20 nov 2014

IV sesión de 2.0 completada: Cazador y Tanque de Vapor. Bosque de los Inquietos (2a parte).

Transcurre una nueva sesión de 2.0, donde los jugadores comienzan justo donde se acabó la anterior; Luchando contra una horda de arañas de distintos tamaños mientras tratan de arrancar el motor que abre la compuerta.

El combate se desarrolló de manera desigual para los soldados que acompañaban a los jugadores. Mientras que un grupo no paraba de perder miembros, tanto por el ataque de las arañas como por sus propias pifias, el otro consiguió aguantar y defenderse de una manera bastante aceptable. Curiosamente, el grupo que peor lo estaba pasando era el que estaba siendo apoyado por Ike, Akshael y Hennessey. El (ahora) Paladín dejó la primera línea de combate (después de matar a una araña, aunque Ike diga que la dañó él) para ayudar a Raenia en sus intentos de hacer arrancar el motor. La pícara, que había conseguido dos de los tres intentos para hacerlo funcionar, no conseguía acertar la tercera y cada vez llegaban más y más arañas, junto con el Cazador...

Por momentos la integridad del grupo parecía flaquear debido a los tres intentos seguidos de fallo por parte de Raenia y a la marabunta de arañas (ya que aunque mataran y mataran, no paraban de llegar). Finalmente fue Akshael quien, apartando a Raenia, consiguió acertar el tercer intento y activar el motor.



Durante la retirada, varios soldados más murieron y el capitán de la Guardia fue alcanzado por una flecha del Cazador, que le impactó en la pierna impidiéndole huir hacia el interior de la mina, así que en un último acto heroico, sacó un hacha para destrozar el motor y que no hubiera forma de activar la compuerta desde fuera.

Los jugadores, una vez dentro de la mina, descubrieron la sala de control a pocos metros de la entrada. En su interior habían palancas y botones que regulaban el sistema de control de agua, luz y calefacción. Aparte, también había una parte donde se situaban pantallas de las cámaras de las minas, las cuales estaban apagadas casi en su totalidad. Pero aún funcionaban dos, y la más importante de ellas ahora mismo, es la que enfocaba hacía la entrada donde se desarrolló el combate contra las arañas.

Allí estaba el Capitán de la Guardia, apunto de ser engullido por las bestias, pero en el último momento, estas se detuvieron. Apareció el Cazador caminando entre ellas y observando la puerta, le pidió al Capitán de la Guardia que abriera la compuerta, este se negó y sufrió las consecuencias; El Cazador cogió el extremo de un cable cortado, que aun chisporroteaba, y se lo puso en el ojo del capitán, que gritó y se quedó casi inconsciente del dolor, pero aún vivo. Fue entonces cuando el Cazador, clavando una flecha en la compuerta, introdujo un aparato que servía para fundir el metal y hacer un agujero para entrar. A los jugadores se les acababa el tiempo, pero el proceso iba lento, aún tenían 45 minutos para encontrar una solución.

Avanzaron por la mina mientras que el Capitán de los Exploradores de Svale les decía que toda mina Enana tenía una salida a modo de "columna" entre todo el entramado de la mina, la salida suele dar a la falda de la montaña. Pero todo esto se desmoronó rapidamente cuando encontraron el acceso a la red de túneles de la mina derruido y totalmente inaccesible.

Sin ninguna salida aparente, los jugadores se fijaron en el Tanque de Vapor que había junto a las rocas. Se trataba de un vehículo que utilizaban los enanos en sus internadas por los túneles, y por la apariencia de las armas que llevaba incorporadas, no solo servía para excavar sino también para "limpiar" la mina de posibles amenazas. Raenia detectó ciertas averías en el Tanque: Tenían que sustituir no solo el combustible sino también el contenedor de este, también una bujía de titanio, una válvula de las ruedas laterales y munición para las armas del vehículo.

Rápidamente se coordinaron para encontrar todo lo necesario, mientras que Raenia e Ike fueron hacia el camino de la derecha, Akshael y el Capitán de los Exploradores fueron hacía el otro lado. A pesar de los edificios que habían en la mina, el grupo solo se concentró en lo más importante: Akshael y el Capitán entraron en el Almacen, dejando de lado la Taberna, el Cuartel y un pasillo que seguía hacia su derecha; Mientras que Raenia e Ike fueron hacía el Taller, dejando de lado la Fábrica.

Akshael y el Capitán encontraron el combustible y mosquetes. A pesar de que hacía falta la bujía de titanio, el paladín no fue capaz de identificar que clase de pieza era. Así que volvieron para preparar las cosas.

Mientras tanto, Raenia e Ike encontraron en el Taller la bujía de titanio, la válvula. También encontraron el eje de la taladradora y una batería. Fue entonces cuando Ike, cargando con todo el material, tropezó con un horror mecánico (una especie de escarabajo mecánico dotado de armas cortantes y perforantes) lo cual desencadenó un combate en el que el Guerrero casi muere y Raenia pidió refuerzos casi hasta el último segundo, gritando "ESTÁN POR TODOS LADOOOS, SOCORROO" a pesar de que su enemigo solo fuera uno. Akshael acudió al auxilio y reanimaron a Ike. Tras esto, volvieron al Tanque.

Una vez allí, Raenia se puso manos a la obra para reparar el vehículo, mientras que Akshael se encargaba de ayudarle. Mientras tanto, Hennessey y el Capitán volvieron con la munición necesaria para las armas. Durante todo este tiempo (en el cual el grupo NO EXPLORÓ el resto de edificios), habían transcurrido casi los 45 minutos hasta que Raenia consiguió colocar todas las piezas en su sitio de manera correcta. Así que todos subieron dispuestos a salir de allí por donde habían entrado pero entonces...

...No tenían las llaves para el Tanque, y quedaba apenas un minuto antes de que el Cazador lograra entrar. Raenia tuvo que encargarse de hacer un puente en los mandos del vehículo para hacerlo arrancar. Quedaban apenas 10 segundos cuando se pusieron en marcha.


Una vez el Cazador acabó de completar el agujero en la compuerta para poder entrar, se encontró con una sorpresa, un Tanque de Vapor iba hacía él a toda velocidad. Aunque consiguió saltar para evitar la Taladradora, no pudo evitar el resto del vehículo y recibió el impacto de lleno. Por fin fuera, con la protección que les brindaba un vehículo blindado provisto de lanzallamas y puesto de artillería pesada, el grupo comenzó a huir de allí matando todo lo que se movía (Arañas, Trácnidos...etc.).

Mientras que El Capitán de los Exploradores, en el lanzallamas, e Ike, en la ametralladora, conseguían impactar a sus enemigos evitando que se acercaran al vehículo (Ike decía mientras disparaba "Saludad a mi pequeño amigo"), Akshael en cambio, no conseguía apenas impactar a los enemigos de su flanco con el otro lanzallamas. Este le echó la culpa al lanzallamas, diciendo que estaba averiado y lo destruyó, dejando un boquete en el Tanque.

Poco después escucharon un ruido en el Tanque, se trataba del Cazador que se había enganchado al lateral del vehículo donde no estaba el lanzallamas. Raenia, que estaba a los mandos del vehículo, intentó chocar el Tanque contra un árbol por el lateral para derribar al Cazador, pero consiguió lo más difícil... Falló esquivando el árbol y el Cazador comenzó a hacer un agujero a través del metal. Ike por su lado se subió a lo alto del vehículo para atacarle desde ahí arriba, para entonces, el enemigo ya había conseguido colar una bomba de humo (la cual Akshael no fue capaz de arrojar fuera a la primera) y una bomba cegadora que no explotó a tiempo (esta vez el Paladín si que logró arrojarla fuera del vehículo a tiempo). Ike atacaba al Cazador con su cadena armada, impactándole en el brazo (justo después del ataque Ike le lanzó un beso). Por causa del destino, Raenia chocó contra un árbol (esta vez no quería hacerlo queriendo) y mientras que Ike se caía pero se enganchaba a tiempo, el Cazador pifiaba en su intento de agarrarse y caía al suelo.

Tras esto, el grupo creyó que se había acabado todo, pero tras escuchar un silbido volvió a aparecer el Cazador, esta vez montado en un lobo que superaba en tamaño al propio Tanque. A Akshael se le ocurrió la idea de quitar el tanque de combustible del lanzallamas aún operativo, pera tirarlo y que Ike lo hiciera estallar con la ametralladora para así, derribar el lobo. Así que Hennessey y el capitán de los Exploradores abrieron las puertas traseras del vehículo y Akshael se dispuso a tirar el tanque de combustible, pero falló y este se quedó en el borde. Fue entonces cuando el Cazador, consciente de lo que pasaba, disparó una flecha a Akshael, impactándole y empujándolo hacía atrás, hasta la parte posterior del vehículo, junto con Raenia.

La situación se volvió un tanto delicada. Akshael estaba herido y al otro lado del tanque, no le daba tiempo a llegar al tanque de combustible a tiempo, Raenia no podía dejar los mandos del vehículo y el Cazador preparaba una segunda flecha que sería mortal para el Paladín. Pero fue entonces cuando este, recurriendo a un movimiento clásico del 1.0, cogió su mandoble y lo arrojó con fuerza hacia el tanque de combustible, esperando que la fuerza fuera necesaria para arrojarlo fuera...Y así fue, pero también arrojó fuera su arma. Y entonces Ike disparó dos balas que impactaron en el recipiente, haciéndolo estallar y que el lobo quedara derribado, sin posibilidad de que el Cazador pudiese perseguirles mucho más.

Por fin el grupo pudo respirar tranquilo y llegar sin ningún otro problema al sitio donde quedó la caravana tras la trampa. Allí se encontraban también soldados que sobrevivieron al ataque, en total eran más de un centenar, los cuales estaban reagrupándose y preparando la caravana para que pudiese estar operativa de nuevo. Raenia, como capitana del pelotón, dejó al Capitán de los Exploradores al cargo de la caravana mientras que el grupo se adelantaría para llegar al Camino Real cuanto antes, conduciendo el Tanque. Así pues el grupo partió de nuevo, con el Tanque de Vapor y con un soldado de la Guardia y un explorador que les pudiese guiar.

Llegaron al camino real un día después. La noche anterior de que llegaran, Akshael tuvo una pesadilla en la que se le aparecía el Cazador y Fred Marc no paraba de preguntarle dónde estaba la carta que le había entregado, la cual el paladín había perdido y el miembro del Consejo le decía que le había decepcionado. Una vez en el Camino Real, el grupo debatió la siguiente estrategia: qué hacer cuando se quedaran sin combustible en el Tanque. A Raenia se le ocurrió la idea de que podrían preparar un combustible casero a partir de las provisiones que tienen en la caravana, y fue entonces cuando les llegó un cuervo desde la propia caravana cuyo mensaje decía "Es él, la carava~~" (incompleto).

No tuvieron más remedio que avanzar sabiendo que el causante del ataque fue el Cazador, no sin antes comunicárselo a la caravana. Pero el grupo ya tenía pensado su siguiente movimiento. Durante la noche, cuando los jugadores descansaban en la orilla de un río bastante caudaloso, a unos metros del puente de madera que lo atravesaba, volvió a aparecer el Cazador montado en su lobo; Aunque esta vez estuvieron preparados y huyeron sigilosamente (dejando atrás el tanque) por el puente. Cuando el Cazador se dio cuenta de lo que pasaba, ya era demasiado tarde, el puente estaba en llamas gracias a la acción de los jugadores. El enemigo, que sabía que no podía pasar, se limitó a disparar flechas, las cuales rozaron al soldado que les acompañaba y a Raenia, pero con la imposibilidad de que el Cazador pudiera perseguirles, al menos durante un tiempo... Siguiente sesión de 2.0: ¿Se acabó la amenaza?

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