21 nov 2014

V sesión de 2.0: Driadas, Dragones y Tesoros. Bosque de los Inquietos (3a parte)

La sesión dio comienzo con la llegada de un cuervo procedente de la caravana del sur. Al parecer, todavía estaban vivos y solo habían perdido unos pocos hombres antes de que el Cazador observara que no estaban los jugadores y les dejara en paz. El grupo decidió seguir hacia delante, lo mejor para la caravana era que estuviera lejos de ellos, ya que el objetivo del cazador eran ellos.

Continuaron hasta que un día, en mitad del Camino Real, observaron que había un bulto, a unos cien metros de distancia. Se trataba de una mujer, de pelo castaño oscuro y piel verdosa. Estaba tumbada en el camino, temblaba y apenas podía hablar. Se comunicó lo justo con Raenia para decirle por donde tenían que llevarla. Al parecer se trataba de una Dríada, un ente que protege los bosques de cualquier criatura que lo amenace, pero si se aleja de su roble guardián, queda enferma y moriría al cabo de unas horas.





El grupo decidió separarse del camino y salvar a la Dríada. Caminaron por el bosque durante horas, hasta que avistaron a un Anciano Marchito cerca de un lago. Se trataba de un ent de aspecto tosco y rasgos más afilados, que no tenía cara de buenos amigos. Los jugadores decidieron esconderse pero Akshael quedó totalmente al descubierto, siendo avistado por el Anciano que a su vez, avisó a otro Anciano para que diera lugar el combate.

El combate fue corto pero intenso. Mientras que casi todo el grupo estaba atrapado bajo el efecto del hechizo del Anciano, el cual provocaba que las raíces de los árboles, ramas y demás, atrapasen al grupo, Ike en su mayoría hizo todo el daño del combate. Destacar también el grupo de animadores oficiales formado por: Akshael, Hennessey, el soldado y el explorador.

Tras la derrota de los Ancianos, el grupo continuó por el bosque unas horas más. Finalmente llegaron al roble guardian de la Dríada. Esta, una vez recuperada y pudiendo caminar y hablar perfectamente, les dio las gracias a TODO el grupo (a TODOS, Ike) y les dijo que pronto recibirían ayuda de sus compañeros del bosque. El grupo esperó una hora más hasta que llegaron los refuerzos, una manada de osos marrones listos para transportar a los jugadores como si de monturas se tratasen.

Así que volvieron al bosque, para retomar la marcha, esta vez montados en osos. Pasaron unos días hasta que en una noche, durante la guardia de Raenia llegaron los soldados de la caravana, al mando del Capitán de los Exploradores. Aún así el grupo quería ser cauteloso, así que les dijo que viajaran a una distancia prudencial de ellos, ya que el Cazador no tenía otro objetivo que los jugadores.

Así pues se pusieron en marcha y reanudaron el viaje por el Camino Real. Pasaron muchos días de viaje, casi estaban ya en Aldmet, cuando...

Raenia escuchó un sonido de respiración que venía del noreste. Se acercó a investigar y vio un dragón verde más grande que el propio Tanque de Vapor.


El dragón estaba dormido apaciblemente, y custodiaba la entrada a una cueva, lo que parecía ser su "habitación" particular, donde guardaba los tesoros. El grupo, tras meditarlo mucho, pensó que podrían infiltrar a Raenia en la cueva del dragón, robar todos los tesoros posibles y escapar. Lamentablemente, no salió como ellos pensaban.

Raenia se movía como una verdadera pícara. El dragón no la escuchó cuando pasaba por su lado y en la cueva iba explorando en todo momento para encontrar trampas y de hecho así fue. Por el trayecto encontró una trampa de dispositivo mágico que no se atrevió a desactivar, así que pasó por encima, marcando donde estaba para el camino de vuelta. El resto del grupo, mientras tanto, estaba en formación, montados en los osos y preparados para cargar en el momento en el que el dragón se despertara.

Raenia, que lo había hecho todo bien, llegó a la caverna donde estaba situado el tesoro del dragón: Montañas y montañas de oro hasta donde podía alcanzar la vista, cofres llenos de joyas y también equipamiento de batalla tales como armaduras, espadas, arcos, etc. Raenia estaba tan maravillada por todo el tesoro, que no pensó en la posibilidad de que hubiera trampa a la hora de coger alguno, así que cogió unas cadenas armadas de tono rojizo oscuro y sonó una alarma mágica con un sonido agudo estridente.

Eso hizo que despertara el dragón, furioso al darse cuenta de que alguien había entrado en su cueva y usurpado sus tesoros. Los jugadores cargaron contra el dragón y durante el primer ataque, le hicieron bastante daño. Entonces fue cuando los problemas aumentaban, por su espalda a unos pocos metros, aparecía el Cazador montado en su lobo y cuando el dragón rugió y atacó, acabó con las esperanzas del grupo de vencerlo ya que algunos del grupo como Ike, salieron huyendo temblando del miedo pero no solo eso, todos recibieron el arma de aliento del dragón: Un cono de gas corrosivo que les dañó e incluso deterioró las armas y armaduras de Ike.

No obstante, el grupo consiguió escapar del dragón, a costa de la muerte de la mayoría de los osos, del soldado, del explorador y de Hennessey. Solamente quedaban dos osos e Ike, Akshael y Raenia. La pícara ayudó a montar al oso a un aterrado Ike, y siguieron huyendo del dragón, que les perseguía volando. Raenia avistó una cueva de pequeño tamaño a cien metros de ellos, pero casi no llegaron a tiempo: El dragón les lanzó una bola de fuego que dejó al grupo muy herido y a Akshael a un punto de vida de morir definitivamente.

Pero finalmente, lograron escapar de las garras del dragón, entrando en la cueva este no podía perseguirles pero les juró que les encontraría y acabaría con ellos. Raenia estabilizó a Akshael y el grupo no se atrevió a salir de la cueva por los peligros que había fuera (el Cazador, el dragón...). Siguiente sesión: ¿Final del Bosque de los Inquietos?


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