda sus fuerzas se acercaban al lugar del combate con decenas de miles de soldados. Sverit dio la orden de la retirada pero entonces fue cuando pasó algo que hoy en día, no tiene explicación. Mandel, de personalidad firme pero bondadosa, que siempre prefería capturar un enemigo antes que matarlo, y más si se encontraba indefenso; Dio la orden de ejecutar a todas las fuerzas enemigas sin permitir la opción de rendirse y de cortarles la retirada mediante rodeos y fuego de cañón cuando vio todo lo que había sucedido en la sede de la organización. Hasta su amigo Rovel se sorprendió de dicha orden pero todos la acataron y lo que se vio aquel día, ante la mirada de quinientos Protectores del Ojo fue una masacre sin precedentes, cuentan algunos mitos que aquel día el agua del mar se tiñó de rojo. Con esa última batalla, la Alianza de la Tempestad fue totalmente erradicada y con ello, todos los reinos pasaron a estar bajo el control de los supervivientes de la orden de los Protectores del Ojo. La Batalla de los Mil Ojos se dio a conocer por aquel nombre debido a que a partir de lo que pasó aquel día, por una decisión cuyos motivos eran secretos (y por lo tanto, desconocidos aún), los Protectores decidieron no volver a crear más Ojos del Protector. Se destruyeron todos aquellos que habían quedado intactos de los cadáveres de la batallas. Los nuevos miembros a partir de entonces no recibían por ende dichas gemas y las mil que existían y existen en todo el mundo son transferidas por orden del líder de los Protectores.

Las consecuencias de aquella batalla fueron más graves de lo que Mandel pensaba, los reinos de la Alianza de la Tempestad, a pesar de su sumisión bajo el mandato de Los Protectores, criticaron al Rey de Taneir por aplicar el mismo método que él quería erradicar y algunas personas exigían a la organización un castigo por ser responsable de la masacre de más de veinte mil hombres cuando la mayoría presentaban rendición. Ante la negativa de la organización, los rumores sobre su dudosa imparcialidad se extendieron rápidamente pero todas ellas fueron acalladas cuando unos años después, el mismo Mandel desapareció sin dejar nota alguna de sus razones, dejando caer el peso de su corona a su hijo de pocos años de vida, Meryn Kengrey.

Otra de las consecuencias de la Batalla de los Mil Ojos y quizás, la peor, fue la perdida de magia que se cobró en aquella batalla. Sverit juntó a todos los magos de sus reinos más los contratados como mercenarios, y Los Protectores del Ojo estaban formados por personas con poderes mágicos de la alianza. Después de la batalla, tan solo quedaron medio millar con vida, y en todos los años de paz que han habido, casi nunca se ha visto en otro lado la presencia de magia. Ya que las personas de Los Protectores del Ojo viven una isla alejada de los demás reinos y en raras ocasiones salen de allí, la población mundial creyó que la magia se extinguió con la última guerra, y la gran mayoría estaban de acuerdo en que la presencia de magia era el origen de las guerras. Ante esas afirmaciones sin fundamentos, los reyes actuales, incluidos Meryn Kengrey y Jace Barlis, prefieren mantener ocultos sus gremios de magos y en total secreto para la plebe que disponen de dichos gremios.
Actualmente nos encontramos en unos tiempos de paz increíblemente agradables. El mundo se mueve con sistemas de comercios estables y ello permite la abundancia de alimentos y materia prima para el progreso de las ciudades. De manera que apenas quedan lugares que sigan teniendo huellas de la pasada guerra.

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