Momentos más tarde se unieron a la persecución dos jeeps de los Evo Raiders, con el objetivo de capturar al grupo, en principio. Enseguida se dieron cuenta del verdadero peligro que suponía tener a aquel tipo de New Horizon allí, ya que sin pudor alguno reventó uno de los vehículos disparando su lanzagranadas, matando en el acto a cuatro de los chavales de la banda criminal. El otro jeep se salvó gracias a la granada cegadora que lanzó Lilith. El destello afectó a ambos bandos rivales, haciendo que el secuaz de la organización volviese a su moto pues se había lanzado encima del jeep, y que dicho vehículo de los Evo Raiders se estrellase contra un árbol por perder el control del vehículo.
Pero siguieron sin tiempo para respirar, pues esta vez se sumó la guardia Lumi. Lo primero que hicieron los hombres de Beatrice fue echar una foto al vehículo, captando especialmente a Summer y Garley, pero se dieron cuenta de cuál era la verdadera amenaza. Sin embargo, aunque intentaron disparar al motero, no sirvió de mucho, ya que la mayoría de las balas fallaban o rebotaban en su resistente armadura, haciendo que tan sólo una le hiriese levemente. Entonces intentaron embestirle, pero este esquivó el jeep de una forma impresionante, deslizando la moto por debajo a la vez que él saltaba por arriba y se reincorporaba tras ello.
Ya sin los Evo Raiders ni la guardia Lumi, se volvió a encarar con el grupo, que ya había intentado muchas cosas por tal de poder dejarle atrás. Le lanzaron dos ruedas con una cuerda de por medio, le arrojaron dagas con la intención de detener las granadas que disparaba, e incluso el propio Kiritos le intentó frenar, en vano. Fue entonces cuando la granada fue inevitable y estalló en la parte trasera del vehículo, dejando a Garley convertido en escombros rocosos. El grupo estaba en shock y apenas pudo reaccionar, pero aún así debían hacerlo si querían sobrevivir. Con un último ataque combinado lograron apartarle de la moto, pero este disparó una cuerda metálica con un gancho que clavó en la autocaravana y se deslizó por el suelo como si estuviese esquiando, por tal de seguir su cometido. Entonces, disparó a una rueda del vehículo, justo cuando este estaba pasando por el puente del río Rym.
Victoria perdió el control del vehículo y este cayó por el terraplén del terreno de la orilla del río, dando varias vueltas de campana con el que todo el grupo sufrió grandes contusiones y demás heridas, cayendo inconsciente. Al despertar, sólo estaban Lilith y Summer, que habían sido socorridas por una de las guardianas del bosque, Meridian, junto a su fiel compañero, el oso Bebear. Esta les dijo que habían pasado casi dos días y que necesitaban todavía un día más para recuperar del todo las fuerzas, de manera que obligó a las chicas a que descansasen a pesar de la insistencia de Summer. Comentó que su compañero Xentzu había llevado a Victoria a Reposo de Taliyah por sus heridas en las piernas, pero confesó que no habían hallado rastro ni de Kiritos ni de las mascotas de las chicas. Desoladas pero descansadas, despertaron al siguiente día con la cueva despejada; Meridian les había dejado raciones para un día para cada una. Con la ventisca persistente a su alrededor, reanudaron la marcha hacia Colinas Volta.
Unas horas después hallaron unas huellas que siguieron y resultaron ser las de un muy malherido y casi al borde de la muerte Kiritos, que salió despedido del vehículo y, por tanto, del radio de acción donde actuaron los guardianes del bosque. Estaba tan mal, después de haber pasado dos noches a la intemperie del frío en su estado, que se encontraba delirando, creyendo que estaba teniendo una conversación con Magrid en la que remarcaba que el líder de la banda criminal le dijo que se sentía muy identificado con su caso. Tras sanarle las heridas y estabilizarle, montándole en una camilla improvisada, continuaron por el bosque, hasta que llegó la noche y prepararon un pequeño campamento improvisado para poder dormir sin el problema del viento. Pero un aullido potente y grave alertó a las chicas y se alejaron un poco más en vez de quedarse.
Hallaron entonces una aldea abandonada en la que se refugiaron, en el gran almacén en concreto. Sin embargo, ahí la ventisca se intensificó hasta un punto extremo. Nuevamente, hubo un extraño trueno, pero en esta ocasión pudieron ver un relámpago blanco. De la nada surgió la figura de una chica de piel morena del que no se pudo ver su rostro, pues estaba ataviada con una capa blanquecina con bordado de pelito. Diciendo literalmente "aquí no es tampoco", se fue difuminándose con el viento de la ventisca.
La sesión terminó con una charla entre Lilith y Summer, tratando de buscar fuerzas de donde no las había, con tal de mantener la determinación juntas para poder seguir adelante.
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