Lo primero fue que una adormilada Summer, mientras caminaba por los pasillos a la clase, fue despertada de sopetón por Michelle, a lo cual la chica se asustó y ejecutó su poder psiónico de pisotón allí en medio, asustando a los alumnos cercanos y provocando unos daños estructurales mínimos. En cuanto llegó el profesor Arvin, Ellie confesó automáticamente todo lo que había pasado y Summer fue, por ende, castigada durante el fin de semana. Aquello chocaría con los planes que tenía realmente Ellie, ya que quería celebrar el cumpleaños de Lucía durante la mañana del sábado, pero ya poco se podía hacer.
Una vez todos se encontraron en el aula, otro de los puntos que trataron unas horas después fue la de elegir a un nuevo representante de delegado de la clase, ya que Samuel anunció lo que había dicho días anteriores, esta vez a todo el mundo: renunciaba a su puesto de delegado que había mantenido durante más de dos años. No tardaron en llegar los nuevos candidatos tras las primeras reacciones a tal noticia, como fueron Giovanni e inesperadamente, Alice. David se propuso también como candidato después de que Ellie le convenciese en privado, pasándole incluso las ideas propias que tenía para incentivar el trabajo equipo en la clase y el conocerse mejor, algo que todavía estaba pendiente entre muchos de los compañeros debido a su actitud introvertida. Y el último de los candidatos fue, también de manera inesperada, Summer. Los cuatro dieron sus argumentos de por qué deberían ser ellos los delegados; desde el belicista Giovanni hasta la muy correcta Alice, pasando por el discurso motivador de David o el conmovedor y esperanzador de Summer. Las votaciones fueron ajustadas, pero David acabó ganando de un sólo voto de diferencia, convirtiéndose en el nuevo delegado de la clase 4ºA. De inmediato, propuso llevar a cabo una actividad conjunta, aprovechando que uno de cada dos viernes lo tenían libre e invertirlo en llevar a cabo reuniones conjuntas para entrenar y estrechar lazos. Todo habría salido bien, de no ser porque había una persona que no estuvo de acuerdo con todo lo que estaba ocurriendo: Michelle.
La chica se reunió con Ellie en el comedor durante el mediodía para comentarle su plan; ya que había sido un error no ofrecerse como candidata para ser delegada, algo que no quería realmente pero que hubiese preferido soportar antes que aguantar a David como delegado, como había acabado pasando. Entonces, propuso armar una revolución interna, postulándose como opositora para minar la trayectoria de David hasta quitarle del poder. Ellie se negó en rotundo a toda aquella trama, no solamente a colaborar sino a que Michelle la llevase a cabo. Esta se puso a la defensiva y acusó a Ellie de que últimamente pasaba más tiempo con David que con ella, algo que obviamente no era un punto clave para la relación de ambas, pero ya era demasiado tarde. Michelle se había obcecado y ahora quería dinamitar por completo todo aquello, de manera que le dijo a Ellie que no podía quedar el viernes para lo de la clase, ya que acababa de decidir que en ese mismo momento llevarían a cabo una reunión de empresa. Ellie le dijo que no le hiciese elegir de esa manera tan injusta, pero Michelle, herida en su orgullo por lo anterior, no cedió nada. Al final, acabaron distanciándose por completo en el ámbito profesional, ya que Ellie acabó despedida de la empresa en la que había empezado colaborando junto a la que la consideraba su mejor amiga.
Lucia y Summer intentaron arreglar todo lo que acababa de pasar, pero Ellie las detuvo en seco. Además, Michelle tampoco se mostraba receptiva a ello, así que durante los siguientes días su actitud acabaría siendo muy distante. Incluso para cuando llegó también el día de la practica de enfrentamiento. Como los combates eran tres contra tres y la clase de 4ºA constaba de veinte alumnos, mientras que la de 4ºB de dieciocho, habrían dos que no participarían. Al principio Michelle formaba partes de los que sí lucharían, pero esta se negó diciendo que tenía molestias en la pierna, siendo por tanto sustituida.
En lo referente al grupo, David hizo equipo junto con Ellie y Summer, que se enfrentaban al trío conformado de Cedric, Luna y Marty. No obstante, y a pesar de las expectativas que tenían en el encuentro, el resultado resultó ser demoledor y aplastante para los protagonistas, ya que acabaron perdiendo sin eliminar a ni uno solo del otro equipo. La estrategia inicial de 4ºB funcionó a la perfección. Aprovecharon de manera sobresaliente el terreno para protegerse de los ataques mientras que Luna se posicionaba en vanguardia e impedía que pasase nadie para atacar a sus compañeros. Durante ciertos momentos parecía que podían volver a contraatacar, pero en seguida eran negados por completo con el trabajo de equipo de 4ºB.
Después de la derrota y la recuperación en la enfermería, cuyos ánimos estaban por los suelos, pronto pasaron a temas más agradables como era el cumpleaños de Lucia, felicitándola no solo por cumplir treinta y siete años, sino también por la victoria en su combate. Aunque antes de su celebración fueron a jugar al golf después de que encargasen los campos el otro día. Una Stille devastadora fue la total ganadora de aquella tarde, mientras que Ellie, que era la que más sabía inicialmente del juego, acabó quedando en última posición.
Y entonces llegó el día. Ellie asustó mucho a Lucia para ocultarle que tenían que ir al parque y esta empezó a sacar sus propias conclusiones, como que Requiem había vuelto a atacar la ciudad o que Summer había muerto debido a ello, a lo cual vengaría su muerte de la manera más sangrienta posible. Pero al final todo era la excusa para darle la sorpresa en el parque, en el que estaban todos sus compañeros de clase, menos la propia Summer, que seguía cumpliendo el castigo jugando con el profesor Arvin. David llegó justo a tiempo debido a algo extraño que le había ocurrido, e incluso fue posteriormente a visitar a su ayudante para que le hiciese un examen, por si algo iba mal en su cuerpo, pero no había ninguna anomalía presente más allá de los valores ya conocidos.
Volviendo al cumpleaños, emplearon parte de la mañana en jugar partidos de baloncesto, con Meryl y David como árbitros. No obstante, Meryl mezcló churras con merinas y acabó sacando tarjetas amarillas y rojas a muchos de los jugadores, incluyendo a Ellie, aunque acabó desobedeciendo a la autoridad y huyendo, pero Meryl no se quedaría atrás y le exigiría a David que empujase la silla de ruedas mientras ella agitaba la mano. A Ellie le pareció tan gracioso que le echó una foto furtivamente, pero en cuanto Meryl se percató de ello entró en un estado iracundo y gritó que la borrase. La chica acabó insistiendo en quedársela hasta enseñársela a Summer y la ex-caballero acabó accediendo a regañadientes.
Para la segunda mitad del cumpleaños, en la azotea del bloque de Ellie, esta vez esperarían a que Summer terminase su castigo. Pero entonces, ocurrió algo perturbador. La chica que salió de la academia no era Summer, sino un cascarón de su personalidad. Hablaba con una exageradísima formalidad, totalmente impropio de Summer. Hasta Stille estaba asustada y le pedía que volviese a ser ella misma, pero no había manera. Cuando llegaron a la azotea, Ellie enseñó la foto que le había echado a Meryl, todo desde las manos de la propia Ébano, ya que resguardó el dispositivo desde entonces. Summer, como era obvio, se rió mucho al verla, pero eso provocó de nuevo la ira en Meryl y en un arrebato descontrolado, acabó arrojando el teléfono a la calle, acabando totalmente destrozado. Consciente de su error pero sin ceder en sus trece, insistió una y otra vez en comprar un nuevo terminal, a lo que Ellie se negó, pero aquello lo que hizo fue enfurecer más a Meryl, que acabó ejecutando un sortilegio que apresó a la chica para impedir que se moviese y así poder recibir su nuevo teléfono sin problemas.
Mientras tanto, el resto de chicos y chicas comían de la increíble tarta y de los dulces que había en el interior de la piñata, aunque también habían degustaciones de carne para la propia dragona. A medida que se acercaba la noche, la música hizo acto de aparición y con ello, Elisabeth se subió para cantar lo mejor que podía, mientras que David lo hacía para bailar desenfrenadamente. El resto de la clase también se unió, aunque algunos hacían lo que podían. Pero al final acabó siendo una gran fiesta con la que se llegaron a soltar algunos que no solían hacerlo, como Raukar o Hina, estrechando lazos entre los miembros de 4ºA, que era también lo que se pretendía.
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